COVID-19, crisis a causa de la explotación ambiental

En esta edición de Gaceta UAEH abordamos el papel que jugó la explotación ambiental del ser humano en la aparición del virus SARS-CoV-2, para lo cual consultamos al investigador Adrián Zaragoza Bastida, perteneciente al Instituto de Ciencias Agropecuarias (ICAp) de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), quien ha dedicado parte de su formación profesional al estudio del comportamiento de las enfermedades infecciosas.

La destrucción, alteración e invasión de los ecosistemas por el ser humano, así como la comercialización ilegal y sin controles sanitarios de fauna silvestre, contribuyeron a la crisis de salud mundial que hasta el 31 de mayo cobró la vida de 370 mil 800 personas e infectó a seis millones 120 mil 700 alrededor del mundo.

“Como humanos nos preocupamos por nuestra salud, después por la salud de los animales de compañía y producción, sin embargo, no estamos respetando a la fauna silvestre y su ecosistema”, declaró el Médico Veterinario Zootecnista de la máxima casa de estudios de Hidalgo.

Enfermedades zoonóticas: padecimientos que actualmente afectan a los seres humanos y cuyo origen se encuentra en los animales.

Estos factores ponen en contacto al hombre, animales de compañía y de producción con la fauna silvestre, permitiendo el intercambio de agentes patógenos con capacidad de afectar a más de una especie o adaptarse a una nueva, tal fue el caso de la rabia, influenza AH1N1, ébola y el COVID-19, padecimientos que actualmente afectan a los seres humanos y cuyo origen se encuentra en los animales, convirtiéndolas en enfermedades zoonóticas.

“Somos invasores de espacios que no nos corresponden, el humano no tiene depredador natural y consumimos todo lo que podemos”, puntualizó el también doctor en Ciencias de la Salud, quien exhorta a la población a respetar los nichos ecológicos y la fauna que en ellos habitan para tratar de limitar nuestra interacción con dichas especies, a través de leyes que procuren la preservación de la biodiversidad.

No obstante, es esencial que como especie reflexionemos sobre lo que estamos haciendo mal, especialmente con el medio ambiente, enfatizó Adrián Zaragoza Bastida. Entre las sugerencias que plantea el académico de la UAEH se encuentran fortalecer las leyes relacionadas con la venta y distribución de fauna silvestre, utilizadas para consumo o como animales de compañía no convencionales.

Mencionó que los menores de un año deben tener actividad física de forma permanente; los menores de cinco años, por lo menos 180 minutos al día; en el rango de edad de cinco a 17 años, al menos 60 minutos de actividad de intensidad moderada a vigorosa todos los días; los mayores de 18 años deben realizar mínimo 150 minutos de intensidad moderada a vigorosa toda la semana; y para los adultos mayores se aconseja hacer actividad durante una hora, tres días o más a la semana para evitar pérdida de equilibrio o caídas.

El experto en epidemiología destacó que el trabajo de los Médicos Veterinarios Zootecnistas se especializa en el reconocimiento de enfermedades causadas por virus, bacterias, hongos, parásitos y priones que afectan a los animales de compañía, de deporte y a los destinados a la producción, así como aquellos que pueden afectar al ser humano; sin embargo, aún existe cierto desconocimiento con respecto a las enfermedades que puede trasmitir la fauna silvestre.

“En general aún no conocemos todos los patógenos que pueden afectar a los animales silvestres en su nichos ecológicos, cuáles pueden transmitirse a otros animales y al ser humano, si representan un riesgo para quien los adquiere y para el medio ambiente”, refirió Zaragoza Bastida con respecto a la tendencia de adquirir fauna silvestre como animales de compañía, a pesar de que algunas provengan de Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA), donde existen controles y supervisión federales para la producción de estas especies.

Importante fortalecer las leyes sobre la venta y distribución de la fauna silvestre, utilizada para consumo o como compañía.

