La influencia del tango en el repertorio de la flauta: el caso de histoire du tango

Resumen

La flauta transversal moderna no siempre fue uno de los primeros instrumentos que se utilizaron en los géneros modernos de la música, como el jazz, el pop o la música latina, pero con el tiempo se convirtió en una parte integral de estos géneros y muchos otros. En lo que respecta al tango, la flauta fue de hecho uno de los instrumentos originales que se usaron en sus primeras etapas que van entre 1905 y 1920. Posteriormente y a medida de que el tango fue ganando popularidad entre las clases sociales más elevadas, su interpretación se trasladó a salones de baile de mayores dimensiones y la flauta fue sustituida por una sección de cuerdas más adecuada a la acústica de los nuevos espacios. El entrenamiento intensivo de Astor Piazzolla (1921-1992) en la música académica le hizo posible integrar los elementos propios de este tipo de música en la música popular argentina. El resultado fue una nueva forma de música que tenía estructura y dirección, lo que hizo posible que los músicos académicos la consideran para ser interpretada en las salas de conciertos y recitales. En el caso de Histoire du Tango, Piazzolla creó una ingeniosa obra en varios movimientos para ilustrar la historia del tango y que ésta pudiera ser conocida por el oyente. En esta obra es posible constatar el avanzado nivel de conocimiento que el compositor llegó a tener de la flauta, considerando tanto sus posibilidades sonoras, sus diferentes registros, la variedad de articulaciones y las dinámicas posibles en el instrumento. Esta obra conserva al mismo tiempo un elemento de tango que hace muy agradable su estudio y ejecución.


Palabras clave: Música, tango, flauta, Piazzolla, Argentina.

Abstract

Modern transverse flute was not always one of the first instruments used in modern music genres such as jazz, pop and Latin music, but eventually it became an integral part of these genres and many others. Regarding the tango, the flute was actually one of the original instruments used in its early stages ranging between 1905 and 1920. Subsequently, as tango was gaining popularity among the highest social classes, its performance moved to larger dance halls and the flute was replaced by a string section. The intensive training of Astor Piazzolla (1921-1992) in academic allowed him to integrate the elements of the academic music into de popular Argentinian music. The result was a new form of music that had structure and direction, which made it possible for academic musicians performed it in concert halls and recitals. In his composition, Histoire du Tango, Piazzolla created an ingenious work in several movements to illustrate the history of tango. It is possible to notice the advanced level of knowledge that Piazzolla had of the instrument, its sonic possibilities, different registers, the variety of articulations and dynamics. This work retains the characteristics of tango music while it becomes a very nice study piece for flute students.


Keywords: Music, tango, flute, Piazzolla, Argentina.

Desarrollo histórico del tango

Es inevitable que todos los géneros musicales se desarrollen y se transformen en algo que puede ser muy diferente a su forma original; en este sentido el tango no fue la excepción.

Mark Brill (2011) documenta que los primeros rastros de la palabra tango se remontan a 1616, cuando el baile africano fue prohibido por la diócesis Catedral en Montevideo. Durante la época de la colonización española, se conocía como tangos a las reuniones musicales que se llevaban a cabo en las comunidades de origen africano situadas en Buenos Aires y Montevideo (Spínola, 2013).

A pesar de que esta versión primitiva del tango tiene muy pocas similitudes con el tango que conocemos hoy en día, es interesante observar que hubo restricciones impuestas a incluso las más antiguas formas de tango. Este fue también el caso cuando el tango resurgió en la década de 1900 y fue visto como una forma lasciva de entretenimiento que sólo era apto para las clases sociales más bajas.

Antes de que el tango se estableciera como un género propio, existía una forma musical llamada milonga, que era un tipo de canción y baile que tenía un ritmo más rápido que el tango y era por lo general en compás binario, que alentaba a una mayor relajación en los cuerpos de los bailarines. Estas obras eran canciones que se ejecutaban en reuniones sociales en las comunidades o en reuniones privadas, en cantinas y en burdeles.

