El desarrollo de aprendizaje autónomo a partir de la identificación de los estilos de aprendizaje

Abstract

Promoting autonomous learning in students is a priority educational in educational institutions and higher educational level, as in the case of School Number Four dependent Autonomous University of Hidalgo State. Being a complex process cannot be addressed in a single trial all edges. But, it was considered that the preferred learning styles and learning strategies and teaching are related to it, for it deals with this occasion.

 

Keywords: Autonomous learning, learning, learning styles, learning strategies, teaching strategies.

 

Resumen

Promover el aprendizaje autónomo en los estudiantes,  es una de las prioridades en las instituciones educativas de nivel medio superior y superior, tal es el caso de la Escuela Preparatoria Número Cuatro dependiente de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Al ser un proceso complejo no se pueden abordar en un solo ensayo todas las aristas.  Sin embargo,  se consideró que los estilos de aprendizaje preferentes de los estudiantes, las estrategias de aprendizaje y de enseñanza están relacionadas con aquél, por ello se abordan esta ocasión.

 

Palabras clave: Aprendizaje autónomo, Aprendizaje, Estilos de aprendizaje, estrategias de aprendizaje, estrategias de enseñanza

Introducción

Para el docente, el hablar de los estilos de aprendizaje de los estudiantes es un tema importante, pues al identificarlos cuenta con un referente respecto de las características del estudiantado. Sobre todo cuando los modelos educativos de algunas  instituciones tienen como centro al estudiante.

Si se considera que  identificar capacidades, habilidades y competencias de los estudiantes, permite a las instituciones de los niveles educativos básico, media superior y superior, bien sean de carácter público o privado, ofrecer una educación integral de calidad, señalando además que el perfil de sus docentes es idóneo para que, a partir de identificar las características y necesidades del estudiantado se brinde una educación pertinente y de calidad, tenemos que un referente a considerar por el docente son los estilos de aprendizaje.

El presente trabajo tiene la finalidad de exponer de manera breve la experiencia que como docentes de las asignaturas de Español II y de Ética  hemos adquirido a partir de la instrumentación del modelo educativo de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo en el que se pretende que los estudiantes desarrollen competencias y habilidades que les permitan el logro de un aprendizaje autónomo.

Sabedores que existen diversas posturas y modelos que abordan el tema de los estilos de aprendizaje, el ensayo enfatiza en que son muchas las formas de definir a los estilos de aprendizaje, pero el enfoque que se da parte de la perspectiva que tienen   Alonso y Honey. Asimismo se explica  que tan significativo resultaría para nosotros como docentes el poder relacionarlos con las estrategias que empleamos para promover el aprendizaje autónomo.

Desarrollo

El estudio acerca de los Estilos de Aprendizaje se enmarca dentro de los enfoques pedagógicos contemporáneos que ponen el acento en la creatividad, en el aprender a aprender.

En términos generales los estilos de aprendizaje hacen referencia a cómo la mente procesa la información o como es influida por las percepciones de la persona.

Existen diversas definiciones acerca de los estilos de aprendizaje una de ellas corresponde a la ofrecen R. Dunn, K. Dunn y G. Price (Alonso: 2011). Para ellos, el estilo de aprendizaje  es entendido como “La manera como 18 elementos diferentes (que posteriormente aumentaron a 21), que  proceden de 4 estímulos básicos, afectan a la habilidad de una persona para absorber y retener”.

Según Hunt (Alonso: 2011) los estilos de aprendizaje son “Las condiciones  educativas bajo las que un discente esta en la mejor situación para aprender, o qué estructura necesita el discente para aprender mejor”.

Para Keefe (Alonso: 2011) los estilos de aprendizaje son los rasgos cognitivo, afectivos y fisiológicos, que sirven como indicadores relativamente estables, de cómo los discentes perciben, interaccionan y responden a sus ambientes de aprendizaje.

Como se mencionó en líneas anteriores, el presente trabajo se centrará en los estilos de aprendizaje a los que hacen referencia C. Alonso, P Honey  y A. Mumford los cuales  son el activo, el reflexivo, el teórico y el pragmático.

Desde la mirada de estos autores, las características que debe tener un estudiante en el que haya predominio de un  estilo activo se encuentran: la de ser animador, el gusto por la improvisación, es arriesgado, es espontáneo, creativo; en clase es  participativo y se entusiasma cuando se trata de alguna experiencia nueva.

Quienes tengan un predominio del estilo teórico son principalmente metódicos, buscan el sentido lógico de toda información, son críticos y estructurados, sistemáticos, ordenados; gustan de las actividades planeadas  y entran en conflicto cuando se les pide improvisar.

