Gobierno actual en México | ¿Rumbo firme o camino incierto?


Redacción
2025-09-15 08:48

A un año de gobierno, Claudia Sheinbaum mantiene un rumbo definido con el Plan México nuevas becas y programas sociales, además de fortalecer la red de salud

Un año del gobierno de Sheinbaum: balance de rumbo y retos

A un año de la toma de protesta histórica de la primera mujer en gobernar nuestro país, Claudia Sheinbaum Pardo, se puede afirmar que el gobierno actual de México transita con un rumbo nítido y una conducción que privilegia certidumbre, planeación y resultados verificables. La brújula estratégica está definida por el Plan México, una hoja de ruta para aprovechar la relocalización productiva, elevar el contenido nacional y relanzar la industria con polos de bienestar y una ventanilla digital de inversiones. La orientación pública hacia encadenamientos productivos, creación de empleos bien remunerados y sustitución de importaciones confirma una lógica de desarrollo que articula política industrial, infraestructura y comercio exterior.

El eje social se ordena con criterios de universalidad y progresividad. La Beca Universal de Educación Básica “Rita Cetina” cuenta con reglas de operación publicadas para 2025, con transferencias bimestrales y despliegue escalonado que inicia por secundaria, diseñadas para reducir abandono y desigualdad educativa. La Pensión Mujeres Bienestar para mujeres de 60 a 64 años se encuentra en fase de registro nacional con apoyos bimestrales y coordinación operativa en los módulos del Bienestar, como política puente hacia la pensión de 65 y más. La ampliación de capacidades farmacéuticas y el fortalecimiento de la red IMSS-Bienestar apuntalan la promesa de abasto y acceso efectivo a servicios, con anuncios recientes sobre infraestructura y provisión de medicamentos, coherentes con la idea de Estado social activo.

La firmeza se ha probado también frente a presiones externas. Tras el anuncio estadounidense de aranceles generales, la Presidencia obtuvo una pausa de un mes y abrió mesas de negociación en comercio y seguridad sin ceder en principios de soberanía, desactivando impactos inmediatos sobre cadenas de valor.

El respaldo ciudadano acompaña este trazo. Las mediciones más recientes ubican a la presidenta con niveles altos y estables: 75 por ciento de aprobación en julio según Mitofsky, mientras el agregador Oraculus mantiene la serie en ese rango, una señal de confianza social en la orientación económica y social del gobierno.

Aunque hay rumbo claro porque convergen estrategia industrial, expansión social y defensa serena de la soberanía, el país requiere continuidad con evaluación permanente, capacidad de ajuste y diálogo federalista para traducir esa claridad en mejores salarios, inversión sostenible y servicios públicos robustos. Quedan retos ineludibles: persiste la presencia de cuadros y lógicas heredadas del sexenio anterior, símbolo de ello es la continuidad de figuras clave como el titular de la Secretaría de Economía, la Secretaría de Educación Pública e incluso en el H. Congreso de la Unión, y se asoman tensiones al interior de la coalición gobernante que exigen conducción política fina, reglas y disciplina institucional para evitar que la disputa interna erosione la agenda de la presidenta.

 

Autora: Judith Erika Moctezuma Montaño
Profesora investigadora del área académica de derecho y jurisprudencia UAEH



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