Mientras que la milonga todavía existe en algunos países de América del Sur, esta forma musical allanó el camino para su sucesor mucho más popular, el tango. Esta es considerada como una de las más importantes transformaciones de la música argentina

El tango pasó por muchas alteraciones y se puede dividir en tres períodos distintivos:

1. Guardia Vieja, que comenzó a partir de orígenes de tango y duró hasta 1920.

2. Guardia Nueva, entre 1920-1955.

3. Nuevo Tango, que se inició a partir de 1955 y fue dirigida por Astor Piazzolla.

Se puede decir que el tango nace propiamente en con la Guardia Vieja en la década de 1890 cuando aparecen las primeras partituras impresas y se independiza de la milonga (Gobello, 1999).

Al principio el tango se asoció con las clases bajas, mafiosos, proxenetas y prostitutas. Por esta razón, los argentinos de las clases media y alta no se identificaban con este género musical que comenzó a aparecer ya en el siglo XIX. Mientras que la clase media finalmente empezó a aceptar al tango dentro de la generación de la Guardia Vieja, la clase alta no sucumbió al ritmo provocativo de este género musical. En última instancia, no fue hasta la popularización de tango en Europa, en especial en París, que toda la sociedad argentina aceptó una forma de tango más limpia y menos controversial forma de tango.

Un instrumento musical que se volvió emblemático del tango fue el bandoneón que se integró a los ensambles tangueros en la primera década del siglo XX. La inclusión de este instrumento, el tango adquirió un sonido propio que lo caracterizaría permanentemente.

La inclusión del bandoneón en los conjuntos de música popular coincidió con un cambio de ritmo y de articulación que impuso una ejecución lenta y ligada. El arrastre de las notas y el ligado continuo, le quitó la vivacidad saltarina al tango, tornándolo moroso y lento. El tango saltarín y compadrito es un efecto que se obtiene tocando staccato-picado y los bandoneonistas estaban muy lejos de lograr tal forma de ejecución por su escaso dominio del instrumento (Zucchi, 2013, parr. 14)

La exportación del tango a Europa ocurrió en la década de 1910 junto con la incorporación de músicos mejor preparados que eran acompañados por bailarines. Grupos musicales realizaron giras por España, Italia y Francia. Poco después la moda del tango alcanzó a Estados Unidos y se popularizó por medio de las películas de Hollywood.

La Guardia Nueva fue el periodo de mayor difusión mundial del tango y comienza a manifestarse los diferentes estilos de los artistas. Fue durante este período que el tango se estableció como un elemento básico de la cultura argentina. Apoyado con la masificación de la comunicación a través de la radio y el cine sonoro, el tango llegó cada vez a más personas que se encontraban en lugares donde no existían grupos musicales que pudieran reproducir esta música en vivo.

Un cambio importante que se hizo evidente durante esta época fue el aumento del número de músicos profesionales. El tango había sido conocido previamente por ser extremadamente libre e improvisado, pero intérpretes y compositores comenzaron a trabajar en un nivel mucho más alto y como resultado se añadió una estructura y una serie de pautas para este género.

Esa época renovó el tango, lo que determinó las primeras diferencias estilísticas con relación a la corriente tradicional. Con esos profesionales de gran capacidad y calidad, la música se tornó más refinada y elaborada. Los evolucionistas impusieron un compás mucho más firme. Surgieron, entonces, solistas virtuosos con sólida formación musical (De Andrade, 2013, parr. 1).

Los músicos tuvieron que estudiar armonía y contrapunto y aplicar los nuevos conocimientos para enriquecer la interpretación del tango. La demanda de una mayor responsabilidad y la disciplina impuesta por la música, así como la necesidad de ser capaz de leer música, aumentó el nivel de profesionalismo de los músicos. El panorama musical era muy diferente al de treinta años atrás, cuando había un trío o un cuarteto improvisando con una sola partitura en el piano. En esos años los músicos académicos miraban hacia los ejecutantes de tango con desprecio. Pero más tarde los violinistas que había dominado el tango tocaban en orquestas sinfónicas. La calidad profesional de los músicos de tango había mejorado mucho.

La máxima figura del tango en esos años fue el cantautor Carlos Gardel (1887-1935). En 1925 el cantante se convierte en solista y realiza una meteórica carrera que lo llevaría a la cima de la popularidad hasta su muerte provocada por un accidente de aviación. Gardel aprovechó una nueva forma de entretenimiento masivo: el cine sonoro. Actuó en varias películas norteamericanas que lo convertirían en un ídolo popular.