Aquellos que tienen un predominio del estilo reflexivo tendrán como principales características el de ser concienzudos, receptivos, analíticos. Quien posee este estilo de aprendizaje es  exhaustivo, observador y prudente en sus intervenciones.

Las personas que presenten un predominio del estilo pragmático, tendrán características como: ser experimentador, práctico, eficaz, realista,  gusta de aplicar lo aprendido.

Para identificar éstos, Catalina M.  Alonso García y Domingo J. Gallego Gil elaboraron el CHAEA (Cuestionario Honey-Alonso de Estilos de Aprendizaje  que los estudiantes pueden resolver accesando a la página www.estilosdeaprendizaje.es/chaea/chaea.htm.

 

Según Kolb, un aprendizaje óptimo requiere de las cuatro fases mencionadas, de tal suerte que identificando si se trata de un contenido declarativo o procedimental y atendiendo a los estilos de aprendizaje de los estudiantes, el diseñar actividades  adecuadas permitirá potenciar aquel estilo de aprendizaje con el cual el estudiante no se siente cómodo.

Esta perspectiva se enmarca dentro de los enfoques pedagógicos que dan prioridad a la creatividad y al aprender a aprender, esto implica tener el conocimiento y la destreza que se requiere para aprender con efectividad en cualquier situación en la que el estudiante se encuentre.

Pero quizás estarán de acuerdo en que para aprender a aprender, el estudiante requiere  de estar motivado; conocer y reconocer las fortalezas y debilidades que tiene; saber cómo aprende, así como darse cuenta que los contenidos declarativos exigen poner en práctica habilidades cognitivas y destrezas distintas de las que requieren ponerse en marcha ante contenidos procedimentales, entre otras cosas.

 

Para Biggs (2006), la motivación es factor para promover el aprendizaje profundo, pues un estudiante motivado por aprender y no sólo estudiar para acreditar los exámenes, tendrá más éxito en su vida académica, personal y laboral. Para generarla el docente juega un papel fundamental.

Anita Woolfolk ha explicado el término motivación atendiendo a los rasgos personales o características individuales de la persona. Algunas explicaciones consideran factores internos y personales como las necesidades e intereses de los individuos, en tanto que otras establecen factores externos como la presión, social, el castigo o las recompensas, entre otros. A partir del enfoque clásico se realiza una distinción entre motivación intrínseca y extrínseca, explicando que la motivación intrínseca (Lanzs; 2006) es aquella que se realiza por el interés y el placer que genera el realizarla. En tanto que la motivación extrínseca se presenta cuando la conducta realizada busca otros motivos como un incentivo, reconocimiento o afecto.

Al respecto, es necesario considerar que si no existe motivación intrínseca en el estudiante, la motivación extrínseca se vuelve relativa, porque el docente puede planear la clase, seleccionar las estrategias de aprendizaje y de enseñanza que potencien el aprendizaje y encontrarse con un muro de indiferencia del estudiante. Quien solo pide un cuestionario que le permita en un futuro resolver el examen, pues esto le ha dado resultado a lo largo de su vida académica. Por ello debemos partir de la motivación intrínseca, pues ese deseo de aprender moviliza al estudiante  frente a las opciones presentadas por el docente. Claro está que no podemos obviar los casos en los que el estudiantado llega motivado y el docente se encarga de truncar todo deseo de aprender, pero en el presente ensayo se parte del interés y motivación del docente por enseñar a aprender.

Pero, ¿qué relación tienen los estilos de aprendizaje, la motivación y el aprendizaje autónomo?, acompáñenos a identificar cuál sería ésta.

Actualmente uno de los compromisos en las instituciones es desarrollar el aprendizaje autónomo. Pero esto no es solo un acto de buena voluntad, porque para el bachillerato es una exigencia plasmada en el Acuerdo  número 444  de fecha 21 de octubre del año 2008. En él, se establece  que el Aprendizaje Autónomo es una  competencia genérica a desarrollar en los estudiantes del nivel medio superior.

Ahora bien, ¿qué entendemos por aprendizaje autónomo? Desde la antigüedad el aprendizaje autónomo es un proceso utilizado por personajes como Sócrates y otros muchos, para explicar la realidad existente.

Posteriormente, se pensó que el aprendizaje autónomo permitiría a las personas solucionar problemas con metodologías y criterios elegidos, organizados y aplicados en consonancia con un plan.

