La obra musical de Abundio Martínez

Resumen

El compositor huichapense Abundio Martínez fue expositor del romanticismo musical de fines del siglo XIX y principios del XX en México. A pesar de que su vida es poco conocida, el legado de su obra es extenso y variado. A partir del estudio de los títulos de sus composiciones podemos darnos cuenta de sus propios intereses y del contexto sociocultural de esa época.


Palabras clave: Abundio Martínez, Huichapan, música romántica, siglos XIX y XX

Abstract

The composer huichapense Abundio Martinez was exhibitor of musical romanticism of the late nineteenth and early twentieth centuries in Mexico. Although his life is little known, the legacy of his work is extensive and varied. From the study of the titles of his compositions we figure out their own interests and the socio-cultural context of that time.


Keywords: Abundio Martínez, Huichapan, romantic music, nineteenth and twentieth centuries

Los datos biográficos de Apolonio Abundio de Jesús Martínez Martínez son escasos.[1] Se sabe que nació en Huichapan en el Barrio de Santa Bárbara el 8 de febrero de 1865. Su padre, José María Martínez, fue Director de la Banda de Música de Huichapan y de él aprendió solfeo, armonía y contrapunto. Su actividad ocasional como integrante de la banda lugareña la combinaba con la venta de cajitas y costureros de madera que vendía cada tianguis dominical por unos cuantos centavos.[2]

Casa donde nació Abundio Martínez

Huichapan, Hgo.

Posteriormente se trasladó a Polotitlán, Estado de México, para dirigir la banda de música de esa localidad. Es conocida la pintura de Máximo Pacheco donde aparece Abundio Martínez al frente de esta banda.

“Banda dirigida por el compositor Abundio Martínez – Polotitlán Noviembre 21 de 1892” Autor: Máximo Pacheco Técnica: Óleo sobre tela Medidas: 57 x 77 cms. Localización: Casa de la Cultura, Huichapan, Hidalgo

Polotitlán destacó por las cualidades sus habitantes, por ser gente trabajadora y con una extensa cultura, por lo que por decreto de 1878 se le agregó el título de la Ilustración. Abundio contaba con 27 años de edad.

Con el deseo de perfeccionar sus conocimientos musicales, sobre todo del piano y del violín, llegó a Pachuca, donde conformó una orquesta cuyos integrantes eran señoritas hidalguenses de la clase acomodada.

Tiempo después decidió vivir en la ciudad de México para continuar tocando y componiendo música, ahí ingresó a la Banda de Zapadores que dirigía el maestro Miguel Ríos Toledano en 1892. De inmediato destacó como compositor prolífico y multifacético, ya que compuso obras en diversos géneros como danzas, danzones, himnos, marchas, pasodobles, polcas, choties, two-step, cake walk, valses y música instrumental para cámara y para banda.[3] Tocó varios instrumentos, como el piano, la flauta, el violín, la guitarra, el chelo, el clarinete y la mandolina.

Los términos two-step, cake walk, pasodobles, al igual que las danzas, danzones, polcas, valses, hacen referencia a tipos de bailes y a los ritmos que se seguían al bailar, algunos dando saltos como en el cake walk o más rítmicos como en el pasodoble o en el two-step (antecedente del foxtrot). La música que acompaña estos bailes adquirió la misma denominación.

De la música que compuso para banda, destacan los valses En alta mar y Arpa de oro, la danza Cuatro danzas y el pasodoble flamenco Hidalguense. Hay que enfatizar que los pasodobles formaron parte del repertorio de las bandas de música, y generalmente se utilizaba en los desfiles militares o en las corridas de toros. De aquí que el pasodoble flamenco Hidalguense de Abundio Martínez sea representativo de las fiestas taurinas.

Por algunas de las dedicatorias de sus obras podemos ver que Abundio Martínez comulgaba con las ideas revolucionarias y simpatizaba con los héroes y mártires del movimiento Francisco I. Madero y José Ma. Pino Suárez. Hay que destacar que su danza Inmortales la haya dedicado a los muertos en la guerra de 1913 y a sus grandes héroes, refiriéndose a los sucesos de la Decena Trágica.

