El embarazo y la nutrición

Observatorio Materno

Por Alejandra Zamora Canales
Fotografía: Especial y Archivo


La Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), a través del Cuerpo Académico de Epidemiología Nutricional del Instituto de Ciencias de la Salud (ICSa), desarrolló el Observatorio de Nutrición Materno Infantil (ONutMI) dirigido por Guadalupe López Rodríguez y Marcos Galván García, profesores investigadores de esta casa de estudios en la entidad.

La iniciativa busca contribuir en la prevención de la mala nutrición en el binomio madre-hijo, mediante publicaciones y reportes epidemiológicos en materia de nutrición y alimentación. El observatorio recaba datos e información fundamentada en evidencia científica sobre la etapa reproductiva, gestación, lactancia, así como los primeros mil días del nacimiento de los infantes con la finalidad de orientar a las personas e instituciones interesadas.

Nuestra institución creó el micrositio https://uaeh.edu.mx/onutmi/index.html, espacio interactivo en el que se tratan temas como la alimentación de los bebés, ganancia de peso, atención preconcepcional, actividad física y embarazo, buenos hábitos alimenticios o lactancia materna.

“La madre puede encontrar un sitio de información válida, que le sea de utilidad para hacer frente a su periodo de embarazo, su lactancia y a la alimentación complementaria de su hijo”, declaró Guadalupe López Rodríguez.

La docente perteneciente al Sistema Nacional de Investigadores (SNI), nivel I, resaltó que esta plataforma busca solventar la necesidad de aquellas mujeres gestantes que se encuentra en zonas alejadas y cuyo acceso a un especialista en nutrición materno-fetal es imposible o complicado.

El ONutMI es un proyecto que se gestó desde las aulas mediante las tesis de los alumnos de nutrición, los pasantes de servicio social y aquellos adscritos a los programas federales como “Jóvenes construyendo el futuro”, quienes durante los años previos ayudaron a sentar las bases del observatorio.

El proyecto cuenta con la colaboración del Hospital Obstétrico de Pachuca, a través de la apertura de un campo clínico para el funcionamiento del observatorio. Es con ayuda de las mujeres embarazadas y el personal de salud de dicho nosocomio que se puede recabar información de primera mano sobre la situación actual a la que se enfrentan las pacientes antes, durante y después de su gestación, así como sensibilizar a los profesionistas sobre el trato que deben implementar.

Las y los investigadores detectaron que existe una problemática con respecto a la crianza, cuidado y gestación del binomio madre-hijo, debido a dos factores, el primero es la falta de programas que orienten a las mujeres gestantes o padres sobre dichos temas.

Mientras que el segundo, se debe a que dicha información es considerada como un tema generacional, en el cual el conocimiento se transmite de madres a hijas. Sin embargo, debido a diversos factores existe una ruptura, la cual deja a las nuevas madres sin guía ante los retos a los que se enfrentan.

“Cuando se hace esta ruptura con las mujeres de mayor edad o mayor conocimiento, entonces la madre joven, la que recién gesta o la que no tiene ese cuidado se ve sola”, declaró López Rodríguez al respecto.

A consecuencia de estas necesidades es que se crea el ONutMI para dar orientación alimentaria y nutricional, teniendo como base un fundamento científico, así como verificado por un grupo de expertos convirtiéndose en un valioso repositorio de información, al que también podrán recurrir especialistas de la entidad.



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Guadalupe López Rodríguez, doctora en Nutrición y Alimentos por la Universidad de Santiago de Chile, mencionó en entrevista que uno de los principales problemas por los que pasan las mujeres gestantes es la alimentación durante el embarazo y el puerperio.



Ladillo: Es el período que inmediatamente sigue al parto y que se extiende el tiempo necesario para que el cuerpo materno —incluyendo las hormonas y el aparato reproductor femenino— vuelva a las condiciones pregestacionales, aminorando las características adquiridas durante el embarazo.