Para De Miguel (2006), el aprendizaje autónomo está constituido por “…tres aspectos:

  • estrategias cognitivas  o procedimientos intencionales que permiten al estudiante tomar las  decisiones oportunas de cara a mejorar su estudio y rendimiento;

 

  • estrategias metacognitivas o de reflexión sobre el propio proceso de aprendizaje y

 

  • estrategias de apoyo referidas al autocontrol del esfuerzo y de la persistencia, o a promover condiciones que faciliten afectivamente el estudio”

 

Según Hans Aebli (Manrique; 2004), los pilares del Aprendizaje autónomo son el saber, el saber hacer y el querer.

El saber se refiere a conocer el aprendizaje propio, esto es clarificar los procesos de aprendizaje correctos. Que implica identificar debilidades y fortalezas y conocer su proceso de aprendizaje, o sea un “saber metacognitivo”.

El saber hacer, permite al estudiante comprobar el logro de su aprendizaje y controlar efectos de operaciones realizadas y de métodos aplicados.

El querer, hace referencia a que el estudiante esté convencido de la utilidad del procedimiento de aprendizaje y sobre todo querer aplicarlo.

Lileya Manrique Villavicencio (2004), cita a  Monereo, para quien la acción estratégica (aprendizaje estratégico) se caracteriza por la presencia de la “consciencia, adaptabilidad, eficacia y sofisticación.

  • Consciencia, el estudiante debe “pararse a pensar” sobre las consecuencias de una u otra opción. Es un proceso deliberativo que expresa las propias preferencias, estilos y modalidades de aprendizaje del aprendiz y de su productividad frente a diversas circunstancias.

 

  • Adaptabilidad, las condiciones en que se realiza el aprendizaje no son estáticas sino cambiantes, por tanto debe regular continuamente su actuación.

 

  • Eficacia, se refiere a una evaluación de las condiciones y objetivo a lograr para aplicar una estrategia y no otra en razón al costo-beneficio.
  • Sofisticación, una estrategia debe ir “madurando” a través de su repetida aplicación haciéndose más dúctil y eficaz, que lleva a una actuación del estudiante de mayor calidad.

 

Si partimos de lo propuesto por estos autores, hay un común denominador que nos orienta hacia los estilos de aprendizaje  y la motivación como aspectos a considerar en el desarrollo del aprendizaje autónomo. Pues éste requiere que la persona identifique cómo aprende de mejor manera, cuáles son sus debilidades lo cual puede identificar al saber cuál es su estilo de aprendizaje. Aunado a ello debe tener interés por aprender y aquí entra la motivación. Sin descuidar el hecho de saber qué estrategias de aprendizaje poner en marcha atendiendo a la naturaleza de los contenidos como veremos más adelante.

Y ahora la pregunta es, ¿cuál es el papel del docente como promotor del aprendizaje autónomo?.  Diríamos que cuando  el docente identifica los estilos de aprendizaje, le resultará más fácil seleccionar las estrategias de enseñanza que potencien los aprendizajes.

El docente  también orientará a los estudiantes respecto de la naturaleza de los contenidos, ya sean  declarativos o procedimentales, para en razón del estilo de aprendizaje y la naturaleza de los contenidos sugerir las estrategias que promuevan los aprendizajes. En este sentido coincidimos con Monereo (2007) cuando señala que el estudiante debe saber qué son las estrategias de aprendizaje, para qué sirven y qué pasos ha de seguir para ponerlas en práctica. Así como saber cuándo y cómo aplicar el conocimiento declarativo. Lo anterior permitirá al estudiante evaluar su proceso de aprendizaje.

Aunque no abordaremos estos conceptos en profundidad, nos permitimos enunciarlos a continuación.

 

El  conocimiento factual (Marzano: 2005) es aquél que hace referencia  a datos y hechos que proporcionan información verbal que se ha de aprender al pie de la letra. Por ejemplo el nombre de las capitales de los diferentes países, fórmulas en el campo de la química, nombres de autores que cultivan un género literario determinado, entre otros.

En el curso de Ética implicaría solo memorizar las aportaciones de cada pensador o filósofo,  y con que repitiera los datos,   sería suficiente. Sin embargo dados los objetivos del curso, con memorizar ad verbatim no es suficiente.

 

El conocimiento conceptual, se constituye a partir del aprendizaje de conceptos, principios  y explicaciones, que no han de aprenderse en forma literal, sino identificando  las características definitorias y las reglas que las estructuran.

El aprendizaje previo es necesario para comprender los significados de la información, para establecer relaciones entre la nueva información y los conocimientos previos, implica una elaboración y construcción personal.

