"La revolución vegana": Análisis posthegemónico del movimiento vegano en Puebla

Resumen

Este artículo resalta las formas en las que el movimiento vegano en Puebla da cuenta del cambio político y social. A modo de propuesta exploratoria, este artículo provee una introducción descriptiva a la teoría y práctica del veganismo, así como una exploración analítica preliminar de cómo este movimiento puede ser informado por la teoria social contemporánea. En el artículo se yuxtaponen la etnografía crítica con perspectivas teóricas informadas por la post-hegemonia, que sostiene que la “Revolución Vegana” debería de ser entendida como una serie de prácticas (micro-)políticas que se mueven más allá de la política en sentido tradicional.


Palabras clave: Veganismo, Posthegemonía, etnografía crítica, Puebla

Abstract

The paper outlines the ways in which the Vegan movement in Puebla informs of the political and social change. Proposed more as an exploratory piece, the paper provides a descriptive introduction to the theory and practice of veganism as well as a preliminary analytical exploration into how an appreciation of the movement can be informed by contemporary social theory. Juxtaposing critical ethnography with theoretical perspectives informed by post-hegemony it maintains that the ‘Vegan Revolution’ must be understood via a series of (micro-)political practices that move beyond politics understood in its traditional sense.


Keywords: Veganism, Post-hegemony, Critical Ethnography, Puebla

Introducción

Hoy en día el veganismo está en boga, “se ha vuelto más popular, más mainstream” (CBS News, 2016). A nivel local, se han abierto recientemente varios restaurantes veganos en Cholula como Mango Matilda[1] o La Colmena[2]. El pasado 5 de marzo se organizó por primera vez la Feria Vegana de Puebla en el Complejo Cultural Universitario con la asistencia de cientos de personas (Elpopular.mx, 2016), donde

“[…] se ofrecían muchas variedades de alimentos orgánicos –tés, mermeladas, frutas y vegetales, panes, galletas, pasteles y postres, incluso hamburguesas que se entregan a domicilio en bicicleta- productos de belleza y decoración, además de playeras con mensajes alusivos al veganismo” (Fonseca, 2016).

Organizada por el colectivo CholuMarket, la feria marcó el inicio de un esfuerzo conjunto de productores y distribuidores de artículos “libres de violencia” para dar a conocer el movimiento vegano a gran escala en la localidad: “cuando nos ofrecieron hacerlo aquí, entonces pensamos es un espacio muy grande, está muy bonito y dijimos vamos a hacerlo, pero más grande, con más vendedores” (Juárez en Fonseca, 2016).

Aunque puede parecer que el veganismo es algo nuevo, en realidad se ha practicado desde la antigüedad más temprana. Con la recolección de frutos y el inicio de la agricultura, el ser humano tuvo la opción de una dieta sin carne, huevo o pescado. En el Bhagavad-Gita, un texto clásico de la civilización védica de la India que data de por lo menos el siglo V a.C. (Zaehner, 1973:7), se prescribe una dieta vegetariana[3]. Más tarde el budismo llevó a otras partes del mundo la doctrina de Ahimsa[4]o la no violencia, que se extiende tambiénal respeto y protección a los animales. Utilizando el mismo concepto, pero desde una postura política, Mahatma Gandhi propagó esta práctica a principios del siglo XX[5]. La diversidadcontemporánea del vegetarianismo –incluido el veganismo- es tan sólo el capítulo más reciente en un largo recorrido histórico de una tradición que ha fluido por diferentes cauces, ya sean religiosos, filosóficos o políticos.

El vegetarianismo nunca ha sido un fenómeno homogéneo, estático o unificado, por lo que resulta muy difícil establecer una descripción o clasificación definitiva. Existen ovo vegetarianos, lacto vegetarianos, ovo lacto vegetarianos y crudiveganos entre otros[6] (Vegetarianos.net, 2016). Sin embargo en este trabajonosconcentramos principalmente en suencarnación más actual, el veganismo como movimiento social, caracterizado por su posición ética y activista en contra dela explotación animal.

En noviembre de 1944 Donald Watson organizó una reunión para fundar explícitamente un nuevo movimiento, que cristalizaría en la Vegan Society de Londres[7]. La definición de veganismo que provee esta sociedad es útil como punto de partida para comprender sus objetivos y contrastarla con otras visiones:

Es un filosofía y una forma de vida que busca excluir –en la medida de lo posible y practicable- todas las formas de explotación de, y crueldad a, los animales para comida, ropa o cualquier otro propósito. Por extensión, promueve el desarrollo y uso de alternativas libres de animales para el beneficio de humanos, animales y el ambiente. En términos dietéticos denota la práctica de dispensar de todos los productos derivados completa o parcialmente de animales (The Vegan Society, 2016).