Los teatros Olmedo de Guayaquil y Edén de Quito, salas de estreno de la firma Paramount (productora y distribuidora) con la cual Gardel hizo casi todas sus películas, fueron las puertas de entrada para Melodía de arrabal (1932), Cuesta abajo (1934), El día que me quieras y Tango Bar (1935) (Estrella, 2013, parr. 5).

El tango siguió extendiéndose por todo el mundo, llegando a ser muy popular en los Estados Unidos durante la década de 1920. La década de 1940 llegó a ser el punto culminante de la Guardia Nueva por su gran calidad musical y la gran popularidad que alcanzó el tango, la cual se refleja en la numerosa cantidad de orquestas que interpretaban este género de música, la organización de grandes bailes populares y la difusión que tenían los artistas en el radio y el cine.

A partir de 1950, la popularidad del tango tuvo un importante descenso. Aparecieron nuevos géneros de música popular como el rock y con esto surgieron nuevas estrellas musicales de la talla de Elvis Presley y The Beatles. La nueva generación favoreció a estas nuevas celebridades que habían hecho su debut en la cultura popular.

Astor Piazzolla y su Octeto Buenos Aires estrenaron su obra "Orquesta de Cuerdas" en 1955. Esto marcó el comienzo del tango nuevo. Como se mencionó anteriormente, este conjunto se separó de la orquesta típica tradicional con el uso de una guitarra eléctrica, además de los instrumentos habituales (cuerdas, bandoneón, piano). El centro de su música no estaba en el cantante o en bailarines; el énfasis estaba ahora exclusivamente en la música. El Nuevo Tango tenía dos fuertes influencias músicas: la música clásica, con su estructura musical y exigencias técnicas, y el jazz, con sus elementos de improvisación y síncopas inusuales. Algunas características de la música barroca se pueden escuchar en las composiciones del Nuevo Tango con el uso de pasajes contrapuntísticos en forma de fuga. El uso de disonancias e incluso la atonalidad se vuelven comunes. Las melodías pueden ser a la vez duras y líricas, mientras que las texturas a menudo contrastan enormemente, haciendo eco de los cambios dramáticos de la coreografía del tango clásico.  Los tangos de Piazzolla a menudo tienen una mayor complejidad rítmica haciendo un uso abundante de las síncopas. También se explora en las posibilidades tímbricas, con combinaciones poco ortodoxas de instrumentos y técnicas de ejecución.

Esta fusión produce un sonido que era completamente nuevo y mucho más avanzado que la música de sus contemporáneos. Como resultado, Piazzolla y su nuevo tango fue la raíz de una gran controversia, ya que los porteños y los tangueros más conservadores consideraron que estaba muy lejos del auténtico tango argentino; era todo lo contrario de lo que pensaban que el verdadero tango argentino debería ser. Un poderoso movimiento contra Piazzolla surgió rápidamente. Por el contrario, los aficionados y músicos de jazz, los entusiastas de la música clásica, los músicos de rock, y los estudiantes universitarios estaban a favor de su música. Al igual que en los inicios del tango, el Nuevo Tango ganó popularidad en Argentina hasta que llegó a Europa y Estados Unidos.

Astor Piazzolla: su vida y las influencias en su música

Astor Pantaleón Piazzolla nació en la ciudad de Mar del Plata, Argentina el 11 de Marzo de 1921. La familia Piazzolla, de origen italiano, se encontraba integrada por Vicente Piazzolla, Asunta Mainetti y el pequeño Astor. En 1925 emigró a Nueva York con la esperanza de tener una vida mejor y encontrar más oportunidades para la familia. Se acomodaron en el barrio de la Pequeña Italia, que se encontraba en las proximidades de una de las comunidades judías más grandes del mundo en ese momento. Piazzolla trabajó algún tiempo en una sinagoga apagando las velas los sábados a cambios de unas monedas de los asistentes. Este contacto con la cultura judía y la música que escuchaba durante las bodas sirvió posteriormente como referente en los patrones rítmicos utilizados en varias de sus composiciones (Azzi, 2000).