El conocimiento declarativo puede darse a conocer utilizando organizadores o patrones de organización (Marzano: 2005) que permitan a los alumnos identificar las relaciones existentes entre los distintos datos. Algunos de esos patrones  son los patrones descriptivos de personas, lugares, cosas o situaciones; las secuencias de tiempo que nos permiten organizar eventos históricos en un orden cronológico específico; las relaciones de proceso/causa-efecto que permiten organizar la información en redes causales que llevan a un producto específico; los patrones de episodio que permiten organizar una cantidad importante de información como personas, escenario, duración y efectos del evento; los patrones de concepto que permiten organizar información en torno a una palabra que representa una categoría.

 

Construir sentido

Para ello se sugiere que el docente guíe una discusión, que se den pistas, utilizar la pausa de tres minutos: esto es detenerse después de 15 minutos, hacer una pregunta como “resume lo aprendido” y déle tres minutos para realizar el proceso; si los alumnos crean  imágenes mentales detalladas de la información  comentada, pueden mejorar su comprensión y retención y si aplican más sentidos a la vez, los resultados serán mejores.

Para promover el construir sentido se puede aplicar la estrategia S-Q-A, desarrollada por Donna Ogle en 1986. Esta es una estrategia de tres pasos:

  • Antes de leer, escuchar, observar o actuar, los alumnos identifican lo que saben (S) acerca del tema a estudiar.
  • Posteriormente hacen una lista de lo que quieren (Q) saber acerca de un tema a estudiar.
  • Después de realizada la actividad, los alumnos identifican y hacen una lista de lo que han aprendido (A). Según Marzano, esta lista puede incluir conocimiento nuevo y no previsto, respuestas a preguntas de la columna Q, y conocimiento que valide o invalide puntos que aparezcan en la columna S.

Con Díaz Barriga, lo encontramos como Cuadro C-Q-A.

 

El contenido procedimental hace referencia al saber hacer, a un saber práctico,  a la ejecución de procedimientos, estrategias, técnicas, habilidades y destrezas, entre otros.

Los procedimientos según Coll (Díaz Barriga Arceo: 2004) pueden ser definidos como un conjunto de acciones ordenadas y dirigidas hacia la el logro de una meta determinada.

Una habilidad hace referencia a un conjunto más general de pasos que son realizados en orden estricto y sin mucho pensamiento consciente  como el sumar, restar, mecanografiar y rasgar notas en la guitarra.

Los procedimientos pueden ser: la elaboración de resúmenes, de mapas conceptuales, de gráficas estadísticas, de ensayos o bien utilizar adecuadamente un microscopio, realizar una disección, por ejemplo. Son procesos que requieren de un pensamiento más consciente que una habilidad y estar atentos a lo que debe hacerse en los distintos momentos. Se considera que los procesos más generales o macroprocesos dan cuenta de un conocimiento procedimental que se compone de un número de habilidades. Un ejemplo es la lectura de comprensión, pero al ser la lectura un proceso muy general es necesario establecer conocimiento procedimental más específico como invitar al estudiante a crear imágenes mentales mientras lee o identifica el significado de una palabra que no conoce y después organiza la información en un denominado organizador gráfico.

Para adquirir e integrar el conocimiento procedimental, es necesario que los alumnos desarrollen la habilidad de desempeñar y usar actividades y procesos críticos, tanto habilidades y procesos físicos, como andar en bicicleta, así como habilidades y procesos mentales, como resolver una ecuación.

En “Dimensiones del Aprendizaje”, Marzano sugiere que para aprender una habilidad o un proceso, la primera fase es desarrollar un modelo; esto es si se aprende a andar en bicicleta lo más seguro es que alguien  haya mostrado primero cómo pedalear, cómo mantener el equilibrio antes de que el aprendiz lo intentara. En el caso del maestro se hace en forma semejante y lo que se sugiere es que el docente no omita pasos importantes para desempeñar los procedimientos requeridos. Por ejemplo presentar una serie de imágenes o símbolos que representen el aprender a pedalear una bicicleta.

El segundo paso es dar forma al conocimiento procedimental esto es, el proceso de hacer que una habilidad o un proceso sea “el tuyo”. Alguna de las estrategias que se sugieren para lograrl es preguntar a los estudiantes qué sucede cuando practican una habilidad, que están haciendo de manera incorrecta, animándoles a ofrecer sugerencias para mejorar o adaptar habilidades o procesos, hacer demostraciones, señalar errores comunes y  las trampas.