Aunado el riesgo de salud que implican los animales de compañía no convencionales, existe la problemática del desequilibrio medioambiental que se ocasiona cuando se introduce una nueva especie en un hábitat diferente al suyo, convirtiéndose en depredador de la fauna endémica de la región y creando una sobrepoblación de su especie.

En el caso de encontrar animales de la fauna silvestres heridos, el doctor Adrián Zaragoza Bastida recomienda recurrir a las unidades de rescate y protección animal, así como a los expertos Médicos Veterinarios Zootecnistas para la atención de la especie con la finalidad de evitar la creación de vínculos afectivos.

“Hay unidades que se encargan de dar la atención correspondiente y que además apoyan en la reinserción de los ejemplares en su ambiente”, declaró.

Mascotas, víctimas de abandono

Por otra parte, los perros y gatos han sido víctimas de abandono y sacrificio desde la aparición de la nueva cepa del virus en el mundo y el reporte del primer caso de transmisión de la enfermedad hacia un canino de 17 años de edad en Hong Kong, ante el temor de que los animales de compañía fueran portadores del virus.

“Estamos seguros que el verdadero problema es la infección de humano a humano, si se llega a infectar una mascota es por nuestra culpa, ellas no representan un riesgo para nosotros sino viceversa, lo que debemos hacer es protegerlas”, resaltó Adrián Zaragoza.

A partir de estos casos, el catedrático de epidemiología en el ICAP exhortó a la población a mantener a las mascotas en casa, evitar los paseos comunitarios; en caso de que la mascota necesite salir, se debe mantener la sana distancia con otros animales o personas, realizar caminatas cortas y cercanas al hogar, al regresar del paseo se debe bañar con jabón o shampoo y jamás aplicar gel antibacterial o cloro a las patas de los animales, ya que puede provocar irritación o lesiones severas.

Aunque el contagio es de humano a humano, se deben proteger a las mascotas durante esta pandemia de coronavirus

El también Médico Veterinario Zootecnista recomienda mantener bajos los niveles de estrés en las mascotas durante la contingencia con actividades breves pero variadas, desde correr dentro del hogar, enseñarles nuevos trucos, crear una pista de obstáculos o darles juguetes con los materiales que se encuentran en la casa como pelotas, cajas de cartón o llantas viejas.

Los gatos son las mascotas más propensas a sufrir de estrés durante la cuarentena debido a su naturaleza, las pruebas experimentales en laboratorios han demostrado que son los más proclives a contagiarse de COVID-19, por lo cual Zaragoza Bastida recomienda hacer casas en espacios altos, que permitan a los felinos escalar y mantenerse distraídos.

El especialista puntualizó que las autoridades estatales deben diseñar políticas públicas dirigidas a los animales de compañía durante la crisis sanitaria, para la atención de las mascotas infectadas o cuyos dueños se encuentran hospitalizados, por lo que propuso la implementación de albergues temporales y zonas de cuarentena animal.

Adrián Zaragoza Bastida, investigador del ICAp.

La medida busca evitar que se repita lo que sucedió en Wuhan con el cierre de la ciudad, donde las mascotas estuvieron atrapadas en los departamentos sin alimento y agua suficiente debido a que sus dueños no podían ingresar a la metrópoli o se encontraban en aislamiento.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) han rechazado el sacrificio o abandono de las mascotas que se encuentren infectadas por el COVID-19 y emitieron las siguientes recomendaciones en materia de bioseguridad:

• Lavarse las manos antes y después de estar en contacto con los animales, sus artículos, así como su comida
• Evitar besarlos, dejar que los laman o compartir la comida
• En caso de ser infectado por el virus, dejar de tener contacto directo con sus mascotas o minimizarlo; delegar su atención a personas sanas, quienes deberán ocupar una mascarilla quirúrgica y evitar que salgan.

A su vez, el especialista invitó a los científicos con formación medico veterinaria a realizar proyectos de investigación para establecer el rol de las mascotas en la dinámica de infección del virus SARS-CoV-2, para establecer con claridad si los animales de compañía pueden o no infectar a sus dueños.