#LánzatedeMovilidad

Por La Redacción
Colaboración de la Dirección de Relaciones Internacionales e Intercambio Académico
Fotografía: Dirección de Relaciones Internacionales


Ser alumno de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) te permite acceder diversos beneficios, entre ellos la posibilidad de realizar movilidad educativa en una institución nacional o internacional.

Algunos de los requisitos que solicita son: ser estudiante regular, tener un promedio general mínimo de 8.5 y el manejo de un segundo idioma. Para el caso de los alumnos de licenciatura se solicita tener el 50 por ciento de créditos o más cumplidos al momento de la convocatoria; para posgrado se necesita el 22 por ciento.

A continuación, te presentamos la experiencia de María Ximena Huerta González, de la Licenciatura en Trabajo Social, quien realizó movilidad en la Universidad Federal del Estado de Río de Janeiro, Brasil.

Una ciudadana del mundo

Viajar y conocer siempre es una experiencia asombrosa y llena de aventuras, pero esta experiencia la viví no como una turista más, sino como estudiante en el que mi interés fue genuino por conocer las tradiciones y situaciones de personas que están alejadas de miles de kilómetros de distancia, que sienten y viven situaciones iguales o muy semejantes a las mías.

Es verdad que la experiencia académica, en mi caso, fue lo que me salvó de desistir o detenerme en este camino.

Conocer otras perspectivas en las que se aborda el Trabajo Social, así como la unión de los estudiantes y los maestros por poner en alto la carrera fue y es un impulso para traer esto a mi universidad.

Esta unión se construye a partir del conocimiento, no solo académico; cuando hablo de conocimiento me refiero a identificar las características de los otros como las ideas, pensamientos y formas de expresión que unen las diferencias.

En la Universidad Federal del Estado de Río de Janeiro cada uno de mis compañeros me enseñó a no rendirme, a saber que las situaciones sociales son tan complejas que el Trabajo Social no debe desaparecer; que somos seres humanos sensibles al dolor ajeno aunque todo nos deshumanice; que es importante hacer un análisis de quienes somos, reconocer nuestros defectos y virtudes y trabajar en ellos, pero que el trabajo individual solo logra construir cuando es en conjunto.

“… cada uno de mis compañeros me enseñó a no rendirme, a saber que las situaciones sociales son tan complejas que el Trabajo Social no debe desaparecer…”

Esta ha sido una de las experiencias más complejas a las que me he enfrentado hasta el momento: comprendí la desigualdad, el racismo y la precariedad de los servicios como una ciudadana más, aprendí a darle la mano al otro aun cuando todo me dijera que no, reconocí en mi aspectos tanto negativos como positivos.

Fue una experiencia de autoconocimiento, de reforzar valores y de agradecer lo que México ofrece, pero entendí que las barreras sociales, económicas y estructurales no son suficientes para separarnos como raza humana, para comprender lo que le duele a uno y lo que alegra a muchos más. Entendernos como ciudadanos del mundo nos ayuda a disminuir gran cantidad de extremos sociales de los que somos parte y con los que convivimos.


Logré concebirme como una persona más en el mundo que busca lo mismo que esta generación, como una persona colocada geográficamente en México, pero con la posibilidad de entender, convivir y querer a personas ubicadas en lugares totalmente distintos a los míos.


“Fue una experiencia de autoconocimiento, de reforzar valores y de agradecer lo que México ofrece…”

Considero fuertemente que esta experiencia es muy compleja, pero que lograr amar la diferencia en este mundo, en el que el discurso del odio impera en mandatarios, colegas y familiares, me da la esperanza de permear a mí alrededor con este aprendizaje y experiencia, porque lo que uno aprende no tiene valor ni sentido sino se comparte

Entonces, a partir de mi llegada, busco compartir, abrirme a nuevas posibilidades experiencias y aventuras que el mundo me ofrezca.