El tercer paso es interiorizar el conocimiento procedimental, esto es aprender las habilidades y procesos hasta llegar al punto en que se utilicen sin mucho pensamiento consciente, llegando al nivel de automaticidad. Por ejemplo pedalear la bicicleta después de varios intentos ya sin mirar cómo lo hace, pero teniendo buenos resultados. Otra estrategia es establecer horario de prácticas para que el alumno practique de manera gradual hasta que se apropie de manera natural de la nueva habilidad.

Ahora bien, para desarrollar procesos de razonamiento complejo se requiere profundizar en lo señalado hasta aquí, es decir no basta recordar información o desempeñar un procedimiento  de manera mecánica, luego entonces  es necesario incluir ocho procesos según Marzano  (2005) y ellos son la comparación, la clasificación, abstracción, razonamiento inductivo, el razonamiento deductivo, construcción de fundamento, el analizar errores y el análisis de perspectivas. Y se hace un señalamiento  importante, no se pueden abordar los ocho en un año escolar, se sugiere que sean tres o cuatro por año. Ello debido a que los estudiantes requieren tiempo para interiorizar lo aprendido.

En este apartado, se considera necesario iniciar señalando que entendemos por enseñanza aquél proceso de ayuda que se va ajustando en función de cómo ocurre el progreso en la actividad constructiva de los alumnos, esto es  “andamiar” el logro de aprendizajes significativos.

Para potenciar esos logros el docente ha de auxiliarse de las estrategias de enseñanza como las denomina Frida Díaz Barriga, las cuales son entendidas como procedimientos que el agente de enseñanza utiliza en forma reflexiva y flexible para promover el logro de aprendizajes significativos en el alumnado (Díaz Barriga; 2004).  Esas estrategias son pre, co y post instruccionales, esto es se utilizan por el docente antes, durante y después del proceso de enseñanza.
Así, después de identificar el tipo de conocimiento es necesario apoyar al  estudiante a seleccionar las estrategias que le permitan organizar la información antes, durante y después de recibirla.

 

Las estrategias preinstruccionales tienen como finalidad preparar al alumno en razón de qué y cómo va a aprender; lo cual permite recordar los conocimientos y experiencias previas que tengan relación con los temas y contenidos que serán abordados en una sesión: por ejemplo formular preguntas que guíen  la discusión acerca de un tema, la “tormenta de ideas” o señalizaciones.

 

Las denominadas estrategias coinstruccionales se utilizan durante el proceso de enseñanza y de aprendizaje, y tienen la intención de orientar la atención del alumno, así como permitirle que detecte la información principal, lo cual favorecerá una mejor codificación y conceptualización de los contenidos de aprendizaje y por ende la organización e interrelación de los conceptos importantes. Algunas de las  estrategias sugeridas son las ilustraciones, redes y mapas conceptuales, analogías y cuadros C-Q-A.

 

Las estrategias postinstruccionales se utilizan una vez que se ha concluido el abordaje de un tema o contenido y tienen como finalidad el permitir al alumno formar una visión sintética, integradora, así como una crítica del contenido abordado. Entre ellas podemos utilizar resúmenes finales, organizadores gráficos como los cuadros sinópticos y cuadros de doble columna, las redes conceptuales y los mapas conceptuales.

 

El siguiente paso es sugerir a los estudiantes estrategias de aprendizaje. Las que pueden definirse como procedimientos (conjunto de pasos, operaciones o habilidades) que un aprendiz emplea en forma consciente, controlada e intencional como instrumentos flexibles para aprender significativamente y solucionar problemas (Díaz-Barriga Arceo; 2004).

Los rasgos más característicos de las estrategias de aprendizaje son:

  • La aplicación de las estrategias es controlada y no automática, requieren de la aplicación del conocimiento metacognitivo y autorregulador.

 

  • La aplicación experta de las estrategias de aprendizaje requiere de una reflexión profunda sobre el modo de emplearlas.
  • La aplicación de las estrategias implica que el aprendiz sepa seleccionar  la apropiada de entre varios recursos y capacidades que tenga a su disposición.

 

 

Existen otras estrategias para aprehender y comprender la información, como los mapas mentales. Tony Buzan, psicólogo inglés diseña como estrategia para aprender el denominado Mapa Mental. La que muchos proponen para utilizar antes, durante y después de la explicación de un tema.

El Mapa Mental Es una manera de generar, registrar, organizar y asociar ideas tal y como las procesa el cerebro humano, para plasmarlas en un papel.