A partir de entonces han surgido sus contrapartes en Estados Unidos y otros países. En México no existe una sociedad vegana como tal, pero sí varios movimientos locales que han contribuido al avance del veganismo. Actualmente se lleva a cabo el primer Censo Vegano en México 2016 para obtener datos preliminares sobre la cantidad de veganos en el país[8]. En esta investigación hemos podido observar que en el caso poblano, la comunidad de veganos se ha organizado a través de las redes sociales para compartir información de interés, recetas, productos veganos, invitaciones a eventos[9], etc.

1. Problematización

El veganismo está impactando de manera profunda en la sociedadcontemporánea de múltiples formas, tanto en la ecología como en lapolítica, la economía y la cultura. Su influencia comienza a sentirse globalmente como una tendencia que va en aumento[10]. Ciudades como Barcelona incluso se han declarado “Vegan-friendly” (El País, 2016).

En el rubro ecológico, el veganismo se presenta como una respuesta a los problemas de sustentabilidad ambiental. Según un reporte de las Naciones Unidas “un cambio global hacia una dieta vegana es vital para salvar al mundo del hambre, la escasez de combustible y los peores impactos del cambio climático” (The Guardian, 2016). Económicamente, las organizaciones de la sociedad civil, donde están inmersos los grupos veganos, producen ingresos millonarios anuales para la economía global[11]. El veganismo introduce opciones diferentes de comercio, generando un nuevo mercado con productores independientes que distribuyen productos naturales y orgánicos en espacios alternativos (tianguis y ferias) con un tipo de público consumidoraltamente selectivo.

Sin embargo, esta economía emergente entra en una competencia inequitativaen el sistema neoliberal con una industria alimenticia global ya establecida y predominante, representada por las grandes multinacionales (General Mills Co., General Foods). Los requerimientos de producción (e importación) y distribución independientestienen como consecuencia un alza en el costode los productos orgánicos y veganos que los hacen poco accesibles para la mayoría de la gente[12].A su vez, los elevados precios de la comida veganafortalecen desigualdadeseconómicas, al propiciar una cultura elitista que puede, o tiene la capacidad de mantener y reproducir un status social.

A pesar de la expansión del veganismo, en una sociedad que permanece siendo mayoritariamente carnívora u omnívora, la negativa dealgunos veganos a consumir en restaurantes, centros comerciales y otros establecimientos dedicados principalmente a la venta de artículos de origen animal (alimentos, calzado, ropa, cosméticos y medicinas)[13] ha desarrollado una tensión con el resto de los ciudadanos: “La señorita demostradora de Lyncott se enojó conmigo cuando le dije que no quería probar su producto porque no como lácteos, además se aventó todas las "virtudes" del queso cottage” (comentario en Facebook inscrito en el marco de una conversación en grupo de Veganos en Puebla).

Debido a la presión de grupo, los practicantes veganos a menudo se ven forzados a llevar a cabo una constante defensa y legitimación del veganismo por medio de diversas prácticas que funcionan como una declaración de principios[14]. En muchas ocasiones la actitud comprometida e intransigente de una facción de veganos puede resultar incómoda o incluso ofensivapara algunas personas, porque se ejerce“creando culpa, vergüenza y estigmatización entre los carnívoros comprometidos, y activando mecanismos psicológicos de negación y minimización” (De Witt, cit. En Swerdoff, 2016). El activista vegano Gary Yourofsky, en una entrevista en un noticiero en Israel[15], compara el holocausto judío con la tortura y el dolor al que son sometidos los animales antes de sacrificarlos para su venta y consumo, y  sostiene que “la injustica no puede vivir para siempre, el mundo será vegano algún día”(Yourofsky en @fullfranky, 2013).De esta afirmación podemos empezar a delinear un proyecto de “mundo vegano”. Sin embargo, la misión proselitista de convertir a la población entera en veganos –que cancelaría otras opciones en su avance hacia una finalidad única y lineal de la civilización-es sólo una entrevarias narrativas que oscilan y se hibridan entre lo democrático y lo totalitario, lo radical y lo moderado. En este estudio intentamos entablar un diálogo entre las diferentes posturas del movimiento vegano global. Denominamos “Revolución Vegana” entonces, al cúmulo de narrativas del veganismo que redefinen las relaciones con el cuerpo, el medio ambiente y otras entidades vivientes en oposición generalmente al programa cultural y político del neoliberalismo[16].