En estos años fue donde el compositor tuvo su primer contacto con la música. Su padre le regaló un bandoneón en 1929. Inicialmente esta fue una gran decepción para el joven Piazzolla que no era del todo aficionado a la música de tango que su padre amaba y escuchaba todas las noches al regresar a casa del trabajo (Gorin, 2003). Posteriormente fue desarrollando un gusto por el instrumento y por el transcurso de un año tomó clases con el músico Andrés DÁquila. Como resultado de ese periodo de instrucción, Astor realizó la grabación en acetato de una pieza, Marionete Spagnol, en el Radio Recording Studio de Nueva York el 30 de noviembre de 1931.

Fue en esos años que además descubrió el mundo del jazz y se enamoró de los sonidos del este género. El interés por esta música fue tanto, que iba a colarse en los clubes de Harlem donde Duke Ellington y Benny Goodman habitualmente se presentaban. Estas experiencias influyeron en sus propias composiciones más adelante en su carrera.

Dos años más tarde, Piazzolla inició el estudio del piano bajo la dirección de Bela Wilda, pianista de origen húngaro que había sido alumno de Sergei Rachmaninoff, y quién habría de convertirse en una figura fundamental en el desarrollo artístico del joven Astor. Fue con Wilda que primero descubrió y se enamoró de la música clásica, en particular la música de Johann Sebastian Bach. Aunque estudió inicialmente piano, Wilda finalmente alentó a Piazzolla a tocar ciertas obras clásicas en su bandoneón adaptando la música escrita para piano.

Posteriormente Piazzolla conoció a Carlos Gardel y entabló con él una profunda amistad. En 1935, Gardel invitó a Astor para participar en el rodaje de la película El día que me quieras, producción estadounidense-argentina dirigida por John Reinhardt, donde el joven Piazzolla tuvo una pequeña participación.

Un año más tarde, la familia Piazzolla decidió regresar a su país natal de forma definitiva y se estableció en Mar del Plata. En esta época Astor inició su participación como músico con algunos conjuntos locales conocidos como orquestas típicas. Estos ensambles se conformaban por una sección de cuerdas, bandoneones y percusiones.

Como consecuencia de haber regresado a Argentina, el mundo musical de Piazzolla se vio modificado al escuchar la música de tango en la interpretación de Elvino Vardaro y su sexteto.

Esa forma distinta de interpretar el tango lo impacta profundamente y  se convierte en su admirador. La inclinación de Astor por el tango y, en especial, por ese tipo de tango comienza a prender con fuerza en su espíritu y en su ánimo (Pessinis, 2002, parr. 4).

Piazzolla tomó la decisión de mudarse a Bueno Aires en 1938 para continuar con su carrera musical. Inicialmente, participó en agrupaciones de poca importancia hasta que un año más tarde consiguió ocupar el puesto de bandoneonista de la orquesta de Aníbal Troilo, considerada como una de las mejores agrupaciones musicales del país. Su incorporación a esta orquesta permitió a Piazzolla estar en contacto con el propio Troilo, uno de los mejores intérpretes del bandoneón, y de quién perfeccionó el arte de la ejecución de este instrumento.

En 1941, mientras Piazzolla continuaba trabajando en la orquesta de Troilo, comenzó a estudiar con el afamado compositor argentino Alberto Ginastera y posteriormente con el pianista Raúl Spivak. Como resultado de esta capacitación en el terreno musical, el lenguaje utilizado en los arreglos para las piezas interpretadas en la orquesta de Troilo resultó muy avanzado y novedoso, dando por resultado que éstos fueran corregidos por el director de la agrupación para adecuarlos al gusto del público que frecuentaba los salones de baile.

Sus primeras composiciones académicas datan de 1943, cuando escribió la Suite para Cuerdas y Arpa. Un año más tarde, abandonó la orquesta de Troilo y se convirtió en el director de su propia orquesta. Al estar al frente de esta agrupación, Piazzolla tuvo la oportunidad de dar rienda suelta a su imaginación creativa en cuanto a la composición de nuevas obras y la escritura de novedosos arreglos que aportaron frescura a la tradición de la música de tango. Piazzolla compuso el tango El Desbande en 1946 dotando a la obra de una forma estructural diferente a la desarrollada en los tangos clásicos.

La carrera musical del Astor Piazzolla tomó un nuevo giro a partir de 1949. El compositor decidió buscar otros caminos creativos apartándose del tango, para lo cual disolvió la orquesta que había formado tiempo atrás y se alejó de la ejecución del bandoneón. Se dedicó al estudio de obras musicales de compositores del siglo XX, se familiarizó en el jazz y estudió dirección orquestal con Herman Scherchen.