Algunas de sus obras las ofreció a personajes de la época, como al Gobernador de Hidalgo Pedro L. Rodríguez, presidente honorario de la Sociedad Recreativa Hidalguense, el pasodoble flamenco Hidalguense, también al mismo Gobernador le entregó su vals Florescencia de amor, al líder de la Revolución Francisco I. Madero el himno Democracia y a Melchor Ocampo la marcha two-step Lindas hidalguenses.

Sin embargo, sus obras más famosas las dedicó a Porfirio Díaz (el vals Arpa de oro), a Carmen Romero Rubio de Díaz (el vals En alta mar) y al General Bernardo Reyes (el vals Noche apacible), con el fin de obtener recursos para sobrevivir, esfuerzo que se tradujo sólo en una felicitación.

Abundio Martínez conoció y mantuvo amistad con importantes intelectuales, poetas y músicos de la época, como Velino Miguel Preza, Director de la Banda de Ingenieros y la Banda de Policía, a quien le dedicó su marcha En la campaña y al músico compositor Julián Carrillo, creador del Sonido 13, le ofreció el vals La imagen que soñé.

A los poetas Fernando Celada, Leonardo Pardo, Ramón N. Franco, Carlos Ezeta, Julián F. del Campo, Julio Sesto y Salvador Quevedo les brindó su vals En el espacio. De manera especial dedicó su vals Liras hermanas al eminente poeta Juan de Dios Peza, lo mismo que al poeta español Julio Vicente y Sesto su vals Poesía, y a las inspiradas poetisas Mercedes Castorena el vals Pasajes de la vida y a Carlota Antuna Borrego la danza para voz y piano En tu tumba. Seguramente algunas de las poesías de estos escritores sirvieron de inspiración a la música compuesta por Abundio Martínez.

Entre los artistas, no escapó de su gusto la simpática María Conesa a quien le dedicó su vals Lo infinito y al torero Vicente Segura el pasodoble flamenco Torero hidalguense.

El compositor huichapense compuso algunas obras con nombre de mujeres como las danzas para voz y piano Margarita y María Luisa y los  choties Consuelo y Esther, y numerosas obras dedicadas a mujeres, de las que se pueden citar la danza Cuatro Danzas a sus discípulas Margarita Pazco, Anita Pazco, Matilde Jiménez y Celerina Jiménez, y a las señoritas Amparo Álvarez, Luz Álvarez, Dolores Zamora y Raquel Álvarez; la danza Las Tres Artistas a las señoritas Luz Recinos, Dolores Torres y María Luisa Espinosa; las danzas para voz y piano En el cielo me hace soñar a la señorita Laura Pérez, Luna de octubre a las señoritas Ángela y Trinidad García, Margarita a Margarita Castro, Morir de amor a Jovita Soriano y Que lindo pie a la señorita Loreto Carvajal Romero; la marcha two-step La Jaliciense a la bella señorita jaliciense Virginia Garnica; la polca Cuca a la señorita Refugio Vásquez; la polca pasodoble La paz de México a la señora María Garay de Chousal; los choties Consuelo a la señorita Consuelo C. Cadena y Esther a la señorita Esther Rosales; los valses A la luz de la luna a la señorita Elisa de la Garza, Con el alma a Soledad Sánchez, Muchachas y flores a la señorita Rosario Ortega y Bardet, Soñar lo bello a la señorita María de F. Alpuche y Sufriendo de amor a la señora Susana Portilla.

Como una moda del romanticismo de la época, Abundio Martínez fue un músico romántico y, como vemos, mucha de su obra hace referencia o está dedicada a las mujeres.