Como en toda revolución social, los movimientos de veganismo aspiran a configurar un orden diferente[17].En el manifiesto de la Vegan Society se estipula que “buscan abolir la dependencia del hombre en los animales, con su inevitable crueldad y matanza, y crear en cambio, un orden de la sociedad más razonable y compasivo” (citado en Stepaniak, 2000: 4).

A pesar de los argumentos a favor del veganismo, uno se puede preguntar ¿por qué la mayoría de la gente no está interesada en cambiar a una dieta vegana? ¿De dónde proviene esa resistencia? Volviendo al activista Yourofksy, “la gente come carne, queso, leche y huevos por cuatro razones: hábito, tradición, conveniencia y sabor”(Yourofsky en @fullfranky,2013). Todas estas razones fortalecen la suposición de que el orden social debe ser visto a través de la lente de la post-hegemonía en donde se sostiene por medio de las normas encarnadas –sea en costumbres y/o actos cotidianos– y por la transmisión de flujos deintensidades que informan  no solo al comportamiento sino tambien a los procesos de pensamiento –tanto al nivel consciente como inconsciente–. Lo que articula a la sociedad, no es la ficción de una hegemonía con los presupuestos legitimadores ideológicos que nos motivan, sino las normas y regulaciones de la vida social. Aunque el poder de la ideología disminuyó con la caída de las grandes narrativas, la experiencia afectiva y corporal se ha mantenido como el factor más inmediato, concretoy decisivo en la organización colectiva.

La multitud –la formación de singularidades en la organización colectiva– nos ofrece unaapreciaciónde lo común más allá de la ideología y el posicionamiento de subjetividades en construcciones discursivas. Como afirma Beasley-Murray, “el cambio social se logra por medio del hábito y el afecto, afirmando el poder constituyente de la multitud” (Beasley-Murray, 2010:12). Si consideramos a la comunidad vegana como una multitud de individuos, cada uno con intereses y expectativas propios, el reto consiste en que “una multiplicidad social logre comunicarse y actuar en común, mientras se mantiene internamente diferente” (Hardt y Negri, 2004: 14). Actualmente los proyectos de la sociedad civil(con su diversidad de tendencias) suelen bordear los canales institucionales para comunicarse en cambio, utilizando medios alternativos y ciudadanos. Entendemos la sociedad como campo: “la sociedad civil como el lugar por medio del cual es posible situarse para llevar acabo laacción colectiva: la sociedad civil como campo de acción” (Aguirre-Calleja,  2012:72).Como lo atestigua el organizador de la feria vegana, “todo fue convocatoria por Facebook. Subimos la convocatoria, la estuvimos compartiendo, mandándosela a todo mundo, a quienes creímos que les podía interesar” (Juárez en Fonseca, 2016).

Resumiendo, esta disertación explora las narrativas de los grupos veganos en el entorno de la modernidad globalizada. Basado en la teoría de la post-hegemonía, el estudio analiza las interacciones y prácticas del movimiento vegano en Puebla a través del método etnográfico crítico, para dar cuenta de los (micro-) procesos económicos, políticos y culturales que derivan en modos alternativos de organización social.

Lo que nos interesa investigar son las conexiones primarias, corporales, que dan pauta a procesos de transformación que pueden ser llamados micropolíticos, según las teorías de Deleuze y Guattari, donde el flujo de afectos y percepciones son líneas de fuga, motores de encuentros y procesos que generan otros modelos de sociedad, hábitos, formas de pensar y de hacer comunidad, sin estar exentos de sus propios conflictos y contradicciones.Así pues, el veganismo significa mucho más que no comer carne: es el conjunto de relaciones e interacciones que estructuran redes en las cuales una multitud de cuerpos -más allá de las distintas ideologías- se reúnen, comparten, interactúan y se afectan mutuamente en la vida diaria, lo que constituye una “verdadera” revolución en la sociedad.

2. Cómo nos aproximamos, de nosotras[18] a los otros.

Retomamos a Thomas que nos dice que “la premisa central es que uno puede ser ambas científico y crítico, y que la descripciónetnográfica ofrece medios poderosos para criticar la cultura y el rol del investigador enella” (Thomas: 1993:7).