El lenguaje musical de Piazzolla evolucionó a raíz de esta búsqueda de nuevas ideas. Entre 1950 y 1954 compuso obras que se diferencian claramente de su estilo anterior y que vendrían a ayudar a dar forma a una nueva etapa creativa. En estos años compuso las obras: Contrabajeando, Lo que vendrá, Para lucirse, Prepárense, Tanguango, y Triunfal.

Piazzolla participó en el Concurso Fabien Sevitzky en 1953 y obtuvo el primer lugar con su obra Buenos Aires (Tres movimientos sinfónicos) compuesta en 1951. Esta obra resume la labor del compositor en la búsqueda de nuevas posibilidades de abordar el tango y de llevar éste a otros ámbitos y contextos musicales.

La construcción de esta obra responde a un genuino pensamiento sinfónico. Aun siendo una obra relativamente temprana, ya encontramos en ella muchas de las características estilísticas típicas del autor. En sus movimientos se encuentran asimilados, conviviendo en una misma y orgánica estructura, distintas facetas y estilos del tango: las melodías troileanas, los ritmos acanyengados del primer movimiento, con la evocación gardeliana de la exposición del segundo movimiento, y el arrollador y vibrante ritmo de candombe del tercero (Castagna, 2007, parr. 2).

Como premio de este concurso, Piazzolla recibió una beca para estudiar en París con Nadia Boulanger en 1954. Después de haber escuchado su tango Triunfal, la compositora recomendó a Piazzolla continuar con la incorporación de los elementos del tango en sus composiciones académicas como parte fundamental de su estilo propio (Azzi, 2002). Durante su estancia en París, Piazzolla compuso y grabó una serie de tangos acompañado de una orquesta de cuerdas y él mismo interpretando el bandoneón.

A su regreso a Argentina, Piazzolla conformó un nuevo ensamble, el Octeto Buenos Aires. Este grupo fue integrado por dos bandoneones, dos violines, contrabajo, cello, piano y guitarra eléctrica, una propuesta innovadora que dio inicio a la era del tango contemporáneo que se aparta del tradicional debido al uso de nuevas formas compositivas e interpretativas al tiempo que se convierte en un género más cercano a la música de cámara que al desarrollado por las orquestas de tango convencionales donde el cantor y el bailarín tienen un lugar preponderante (Olsen, 2007).

Esta revolución en el mundo del tango no pasó desapercibida por los músicos tradicionalistas y más puristas del tango clásico. El rechazo hacia este nuevo estilo de interpretar la música tradicional de Argentina fue generalizado. La presión que recibió Piazzolla de parte de la comunidad musical fue devastadora llevándole a la disolución de su grupo en 1958 y a su exilio a Nueva York.

De 1958 a 1960 Piazzolla incursionó en un nuevo género musical, el Jazz-Tango. Su padre falleció en 1959 y a raíz de su deceso Piazzolla escribió Adiós Nonino, una de sus obras más célebres.

En 1960 regresó a Argentina y formó un nuevo grupo llamada Quinteto Nuevo Tango con el cual pudo expresar de mejor forma todas sus ideas musicales relacionadas con el tango y su interpretación.

La década de 1960 fue muy importante en la vida musical de Astor Piazzolla. Compuso varias obras importantes, entre las que destaca Tres Tangos Sinfónicos (1963), María de Buenos Aires (1968) y Balada para un loco (1969).

En 1970 compuso el oratorio El Pueblo Joven con textos del poeta Horacio Ferrer y en 1971 formó el Conjunto 9, un grupo de cámara que le permitió continuar con su búsqueda de nuevas formas de interpretación del tango en contextos cada vez más elaborados.

En 1973 la salud del compositor se vio afectada por un infarto que le llevó a reducir su ritmo de trabajo e instalarse en Italia donde compuso Libertango (1974) y la Suite Troilena (1975) a la memoria de Aníbal Troilo

Piazzolla incursionó en el uso de instrumentos electrónicos en conjunto de sus ensambles acústicos de 1973 a 1978. Formó el Conjunto Electrónico, integrado por bandoneón, piano, órgano, guitarra eléctrica, bajo eléctrico, batería, sintetizador, violín, flauta, saxofón y voz. Este conjunto se encontraba marcadamente distanciado a todos los ensambles anteriores en los que había participado el compositor, pues se acercaba más al jazz-rock que al tango. Después de haber finalizado con este periodo de su carrera musical en 1978, Piazzolla retomó su Quinteto y reinició la composición de obras de corte sinfónico y para grupos de cámara.