“Lo más fácil es decir que la mujer gestante coma por dos, pero no. Debe comer para ella y el feto en crecimiento, pero la cantidad de energía y nutrientes que debe consumir van en relación en que tanto tiempo tiene la gestación”, puntualizó.

La ganancia de peso durante el embarazo es uno de los pocos factores de riesgo modificables que puede tener consecuencias negativas en la salud de ambas partes. Los bebés nacidos de mujeres con un aumento de peso inadecuado tienen mayor probabilidad de muerte infantil hasta un año después del nacimiento, mayor riesgo de no iniciar la lactancia materna y aumento del riesgo de parto prematuro.

Las complicaciones maternas incluyen trastornos hipertensivos del embarazo y aumento de las tasas de parto por cesárea. Las mujeres que inician un índice de masa corporal alto tienen un mayor riesgo de ganancia excesiva de peso, así como retención del mismo tras el parto.

Por su parte, los hijos pueden padecer a corto plazo macrosomía fetal, convulsiones, hipoglucemia, policitemia y síndrome de aspiración de meconio. A largo plazo tienen un mayor riesgo de sobrepeso u obesidad infantil.

Actualmente se sugiere que la nutrición en el útero puede predisponer a padecer enfermedades crónicas como diabetes, la hipertensión y otras enfermedades metabólicas en la vida posterior del infante.

En el caso de índices bajos de peso al nacer (menos de 2.5 kilogramos), los recién nacidos pueden presentar hipoglucemia, asfixia, mayor riesgo de hospitalización, incremento de enfermedades respiratorias, muerte neonatal, síndrome de muerte súbita infantil, hipertensión arterial, así como problemas neurológicos y sensoriales al nacer.

Para la profesora investigadora es fundamental que toda mujer que quiera iniciar o se encuentre embarazada debe implementar buenos hábitos higiénico-dietéticos de la mano de un especialista y de los servicios de salud, para reducir los riesgos que puedan presentarse.

En el caso de aquellas personas que no tiene las posibilidades de asistir a un servicio de salud particular, que no cuentan con seguridad social o se encuentran en zonas alejadas, existe el observatorio como una plataforma de orientación en este tipo de temas.

A través de una comunicación directa e interactiva con la población interesada mediante el correo electrónico onutmi@uaeh.edu.mx; la página de Facebook Observatorio de Nutrición Materno Infantil; mientras que por Twitter e Instagram como obnutmi.

Cabe resaltar que el observatorio no da orientación farmacéutica ni reemplaza la atención del personal de salud especializado.



El embarazo durante la pandemia


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En un Informe Semanal de Notificación Inmediata de Muerte Materna para la semana 15 de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud Federal, se dio a conocer que la principal causa de fallecimientos en mujeres gestantes fue el COVID-19 con 131 casos confirmados, es decir el 45 por ciento del total de muertes registradas en el país, convirtiéndose en la primera causa de mortalidad. A la vez, se incrementó en un 84.5 por ciento la razón de mortalidad materna con respecto al año anterior en el mismo periodo.

La especialista en temas de nutrición mencionó que las mujeres embarazadas tienen un mayor riesgo ante el COVID-19 que la población en general. Esto se debe a que durante el periodo de gestación las mujeres deben adaptar su respuesta inmune para el sano desarrollo del producto, lo cual facilita las infecciones y es la principal causa de que sean catalogadas como grupo de riesgo durante las emergencias sanitarias.

La docente de la UAEH destacó que, en muchos de los casos, las mujeres gestantes suelen ser asintomáticas, mientras que aquellas que desarrollan la forma grave de la enfermedad suelen padecer de alguna comorbilidad como obesidad, hipertensión, preclamsia, diabetes, o tienen ciertas deficiencias en la ingesta de nutrientes críticos, tal es el caso de los aminoácidos que provienen de origen animal; o vitaminas como el retinol, D, K o A.