En nuestra investigación,nos proponemos explicar las dimensiones y alcances ecológicos, políticos, económicos y sociales del movimiento vegano. La importancia de estudiar el veganismo va más allá de los beneficios que su práctica aportaa la salud humana y a la calidad de vida animal, yaque estriba en su potencial para generar cambios significativos en los problemas más urgentes de sustentabilidad ambiental,desarrollo económico y social[19].

Es necesario señalarcómo se abre el diálogo delos veganos hacia el resto de la sociedad -cuáles son sus estrategias de comunicación en la difusión del veganismo- para comprender los mecanismos que logran su inserción en el mainstream o la corriente cultural predominante, así como los conflictos y tensiones que provoca. Para ello intentamos mostrar como la transición al veganismo crea una nueva economía de la multitud (dónde comprar y comer, con quién reunirse y cómo relacionarse, qué prácticas fomentar y cuáles descartar).

El veganismo es un fenómeno dinámico cuya realidad, al ser transferida a conceptos analíticos, no puede ser agotada por completo. Nuestro trabajo radica entonces en mostrar la pluralidad de voces y perspectivas[20]que, con su entramado de actores, redes de significados y conflictos, conforman múltiples narrativas que lejos de estar finalizadas, abren nuevas posibilidades de ser y convivir.

Nuestra aportación específica en esta investigación será el análisis del veganismo local/global desde el punto de vista post-hegemónico, atendiendo principalmente a las interacciones sociales, corporales y afectivas, como detonantes de cambios micropolíticos. Nos insertamos entonces, en la conversación sobre la post-hegemonía, los estudios culturales, los movimientos sociales y los nuevos medios de comunicación. 

3. Nuestra propuesta desde lo metodológico

3.1. La teoría fundamentada

La relativa novedad del veganismo y el aumento de practicantes en los últimos años hacen que su estudio requiera una aproximación exploratoria y abierta. Para ello, la teoría fundamentada (TF) es particularmente adecuada, ya que permite elaborar construcciones teóricas a partir del procesamiento sistemático de los datos de campo (Glaser y Strauss, 1967:13). En la teoría fundamentada, la teoría ocupa un lugar posterior a la recopilación de datos. Es decir, que en vez de acercarse al campo con una teoría predeterminada, para tratar de verificarla, encajando una realidad social a un esquema teórico (siempre más estrecho), los mismos hallazgos empíricos dan pie a nuevas preguntas y reflexiones que hacen avanzar la investigación. Ahora bien, esto no significa descartar un marco teórico tentativo, sino aplicar una comparación constante y un muestreo teórico que permitan recoger, codificar y analizar datos en forma simultánea para generar teoría (Soneira, 2012:155).

La teoría fundamentada opera en sentido inductivo: partiendo de hechos particulares, conduce cada vez a niveles mayores de abstracción. A través de la recolección de datos se realiza una codificación para definir categorías, propiedades de las categorías e hipótesis que dan forma a teorías de tipo sustantiva y formal (Glaser y Strauss, cit en Soneira, 2012:159). La TF resulta eficaz sobre todo en proyectos de investigación etnográfica que lidien con procesos sociales interactivos de grupos o comunidades. Por esta razón, pienso implementarla en el estudio del movimiento vegano, en conjunción con el método etnográfico crítico.

3.2. La etnografía crítica

La naturaleza del objeto de estudio (las prácticas culturales y políticas de los veganos en Puebla) sugiere un método etnográfico de observación participante, de corte crítico, que reconozca la necesidad del compromiso social, sin permanecer “libre de valores”.

Thomas (1993:2) nos dice que la etnografía crítica-a diferencia de la etnografía tradicional- es una etnografía política en el sentido que “[...]tiene como fin expandir nuestro horizonte de elecciones y amplía nuestra capacidadexperiencial de ver, oír y sentir”.

Según Douglas y Valenzuela (2012), al emerger nuevos movimientos sociales poscoloniales de raza, género e identidad sexual, la base filosófica para la etnografía se expandió en gran medida. En la etnografía tradicional, el rol del autor como “experto” que se mantenía alejado, sin implicarse o intervenir, limitaba su recolección de datos y paradójicamente, teñía la investigación con prejuicios epistemológicos y culturales, la mayoría de las veces étnicos, raciales y clasistas. En cambio, la etnografía crítica propone “la actualización de múltiples epistemologías como la introspección, el trabajo de la memoria, la autobiografía e incluso los sueños como formas importantes del saber”(Douglas y Valenzuela, 2012: 81).

