Cambio climático exige modificar hábitos de consumo

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Por Fannia Cadena
Fotografía: Fannia Cadena, archivo y especial


El cambio climático que se vive actualmente es producto de los hábitos de consumo, la sobreexplotación del petróleo, y la falta de conciencia ambiental, sostiene el profesor investigador Carlos Esquivel Macías de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), quien habló a Gaceta UAEH sobre las acciones que se tendrían que tomar para preservar el medio ambiente en beneficio de la calidad de vida actual y de las siguientes generaciones.

El investigador, adscrito al Área Académica de Ciencias de la Tierra y Materiales, refirió que el Día Internacional de la Tierra, el cual se celebra cada 22 de abril, es un esfuerzo por unificar a todos los países de la humanidad en una conciencia planetaria para la conservación del medio ambiente.


El Día Internacional de la Madre Tierra es un esfuerzo para hacer conciencia planetaria sobre la conservación del medio ambiente.

Planteó que algunas naciones del mundo han avanzado mucho en la conservación del medio ambiente, como en Alemania, donde el 50 por ciento de la energía que consume proviene de energías renovables. En Estados Unidos, continuó, ha habido intentos pero también retrocesos, pues se ha comenzado a utilizar energía solar, aunque ya hay legislación para subir los impuestos a quienes consumen este tipo de recurso renovable.

En México, sostuvo el biólogo, no ha habido una disminución en el consumo de energía no renovable, a pesar de tener un vasto territorio para producir energía solar, eólica e hídrica. Si bien la República Mexicana contribuye del dos al tres por ciento de las emisiones mundiales de dióxido de carbono, no está generando soluciones para mejorar la calidad de vida o producir bienes de consumo.


“La conciencia ambiental en el mundo, es desigual. En algunos lugares, celebrar el Día Internacional de la Tierra tiene efecto, pero en otros (como México) no. Si la idea es que todo mundo se conecte en la solución del problema del calentamiento global, pues todavía no se logra”, sentenció al recordar que desde hace 50 años se conmemora este día, sin alcanzar aún su objetivo.

México tiene un vasto territorio de energía solar, eólica e hídrica; pero no ha habido disminución de consumo de recursos no renovables.


Intereses económicos detrás del cambio climático


Desde su mirada como paleontólogo, al estudiar el pasado ambiental del planeta, mencionó que la evolución biológica es producto de los cambios geológicos y climáticos que ha presentado el planeta, sin embargo, esas transformaciones son lentas y los seres vivos tienen tiempo de adaptarse, a diferencia del cambio climático actual, que es acelerado y provocado por la misma humanidad.

En ese escenario, el investigador señaló que son los patrones de consumo los que están dañando al sistema de la tierra, pues se produce más dióxido de carbono del que se procesa en la atmósfera. “La realidad es que nos vamos a acabar antes la atmósfera que el petróleo. Los coches eléctricos existieron antes que los de gasolina, pero eran caros y los motores de gasolina era más barato, pero hay muchos intereses económicos y políticos que han frenado eso”, alertó.


Se produce más dióxido de carbono del que procesa la atmósfera.

Agregó que la tecnología digital ha mejorado muchos aspectos de la calidad de vida, pero representa una industria mundial que genera mucha basura altamente contaminante. A ello se suman los plásticos, como las bolsas que se han convertido en un hábito muy arraigado. Si bien reconoció que la reciente legislación en Hidalgo sobre suspender el uso de bolsas de plástico, popotes y trastes de unicel es un avance para el cuidado del medio ambiente, aseveró que esta medida solamente ataca una parte del problema, de forma que es una solución parcial.

Además, consideró que las campañas de reciclaje suelen ser un negocio de particulares y no representa una solución real para disminuir la basura, e incluso, incrementan y fomentan el consumo de productos como las botellas de PET.



Usar el calentador solar en casa, mejorar el sistema de transporte, disminuir los topes en las carreteras ayudaría a disminuir la emisión de dióxido de carbono.

“Lo que tenemos que hacer es revisar qué cambios de hábitos pueden ayudar a disminuir las emisiones de dióxido de carbono”, propuso, y enlistó aspectos como utilizar calentador solar en casa, vivir más cerca del centro laboral, mejorar el sistema de transporte, reducir topes en las carreteras, pues hacer lo contrario duplica la generación de dióxido de carbono.


Políticas públicas y educación de la población, la solución


En ese sentido citó que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) recomienda que para evitar el cambio climático severo en los próximos 30 años, los países reduzcan en un 50 por ciento sus emisiones de dióxido de carbono. De acuerdo con el investigador, si todas las personas utilizaran menos el automóvil y emplearan un calentador solar en sus hogares, sus emisiones de dióxido de carbono reducirían en un 75 por ciento.

No obstante, reconoció que las ciudades han crecido de forma desordenada, al construirse complejos habitacionales muy alejados de los centros de trabajo, además de que no existe un sistema de transporte eficiente, lo que desincentiva que las personas dejen de utilizar su automóvil.

“Es un mensaje para nuestros gobiernos, para los legisladores. Hay que hacer cosas que de verdad impacten positivamente, aunque no sean espectaculares (…) México contribuye con el tres por ciento de las emisiones de dióxido de carbono a nivel global, quemando basura, frenando innecesariamente, sin sistemas de transporte adecuados. Si queremos contribuir a que no se caliente el mundo, alguna de esas tantas cosas hay que atacar”, comentó.



México contribuye con el 3% de las emisiones de dióxido de carbono a nivel global

Por ello insistió en la educación y la cultura como el medio para contribuir realmente a mejorar el medio ambiente y con ello las condiciones de vida de la población. “Ir a otros planetas no nos va a resolver el problema, no a la mayoría, casi todos nos vamos a quedar aquí y tenemos que ver la manera de vivir bien aquí donde estamos. Tenemos que aprender a vivir de otra forma”, concluyó.