Pero Abundio Martínez se interesó también en temas relacionados con la patria mexicana, el americanismo y los sucesos y personajes históricos que podemos observar en los himnos Democracia e Himno a Juárez, la marcha En la campaña, la marcha two-step Cielo mexicano, las marchas pasodoble Ejército mexicano y El Congreso Pan-Americano, el pasodoble two-step El escudo americano, el pasodoble  flamenco México nuevo y las polcas pasodobles La paz de México y Unión y Progreso.

El estado de Hidalgo está presente en sus pasodobles flamencos Hidalguense y Torero Hidalguense, incluso en la marcha two-step Lindas hidalguenses. La música instrumental tanto para banda como para cámara, así como los valses, contienen temas diversos.

No se sabe a ciencia cierta cuántas obras compuso Abundio Martínez, quizá alrededor de cien, y su música fue interpretada por diversas bandas de música. La Banda de Rurales de Pachuca, antecedente de la Banda del Estado, tocó el día de su inauguración el 21 de enero de 1901 en la Plaza Independencia en Pachuca el vals En alta mar y el chotis Junto a un ángel de Abundio Martínez.[4] Algunas obras del compositor de Huichapan fueron interpretadas posteriormente por esta Banda como el Himno a Juárez, con letra de Julio Sesto, para conmemorar los aniversarios luctuosos de Benito Juárez.[5]Sus  marchas, al igual que sus pasodobles, fueron tocadas por bandas militares, por ejemplo, la Banda de Artillería de Ricardo Pacheco y la Banda de Policía de Velino M. Preza, incluso la Banda del Estado a partir de su primer director Candelario Rivas.

En un principio, Miguel Ríos Toledano sugirió a Abundio Martínez que la Casa Editorial H. Nagel Sucesores le publicara sus obras,[6]  aunque hubo después otras que se encargaron de editarle como Otto y Arzoz Editores, Promotora Hispano Americana de la Música S. A., Enrique Heuer y Compañía Sucesores, Tipografía Literaria, American Piano Co. S. A., Repertorio Musical Menzel, Ediciones Escogidas, Enrique Munguía Editor, Braulio Acosta, y especialmente A. Wagner y Levien Sucs., que le publicó el mayor número de sus obras.

A pesar de que Abundio Martínez no tuvo estudios formales de música, se  le ha considerado como un exponente creativo e innovador al romanticismo de la época. En su música habría que admirar su extensión emotiva, su ternura, su originalidad y su dinámica de expresión y comunicación.[7] Manuel M. Ponce dijo que en cada una de sus creaciones, había un alto espíritu de elegancia.[8]

El poeta español Julio Sesto, amigo cercano a Abundio Martínez, narra en su obra La Bohemia de la Muerte la vida del compositor:

Abundio Martínez, un hombre que, por sus características en conjunto, resulta el prototipo del artista bohemio mexicano, con todas las auroras del alma lírica y con todos los crepúsculos violáceos del infortunio. Abundio fue lo fenomenal, lo desconcertante, lo incomprensible y lo inexplicable. Con su mérito, con su desgracia, con su riqueza mental y anímica y con su pobreza habitual y lamentable, él sólo sintetiza a México. Fue su mayor representativo en todos los órdenes. Era un resumen asombroso de facultades artísticas, empezando por la creadora, y un resumen de desdichas raciales.[9]

La pobreza siempre acompañó al músico:

Esto de la renta siempre fue la pesadilla de Abundio. Tanto, que en los últimos días de su vida, la casa Wagner decidió pagarle al maestro la renta de la casa, para que viviera tranquilo. Además, la misma casa Wagner le regaló un piano de cola, con lo cual ya no tenía el maestro que componer en su armonium veterano de columna al centro, que tenía pocas octavas, y en el que nacieran, sin embargo, las mejores composiciones.[10]

Podemos pensar que en su época el músico compositor fue conocido, aunque no reconocido, ya que todo repertorio contaba con alguna de sus obras, pero a pesar de su extensa obra, Abundio Martínez murió pobre el 27 de abril de 1914  a los 49 años de edad en la ciudad de México. Fue sepultado en el Panteón Civil de Dolores.