Por lo cual se recomienda mantener una buena hidratación; consumir diariamente, al menos tres raciones de frutas y dos de hortalizas; elegir el consumo de granos integrales y legumbres; productos lácteos preferentemente bajos en grasa y azúcar añadido.

Se sugiere consumir moderadamente alimentos de origen animal: una vez a la semana carne roja magra, de dos a tres veces pescado y de tres a cuatro veces huevo. Asimismo, se aconseja consumir frutos secos y semillas naturales.

La vitamina A puede adquirirse de alimentos vegetales como camote, espinaca, zanahoria, mango, brócoli y tomate; la vitamina C de cítricos, bayas, melón, tomate, pimiento y brócoli; la vitamina D se encuentra en pescados grasos, huevo, leche y jugos enriquecidos; por su parte el zinc se halla en la carne de res y mariscos, germen de trigo, frijoles y nueces.

La profesora investigadora exhorta a todas las mujeres que planean un embarazo y padecen alguna comorbilidad, atender previamente su padecimiento para disminuir el nivel de riesgo que puede correr tanto el producto como ella.

A dicha situación se suma la baja capacidad hospitalaria con la que cuentan actualmente los nosocomios para la atención de embarazadas con patologías, debido a la reconversión que se llevó a cabo para el tratamiento de casos de COVID-19, refirió Guadalupe López Rodríguez.

“Ya no estamos en tiempos regulares donde la comorbilidad se atendía y había espacio hospitalario… Si yo soy mujer gestante diabética, la posibilidad de ser atendida de la mejor manera se limita debido a la reconversión de los espacios”, mencionó la investigadora SIN I.



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Con respecto a la atención materna se registró una disminución en las citas prenatales, debido en gran medida al temor de un contagio por COVID-19. La doctora enfatizó que es esencial cumplir con el seguimiento médico para prevenir o atender complicaciones durante el embarazo como placenta previa, infecciones, abortos espontáneos o diabetes gestacional; para ello es necesario atender los protocolos de salud establecidos desde el momento en el que se sale del domicilio hasta su regreso, con el fin de evitar un contagio.

La revista médica The Lancet Global Healt publicó en marzo de 2021 un análisis sobre el efecto de la pandemia de COVID-19 en las madres y en los resultados perinatales. El artículo realizado por los investigadores de St. George´s University of London recaba 41 estudios en 17 países entre los cuales figura México.

La investigación arrojó que las estadísticas de muerte materna infantil, depresión posparto y embarazo ectópico aumentó durante el último año en términos generales, sin embargo, las mujeres embarazadas de los países de ingresos medios y bajos como India, México y Nepal tuvieron un mayor riesgo de muertes neonatales y maternas.

De acuerdo con el metanálisis, el alto índice en muerte materna en los países de medio-bajo ingreso puede estar relacionado a la falta de acceso a servicios de salud por miedo al contagio de COVID-19 al asistir a los hospitales, la reducción de acceso al transporte público, el cuidado de infantes debido al cierre de las escuelas durante el aislamiento, se aunó la crisis financiera de varias mujeres quienes fueron despedidas de sus trabajos y los casos de violencia de pareja durante el confinamiento.

A su vez, la reducción de personal en las áreas de maternidad para atender los casos de COVID-19 afectó la atención de las mujeres embarazadas, por ello los investigadores recomiendan a los países mantener al personal de los servicios obstétricos a salvo durante todas las fases de la pandemia y para futuras crisis del sistema de salud, o en su caso sustituir las vacantes temporales para la atención obstétrica.

En los países de altos ingresos, las autoridades reestructuraron rápidamente los servicios para implementar la atención prenatal vía remota a través de citas por teléfono o videoconferencia, sin embargo, la brecha de desigualdad en el acceso a internet continúa siendo uno de los principales problemas.

Los investigadores de St. George´s University of London, exhortan a los gobiernos a establecer nuevas vías de atención prenatal para los sectores y comunidades vulnerables o aisladas; implementar apoyos económicos y sociales teniendo en consideración las necesidades y condiciones de cada grupo poblacional.



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