Esta técnica genera, organiza y asocia ideas, y tiene muchos beneficios como el ahorrar tiempo, estimular el desarrollo de la memoria, mantener el cerebro en acción, facilitar una visión global, entre otros.

Cuando diseñamos un mapa mental hemos de usar palabras claves e imágenes y con ello se ponen en juego los hemisferios izquierdo y derecho respectivamente, permitiendo el desarrollar el pensamiento creativo y  ahorrar tiempo para el estudio.

Para diseñar el mapa mental:

  • Se coloca la hoja blanca lisa en forma horizontal
  • Utilizar siempre una imagen central
  • Usar imágenes en toda la extensión del mapa mental
  • Utilizar varios colores por cada rama principal. Emplear un color por cada rama principal (mínimo seis)
  • Desarrollar la tridimensionalidad, líneas orgánicas, letras de diferentes tipos
  • Variar el tamaño de las letras, el tipo, las líneas y las imágenes
  • Las líneas centrales deben ser más gruesas
  • Preferentemente utilizar una palabra clave por  línea
  • Consigue que las imágenes sean claras
  • Escribir las palabras o dibujar las ramas en dirección de las manecillas del reloj
  • El papel siempre debe estar dispuesto en posición horizontal respecto de quien está diseñando el mapa mental, sin necesidad de hacer giros para leer su contenido

 Corresponde ahora mencionar las actividades y estrategias sugeridas en dos grupos a los que denominaremos grupo 1 y grupo 2,  cuya intención fue promover el desarrollo de los estilos de aprendizaje y el Aprendizaje autónomo.

Experiencia con el grupo 1, en donde se imparte la asignatura de Español II.

  • En la primer sesión, el docente llegó con el grupo de estudiantes asignado para trabajar durante un semestre. Acto seguido les propuso  presentarse diciendo nombre, escuela de procedencia, lugar de residencia, lugar en el que laboran y presentar a un compañero o compañera del grupo, siendo el docente el último en presentarse. Con la finalidad de conocer más a los estudiantes y saber las horas que pueden asignar a las tareas, búsqueda de información y trabajos en equipo.

 

  • Posteriormente se aplicó una evaluación diagnóstica y para finalizar el docente solicitó al estudiantado que resolviera el Cuestionario Honey-Alonso (CHAEA), que imprimieran los resultados de sus estilos de aprendizaje: Teórico, Reflexivo, Activo y Pragmático, mismos que entregarían en la siguiente sesión.
  • En la segunda clase, cada estudiante entregó sus resultados y quienes no, acudieron a la biblioteca para resolver dicho cuestionario, para tener los resultados. Incluyendo los resultados del docente.

 

  • Para la tercera sesión, el docente ya contaba con los resultados del grupo 1 (Español II) en donde el estilo preferente de 4 estudiantes era el Reflexivo, 3 Teórico, 16 Pragmático y 10 Activo. Con estos resultados el docente procedió a realizar ajustes a la planeación de actividades para todo el curso; esto derivado de que en la Dirección de la Escuela se solicitó la entrega de dicha planeación para inicio de semestre. Sin duda que lo idóneo es contar con más tiempo para realizar la planeación y los ajustes necesarios, atendiendo no solo a los estilos de aprendizaje del estudiantado, sino a los resultados de la evaluación de resultados después de aplicar las estrategias y desarrollar las actividades propuestas.

Como pueden percatarse el estilo preferente de los estudiantes es el Activo y el pragmático. Lo que implicó pensar en la importancia de sugerir actividades relacionadas con la estructuración de apuntes, resúmenes, mapas mentales, tarjetas (con las correcciones ortográficas) y un diario, con la intención de que los estudiantes organizaran la información y no  realizar ejercicios repetitivos, sobre todo para corregir ortografía. Pues el riesgo con quienes tienen esos estilos es que se aburren fácilmente y no concluyen trabajos a largo plazo. Además de que se sienten satisfechos cuando ven los resultados de forma inmediata.

Aunado a ello, el docente propuso el Taller como estrategia para abordar el tema de Redacción de Textos Personales, entre los que están: la carta, el curriculum vitae, el memorándum,  la carta de recomendación, la carta de solicitud de empleo. Buscando que los estudiantes activos y pragmáticos pudieran sentirse más cómodos y trabajar con mayor libertad, pero al mismo tiempo que se percataran de la importancia de identificar los conceptos y características de los textos personales (Contenido declarativo), escribirlos, para hacer la transferencia de dichos conocimientos al momento de realizar la redacción correspondiente.