En la década de 1980 Piazzolla logró la consagración de su obra. Multiplicó vertiginosamente las giras internacionales y los conciertos donde se presentó junto con su Quinteto o como solista de orquestas sinfónicas interpretando el bandoneón y realizando numerosas grabaciones en vivo de sus composiciones.

Este hecho confirma de algún modo algo que se ha dicho frecuentemente: la música de Piazzolla no existe si no es interpretada por él; lo físico es una característica de su estilo, al que podríamos definir como una estética del cuerpo en estado de música (Pessinis, 2002, parr. 24).

En cuanto a su labor creativa, Piazzolla compuso Le Grand Tango para Cello y Piano (1982), Concierto para Bandoneón y Guitarra: Homenaje a Lieja (1985), banda sonora de la película El exilio de Gardel (1986), Suite para Vibráfono (1986), Concierto para bandoneón (1987) y Tres tangos para bandoneón y orquesta (1987). En estos años también grabó varios discos como: Tango Zero Hour, Tango Apasionado, La Camorra, Five Tango Sensations (acompañado del Kronos Quartet) y Piazzolla con Gary Burton.

La constante actividad artística de Piazzolla le trajo repercusiones negativas en su salud; en 1990 sufre una trombosis cerebral mientras se encontraba en París y como consecuencia de este suceso muere el 4 de julio de 1992 en Buenos Aires.

Un análisis de Histoire du Tango

Histoire du Tango es un ciclo de tango que fue escrito originalmente para la flauta y guitarra en 1986. El compositor realizó otras versiones de esta obra para otros ensambles como violín y guitarra, flauta y arpa, o flauta y piano. Esta obra fue una de las pocas que no fueron escritas para la orquesta típica de tango, una especialidad de Piazzolla, y fue su única composición que fue escrita solamente para flauta y guitarra.

La pieza tiene una duración de poco más de veinte minutos y se divide en cuatro movimientos separados. Cada movimiento representa un período en la historia del tango. Piazzolla transporta a los oyentes en un viaje en el tiempo a medida que experimentan la historia y la transformación de este género musical. Mientras que los dos primeros movimientos representan los primeros y más conservadores períodos del tango, el tercer y cuarto movimientos representan el estilo y las contribuciones a la música de tango de la segunda mitad del siglo XX.

El primer movimiento, titulado Bordel 1900, se encuentra en un burdel a principios del siglo XX, donde las mujeres francesas, italianas y españolas seducían a policías, ladrones, marineros y hombres de carácter cuestionable en la sociedad de la época, muchos de los cuales visitaban estos burdeles regularmente. Los burdeles de Buenos Aires fueron el escenario original donde se ejecutaba la música de tango. Esto es evidente en Bordel 1900 con sus melodías provocativas y tempo rubato en los pasajes solistas de la flauta. La pieza tiene un carácter elegante y animado, que se indica con un tempo marcado de molto giocoso. Su amplio uso de staccato en la flauta, acompañado de técnicas de percusión en la guitarra, le da a este movimiento una vibrante sensación bailable. Está escrita en compás binario, como la mayoría de los tangos eran en la primera década del siglo XX. También hay una influencia de la habanera, una danza lenta de origen cubano, con el uso de ritmos repetidos en la guitarra. Una de las características más interesantes de este movimiento es el uso excesivo de los acentos en tiempos fuertes y débiles. Esta técnica le da al movimiento un carácter muy auténtico del tango.

Mientras que Bordel 1900 fue un tango escrito como un baile coqueto y sensual, el segundo movimiento, Cafe 1930, estuvo destinado a ser una pieza para escucharse solamente. La razón de esto fue que en 1930, el énfasis en el baile del tango había amainado y el punto focal se convirtió la música en sí. Sin embargo, a veces los tangos seguían siendo cantados durante este período. En la década de 1930, el tango había tomado un carácter más romántico, lento y sensual. Café 1930, en particular, contiene melodías muy sombrías, tanto en la flauta como en la guitarra. Se comienza con un solo melancólico de guitarra con base en arpegios con algunos acordes y notas de adorno. Posteriormente, la flauta entra suavemente con una melodía igualmente sombría y expresiva mientras que la guitarra continúa con una figura de acompañamiento. Además de indicaciones escritas de accelerandos y rallentandos hay secciones ad libitum, dando a los intérpretes más libertad con los cambios de tempo para crear su propia interpretación.