Así se refirió Teodomiro Manzano en sus Anales del Estado de Hidalgo:

1914. Abril 27. Lunes. Muere en México el popular compositor huichapeño [sic] Abundio Martínez a consecuencia de una tuberculosis aguda. Murió muy pobre no obstante que escribió varias piezas musicales que se han tocado y aún se tocan en toda la república. La casa Wagner editó casi todas las composiciones del inspirado compositor dejando a la casa pingües utilidades.[11]

Leopoldo Guerrero Trejo dice que Abundio Martínez siempre vivió sumergido en una modestia que casi tocaba los umbrales de la miseria y lo definió como hombre delgado y enfermizo, de rostro trigueño  con marcadas cicatrices de viruela de angulosas facciones labios prominentes y ralo bigote, contrastaba con su innato complejo de inferioridad: siempre prefirió la anonimidad a la ostentación. La calidad de sus composiciones mereció la admiración y reconocimiento de prominentes autoridades en materia musical tanto nacionales como extranjeras.[12]

Abundio Martínez

Para conmemorar el 79 aniversario del natalicio de Abundio Martínez, se develó una placa en la casa del compositor en Huichapan el día 19 de febrero de 1944. Tal acto fue presidido por el Lic. José Lugo Guerrero, Gobernador del Estado y por el Lic. Javier Rojo Gómez, Jefe del Departamento del Distrito Federal. El programa celebrado fue el siguiente:[13]

  1. Obertura, por la Banda del Estado.
  2. Palabras por el maestro Manuel M. Ponce.
  3. En Alta Mar de Abundio Martínez, por la Banda del Estado bajo la dirección del compositor Jesús Corona.
  4. Semblanza de Abundio Martínez, por el maestro Mario Talavera.
  5. Arpa de Oro de Abundio Martínez, por la Banda del Estado dirigida por el maestro Mario Talavera.
  6. Discurso por el Sr. Rafael Vega Sánchez.
  7. Hidalguense marcha de Abundio Martínez, por la Banda del Estado bajo la dirección del maestro Alfonso Esparza Oteo.
  8. Anécdotas de la vida de Abundio Martínez, por el profesor Fernando Rubio Lugo.
  9. Descubrimiento de la placa conmemorativa en la casa donde nació Abundio Martínez por el Sr. Lic. Javier Rojo Gómez.
  10.  Colocación de la primera piedra del monumento a Abundio Martínez por el Sr. José Lugo Guerrero, Gobernador del Estado.

Placa en la casa de Abundio Martínez

En este lugar nació el ilustre compositor hidalguense ABUNDIO MARTÍNEZ, el día 8 de febrero de 1865. Javier Rojo Gómez Jefe del Departamento del Distrito Federal y José Lugo Guerrero Gobernador Constitucional del Estado, dedican esta placa como homenaje a su memoria. Huichapan, Hgo., 8 de febrero de 1944.

Posteriormente, se develó otra placa de bronce en el kiosco que lleva el nombre de Abundio Martínez en el Jardín Zaragoza. En esa ocasión el maestro Ponce se refirió a la música del huichapense como alegre, sentimental, autóctona, que llevaba los dolores de la raza, ritmos andaluces, que Abundio Martínez tenía el don de la melodía en sus valses comparables sólo con los de Strauss. [14]

Al finalizar el evento se llevó a cabo un banquete en el Centro Escolar, una novillada y un baile en la casa del Lic. Rojo. Entre los invitados figuraron el  señor Oscar Snecke de la embajada de Chile en México, el tenor Pedro Vargas, el poeta Ricardo López Méndez, el escritor Gutierre Tibón, además de diputados, periodistas y numerosas personas.