Al conformar equipos se promueve el aprendizaje cooperativo, con la ventaja de que los estudiantes  con estilo de aprendizaje activo y pragmático muestran formas de trabajar distintas a quienes tienen un estilo teórico y reflexivo, y viceversa. Y cuando comparten información pueden valorar la importancia de la búsqueda de datos, qué autor aborda con mayor profundidad un tema y porqué es necesario consultar dos o más obras

 Para el caso de los estudiantes reflexivos y teóricos, la intención fue que tuvieran la oportunidad de mostrar lo que sabían, la información recabada y que tuvieran la confianza de participar activamente al momento de redactar (de forma individual y en grupo el documento) que le correspondiese al equipo de trabajo del que formaban parte.

Las actividades sugeridas fueron:

  • Realizar lectura previa del tema
  • Identificar conceptos y características de cada uno de los textos: la carta, el curriculum vitae, memorándum
  • Elaborar un mapa mental con la información que considerasen necesaria
  • Ya en sesión se organizaron equipos de trabajo y se les entregó una tarjeta que contenía el texto a redactar y el problema a resolver
  • El docente y estudiantado comentaron conceptos y características, aspectos de fondo y forma de los textos personales, usando para ello una presentación electrónica, así como un texto personal como ejemplo, de cada uno de ellos.
  • El docente Monitoreo el desarrollo de las actividades en los equipos.
  • El texto redactado por los integrantes del equipo se transcribió en computadora y se mostró al grupo, éstos  formularon preguntas para resolver las dudas existentes hasta ese momento e integrantes de los equipos y docente dieron respuesta.
  • Se solicitó a estudiantes cuyo estilo es activo y pragmático, realizarán una composición musical, cuya letra hiciera referencia a conceptos abordados en esa clase.
  • Posteriormente se solicitó a cada estudiante, redactara un oficio dirigido al director de la escuela en el que solicitaba revisión de examen.
  • Los estudiantes entregaron el borrador de la redacción respetando aspectos de forma y fondo.
  • El docente revisó los textos redactados, realizó las sugerencias necesarias y solicitó a los estudiantes que lo transcribieran en computadora y lo enviaran por correo electrónico para integrar el portafolios de evidencias del grupo. A partir de ese envío se realizaron algunas sugerencias para mejorar el trabajo, como ajustar texto, adecuar márgenes, corregir ortografía, entre otros.

Con esta estrategia, se permitió a los estudiantes pragmáticos y activos identificar los aspectos teóricos del tema, transcribir y comentarlos. Estableciendo que ello es importante para la adecuada transferencia o aplicación de lo aprendido. Y no tiene que ser aburrido. Además no se trata de ir en busca de una nueva tarea porque ésta ya resolvió sus inquietudes. Al mismo tiempo se percataron que localizar información en diferentes textos no es una actividad sin sentido, sino que es necesaria para contrastar información, encontrar diferencias, y así defender lo propuesto. Al revisar las sugerencias se verificaron algunos conceptos, lo que causó fastidio y enojo en algunos estudiantes, pues querían pasar a otro tema e irse a su casa, pero nuevamente se les solicitó que verificaran si había correspondencia entre lo teórico y lo práctico.

En cuanto a los estudiantes teóricos y reflexivos, se comentó la importancia de no solo aprender teóricamente los conceptos, sino entenderlos y aplicarlos. Haciendo hincapié en que un saber teórico da confianza al momento de realizar la aplicación, pero que si existe un error, de éste se puede aprender para mejorar. Que  no tuvieran temor a equivocarse, pues toda redacción es susceptible de mejorarse. Los compañeros con estilos de aprendizaje activo y pragmático los animaban para que participaran, además de que reconocieron el apoyo brindado por aquellos para la elaboración de la redacción y la defensa del trabajo durante la exposición. Lo que promovió un ambiente de confianza.

De manera general comentaron, acerca de la importancia de conocer esta información y realizar el ejercicio de redacción para contar con un referente y  aplicar ese conocimiento en su vida diaria o laboral.

 

Respecto del grupo 2, en el que se imparte la asignatura de Ética, la dinámica fue semejante, de tal suerte que el docente contó para la tercera sesión, con los resultados del cuestionario, que  permitieron identificar a  3 estudiantes reflexivos, 2 teóricos, 8 activos y 5 pragmáticos.

  • El docente también resolvió el cuestionario de Estilos de Aprendizaje, para identificar que estilos estaban predominando y realizar los ajustes ncesarios en la preparación de los materiales. Pues hay que considerar que de acuerdo con el estilo de aprendizaje predominante en el docente, es que selecciona y elabora materiales de enseñanza.