El tercer movimiento se titula Nightclub 1960. En la década de 1960, el tango se había transformado una vez más; esta vez era una fusión del tango argentino con el bossa-nova brasileño. Estos nuevos tangos se tocaban en los centros nocturnos de Buenos Aires donde los aficionados fueron acudiendo poco a poco para hacerse una idea de este nuevo sonido del tango. Nightclub 1960 combina lo mejor de los dos primeros movimientos. Posee tanto elementos llamativos y rítmicos, como secciones más lentas y más expresivas. Comienza con un tempo deciso, que significa con determinación. Más adelante un rallentando conduce hasta la primera sección lenta. Las indicaciones molto cantible y tristemente indican que el flautista debe tocar como si cantara una canción muy triste. Posteriormente, en una nueva sección que retoma el primer tempo, Piazzolla introduce técnicas contemporáneas de ejecución en la flauta, por ejemplo la producción de un sonido sin afinación precisa, efectos de percusión por medio de las llaves de la flauta, armónicos y diferentes tipos de ataques que no son convencionales en la escritura para este instrumento.

El tema original retorna después de esta sección de improvisación hasta una nueva sección lenta donde se presenta la adición de glissandos suaves en la línea de flauta, seguidos por un intervalo descendente repetido, como un eco, hasta que regresa una vez más al Tempo I, que sirve como una coda y termina con un final dramático al unísono entre los dos instrumentos.

El cuarto y último movimiento se titula Concert d'aujourd'hui, o "Concierto de hoy en día". Durante las dos últimas décadas del siglo XX, la intención de Piazzolla fue componer piezas de tango que se parecieran a obras de concierto y que pudiesen ser interpretadas en las salas de conciertos de todo el mundo. El tango se había transformado desde sus primeros días en sucios burdeles, pasando por los elegantes cafés elegantes y posteriormente centros nocturnos para llegar a ser una forma moderna de música destinada a apreciarse como una obra de arte.

Esta idea de tocar el tango para ser escuchado y no como un acompañamiento para bailar fue un algo que resonó con Piazzolla lo largo de su carrera. Esta es la dirección hacia la que se dirigía el tango de Piazzolla y lo que iba a ser de ella en el futuro con las influencias de la música del siglo XX. De los cuatro movimientos, Concert d'aujourd'hui es el único que se aleja de la tonalidad y posee una forma un tanto peculiar. Su escritura es extremadamente cromática, tiene muchos acentos desplazados, y una serie de elementos de improvisación jazzística en la línea de flauta. Todo el tiempo la parte de guitarra tiene una figura de glissando recurrente que sirve como una constante en todo el movimiento. Si bien este movimiento evoca un sentido de premura con esporádicos movimientos y ritmos excéntricos de la flauta, este patrón constante en la línea de guitarra induce un estado de un ánimo que se siente más relajado.

Conclusión

En el extenso universo de la música occidental, se indudable el papel que la música iberoamericana ha tenido gracias a sus compositores y sus intérpretes. La enorme riqueza cultural existen se ve reflejada en el uso de diferentes ritmos populares, un rico colorido instrumental y un carácter de gran expresividad mediante la combinación de elementos  que provienen de diversas fuentes: la herencia africana e indígena, la música académica europea y las corrientes de vanguardia.

El repertorio para flauta no es ajeno a este panorama. En los últimos años se ha visto enormemente enriquecido con el trabajo de varios compositores de diferentes países que han aportado nuevas voces al desarrollo de este instrumento. El caso que se aborda en el presente trabajo, Histoire du Tango de Astor Piazzolla, es un claro ejemplo del aporte que Iberoamérica ha hecho al repertorio para flauta. Esta obra, conserva elementos propios del tango, música característica de Argentina, y los combina con nuevas ideas musicales logrando un resultado interesantísimo que hace de esta pieza un pilar de la música escrita para flauta.

 

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[a] Profesor Investigador de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.