En un momento emotivo Rafael Vega Sánchez ofreció un discurso refiriéndose al compositor como una conjugación del romanticismo y la bohemia [que] tienen su patriciado de dolor y de esfuerzo; y en estos dos aspectos esenciales culmina Abundio Martínez en la faceta más firme del heroísmo. Pero, a la vez, su música es nítida, con dulces agilidades de jilguero, como vuelo de mariposas en enjambre, como caricia de follaje, como diálogo de almas. [15]

La música de Abundio Martínez llegó a ser parte de la cultura popular y nacional. Según el profesor Raúl Guerrero en la década de los treinta del siglo XX los cilindreros tocaban afuera de las pulquerías los famosos valses En alta mar y Arpa de Oro del compositor huichapense. [16] 

Abundio Martínez, a pesar de su origen humilde y su característica pobreza, logró destacar como músico y compositor, ya que se conoce más de sus obras musicales que de su propia vida. Su música es resultado de las condiciones sociales que vivía el país a fines del siglo XIX y principios del siglo XX, antes, durante y después de la Revolución. El vacío que provocó este movimiento fue llenado por un sentimiento nacional y un enaltecimiento de las raíces indígenas. Los estilos musicales extranjeros, sin embargo, no estuvieron exentos en este proceso, por lo que se mezclaron formas musicales europeas y nacionales. En la obra de Abundio Martínez se refleja este mestizaje musical basado en el folklore mexicano y el estilo romántico europeo de la época. Destaca en su producción la música para bandas, por su primera enseñanza en la banda de su padre y posteriormente en la Banda de Polotitlán. Numerosas bandas de música tocaron y aún tocan sus composiciones.

Quizá la mejor forma de salvar del olvido a Abundio Martínez es conocer y difundir su música, escucharla será el mejor reconocimiento que hagamos a este gran compositor huichapense.

Bibliografía

Chapa Bezanilla, María de los Ángeles, “Vida y Obra de Abundio Martínez”, Encuentro Mexicano de la Canción Mexicana, Tlalpan, México, 2011.

Cheín Salinas, Pilar, Carlos Alberto Badillo y A. Chehín Salinas, Abundio y su Musa… Cuéntame de Abundio Martínez, Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Hidalgo, Gobierno del Estado de Hidalgo, México, 2011.

Guerrero, Raúl, El Maguey “árbol de las maravillas”, Museo Nacional de Culturas Populares, INI, SEP, DGCP, Gobierno del Estado de Hidalgo, México, 1988.

Manzano, Teodomiro, Anales del Estado de Hidalgo. Segunda parte (1869 a marzo de 1927), Comisión Especial Interinstitucional para conmemorar el Bicentenario de la Independencia Nacional y el Centenario de la Revolución Mexicana de 1910, Gobierno del Estado de Hidalgo, 2009.

Moreno Rivas, Yolanda, Historia de la música popular mexicana, Los Noventa. Alianza Editorial Mexicana, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, México, 1979.

Pérez López, Abraham, Diccionario Biográfico Hidalguense, Tomo II, Comisión Especial Interinstitucional para conmemorar el Bicentenario de la Independencia Nacional y el Centenario de la Revolución Mexicana de 1910, Gobierno del Estado de Hidalgo, 2010.

Periódico El Observador 18 de febrero de 1944, pp. 1-2. 25 de febrero de 1944, pp. 1-3. 4 de marzo de 1944, p. 3.

Periódico Oficial del Gobierno del Estado de Hidalgo Tomo XXXIV, Núm. 5, 16 de enero de 1901, p. 1. Tomo XLIX, Núm. 27, 24 de julio de 1916, p.1.

Rivas Paniagua, Enrique, Arpa de Oro. Catálogo de Composiciones de Abundio Martínez, Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Secretaría de Educación Pública/FOMES, Pachuca, Hidalgo, 2000.

Rublúo, Luis (recop.), El compositor Abundio Martínez (Un símbolo mestizo), Gobierno del Estado de Hidalgo, Casa Hidalguense de la Cultura, Colección Toltécatl 1, Pachuca, 1976.