 

A partir de ello la estrategia que se utilizó para abordar el tema Conceptos de Hombre, fue la del Taller.

Las actividades sugeridas fueron:

  • Lectura previa del tema.
  • Elaborar un glosario con los términos cuyo significado desconocen.
  • Elaboración de un cuadro comparativo, antes de la sesión.
  • Ya en clase se organizaron equipos.
  • El docente preguntó a cada equipo qué tema les gustaría exponer, cuidando que no se repitieran los temas.
  • El docente solicitó a los integrantes de los equipos, nutrieran el cuadro comparativo elaborado de manera individual con las aportaciones de los compañeros y compañeras de equipo. Asimismo que comentaran la percepción que tenían de la teoría que les correspondió analizar.
  • En equipo eligieron al compañero o compañera que realizaría la exposición, apoyándole a responder las preguntas que de ella se derivaran.
  • En el pizarrón se  transcribió la información aportada por cada equipo, se explicó el tema y se respondieron preguntas
  • Posteriormente se comparó la información de cada equipo con la que llevó el docente. Esto permitió nutrir los datos que cada estudiante y equipo de trabajo aportaron.
  • Acto seguido los  estudiantes y docente analizaron cuál era el concepto de hombre que se acercaba a su concepción y por qué.
  • Finalmente se solicitó a los integrantes de un equipo, comentaran una noticia del día e identificaran que postura podría aplicarse para explicar las causas de “X” comportamiento.

Esta estrategia permitió a los estudiantes activos y pragmáticos reflexionar acerca de la importancia de redactar apuntes, obtener las palabras clave, conocer la explicación que dan los autores, para posteriormente asumir una postura. Quedando claro para ellos que las posturas teóricas deben ser el fundamento de su dicho, estén o no de acuerdo con ellas,  evitando en lo posible caer en falsas interpretaciones.

A los estudiantes teóricos y reflexivos, les posibilitó atreverse a asumir una postura son temor a equivocarse. Entendiendo que cada teoría es compleja y nunca una propuesta acabada, así que ellos y ellas podían estar o no de acuerdo con lo propuesto por los autores, pues el hecho de que esté escrito en un texto no lo convierte en un saber absoluto. Y que analizar lo establecido en diferentes teorías, por diversos autores hace factible construir una teoría enriquecida o en su caso constituirse como un simple referente de una época y cultura determinada.

 

Conclusiones

Es pertinente señalar que lo expuesto con antelación no aplica para todos los casos, pues debe atenderse a características disciplinares, a los estilos de aprendizaje del profesor, el modelo educativo de la institución, así como su infraestructura y desde luego al contexto en que se desarrolla la actividad de aprendizaje y de enseñanza.

Un aspecto administrativo, es el tiempo asignado a la identificación de los estilos de aprendizaje del estudiantado. Es necesario exista la flexibilidad en  los tiempos para entregar planeación de clase (sobre todo si se entrega la planeación de todo el curso a inicio de semestre), así como para realizar los ajustes pertinentes y necesarios conforme al desarrollo de los estudiantes. Lo anterior para que no exista disonancia entre lo que se planea, se realiza en el aula, lo normativo en la institución y las evaluaciones externas de que son objeto las instituciones educativas para acreditarse o certificarse.

Se sugiere que el docente tenga el referente teórico necesario respecto de los Estilos de Aprendizaje y que  resuelva el cuestionario, para identificar cómo sus estilos de aprendizaje determinan las características de su enseñanza. Luego entonces, si tiene el referente teórico, los resultados de su cuestionario y el del estudiantado, se le facilitará seleccionar las estrategias de aprendizaje y enseñanza, así como las características que deben reunir los materiales diseñados, de tal suerte que promuevan los aprendizajes significativos y el desarrollo de competencias.

Considerar la naturaleza de los contenidos, bien sean declarativos o procedimentales, así como los objetivos del tema le acercarán más todavía en la selección de las estrategias de aprendizaje y de enseñanza que promuevan los aprendizajes y competencias establecidos en el programa de la asignatura.

Estamos conscientes de que lo enunciado y explicado en éste texto tiene muchas aristas que no se abordaron y que es necesario considerar, así que vamos a seguir investigando, entendiendo que el aprendizaje y la enseñanza son procesos complejos (Morin: 2005) y en constante cambio.

Bibliografía

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[a] Profesora de la Escuela Preparatoria No. 4

[b] Profesor de la Escuela Preparatoria No. 4