Sesto, Julio, La Bohemia de la Muerte: biografías y anecdotario pintoresco de cien mexicanos célebres en el arte, muertos en la pobreza y el abandono, y estudio crítico de sus obras, Editorial “Tricolor”, México, 1930.



[1] Ver por ejemplo los trabajos de Rublúo, Luis, El compositor Abundio Martínez (Un símbolo mestizo, Gobierno del Estado de Hidalgo, Casa Hidalguense de la Cultura, Colección Toltécatl 1, Pachuca, 1976, y Rivas Paniagua, Enrique, Arpa de Oro. Catálogo de Composiciones de Abundio Martínez, Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Secretaría de Educación Pública/FOMES, Pachuca, Hidalgo, 2000.

[2] Chapa Bezanilla, María de los Ángeles, Vida y Obra de Abundio Martínez, Encuentro Mexicano de la Canción Mexicana, Tlalpan, México. 2011.

[3] Referencias al catálogo y compilación del maestro músico Alejandro Chehín Salinas. Ver Cheín Salinas, Pilar, Carlos Alberto Badillo y A. Chehín Salinas, Abundio y su Musa… Cuéntame de Abundio Martínez, Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Hidalgo, Gobierno del Estado de Hidalgo, México, 2011, y Moreno Rivas, Yolanda, Historia de la música popular mexicana, Los Noventa, Alianza Editorial Mexicana, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, México, 1979.

[4] Periódico Oficial del Gobierno del Estado de Hidalgo, Inauguración, Tomo XXXIV, Núm. 5, Enero 16 de 1901, p. 1.

[5] Periódico Oficial del Gobierno del Estado de Hidalgo, 24 de julio de 1916, Tomo XLIX, Núm. 27, p.1.

[6] Pérez López, Abraham, Diccionario Biográfico Hidalguense, Tomo II, Comisión Especial Interinstitucional para conmemorar el Bicentenario de la Independencia Nacional y el Centenario de la Revolución Mexicana de 1910, Gobierno del Estado de Hidalgo, 2010, pp. 109-110.

[7] Chapa Bezanilla, María de los Ángeles, Vida y Obra de Abundio Martínez.

[8] Chapa Bezanilla, María de los Ángeles, Vida y Obra de Abundio Martínez, citando a Manuel M. Ponce.

[9] Sesto, Julio, La Bohemia de la Muerte: biografías y anecdotario pintoresco de cien mexicanos célebres en el arte, muertos en la pobreza y el abandono, y estudio crítico de sus obras, Editorial Tricolor, México, 1930, p. 75.

[10] Sesto, Julio, La Bohemia de la Muerte…, p. 87.

[11]Manzano, Teodomiro, Anales del Estado de Hidalgo. Segunda parte (1869 a marzo de 1927), Comisión Especial Interinstitucional para conmemorar el Bicentenario de la Independencia Nacional y el Centenario de la Revolución Mexicana de 1910, Gobierno del Estado de Hidalgo, México, 2009, pp. 137-138.

[12] Periódico El Observador, Abundio Martínez por Leopoldo Guerrero Trejo, Sábado 4 de marzo de 1944, Pachuca, Hgo., p. 3.

[13] Periódico El Observador, Ceremonia en honor del ilustre compositor Abundio Martínez, Viernes 18 de febrero de 1944, Pachuca, Hgo., pp. 1-2.

[14] Periódico El Observador, Cálido Homenaje en Huichapan al compositor Abundio Martínez, Viernes 25 de febrero de 1944, Pachuca, Hgo., pp. 1-2.

[15] Periódico El Observador, Recordando a Abundio Martínez por Rafael Vega Sánchez, Viernes 25 de febrero de 1944, Pachuca, Hgo., p. 3.

[16] Guerrero, Raúl, El Maguey árbol de las maravillas, Museo Nacional de Culturas Populares, INI, SEP, DGCP, Gobierno del Estado de Hidalgo, México, 1988, p. 152.

[a] Profesora investigadora del Instituto de Artes.


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