La etnografía crítica es un estilo de análisis y discurso integrado en la etnografía convencional. Pero mientras que la etnografía convencional describe, es decir tiene una función descriptiva, y se pregunta por el qué, en formulaciones como: ¿qué es lo que pasa o qué el lo que sucede?, la etnografía crítica se pregunta ¿cómo podría ser (lo que pasa o sucede) de otra manera? (Aguirre-Calleja, 2012:133).

Bajo este paradigma, la participación del investigador enriquece el trabajo etnográfico ayudando a conseguir mejores resultados: “Las buenas críticas culturales en general se basan en una serie de relaciones íntimas y colaborativas con sujetos de investigación” (Aguirre-Calleja, 2012: 89). Sin embargo, es necesario reconocer la posición del etnógrafo y mantener una continua vigilancia para evitar sesgos epistemológicos. En este sentido, nuestro acceso al campo se realiza desde una doble inscripción: como practicantes de vegetarianismo (en la modalidad de lacto vegetariano, y en algunas otras definidas y no tan definidas), y algunas otras coordenadas como una feminista en busca de alianzas temporales, en formas de repensar e informar la política de otras maneras desde la búsqueda de formas de acción colectiva cotidiana y en el caso también de un miembrode un movimiento filosófico y espiritual que promueve el vegetarianismo (Hare Krishna). Esta serie de coordenadas que tienen la capacidad de interseccionar son las que nos posicionan para repensar cómo el veganismo es capaz -en su relación con los otros, nosotras y la comunidad- de generar cambios y formas alternativas de comprension de lo social.

3.3. Procedimiento y técnicas

La comunidad de veganos constituye una multitud de cuerpos cuya diversidad y movilidad hacen difícil de situar sus contornos y fronteras.El “mundo vegano” es a su vez un conglomerado de mundos, con diferentes contextos económicos, sociales y territoriales.Para acercarnos a él,llevaremos a cabouna etnografía multi-situada[21],durante un periodo de tres años, de la comunidad de veganos que radican en la zona metropolitana de Puebla,incluyendo el análisis de sus medios de comunicación, en especial las redes sociales.

Concebimos el corpus de estudio en base a un modelo rizomático o de redes múltiples, inspirado enDeleuze y Guattari (2012). El centro o punto de arranque serálaetnografíacrítica multi-situada del grupo de Facebook “Vegetarianos y Veganos de Puebla”, para de ahí seguir las ramificaciones tanto virtuales (online) comopresenciales (offline) que van surgiendo en la dinámica propia de la asociación. Mientras aparecen brotes nuevos, algunos continúan o se modifican y otros más desaparecen. De esta forma la investigación se irá estructurando y reorientando por los diversos caminos que el movimiento emprende:registrandosu devenir, las manifestaciones que adopta,los espacios que apropia, las prácticas que inaugura y las conexiones que establece.

Nuestra etnografía persigue una lógica de encuentros y afectos, que se hacen patentes en “eventos críticos” o en situacionesespeciales en que se congregan los veganos, sean las ferias, los días de tianguis u otras, así como en la interacción virtual en el Internet.

Las técnicas más pertinentes para este estudio son la entrevista, la encuesta y la redacción de un diario de campo, por su capacidad de captarexperiencias, diálogos, emociones, actitudes y la participación de la multitud de cuerpos. Los métodos de registro que utilizaremos son la grabación audiovisual y las notas de campo. Los instrumentos de codificación correspondientes serán las cédulas de entrevista,cuestionarios, el cuaderno y la cámara digital (fotografía, audio y video).La información será almacenada para su consulta tentativamente en el programa ATLAS TI. El producto final será una colección de relatos (manuscrito etnográfico) que será revisado por miembros de la comunidad vegana para recibir retroalimentación y asegurar la credibilidad o validez interna. El texto definitivo será después interpelado por las teorías que proponemos a continuación.

4. Marco Teórico

Simultáneamente al trabajo etnográfico, hilvanamos la teoría de la post-hegemonía desde la perspectiva de Beasley-Murray (2010). La post-hegemoníafue seleccionada como base teórica porque abre una nueva mirada a los fenómenos de poder y las formas de hacer política, más allá de las vías tradicionales. En lugar de entender el ordenamiento social a la manera de Gramsci, como una consecuencia de la coerción o la persuasión ideológica, es explicado a partir de los hábitos y afectos en la vida cotidiana.

Nos interesa la posthegemonía porque el veganismo no puede ser examinado simplemente a partir de su ideología, eso sería reducir su potencial discursivo a un juego de dominadores y dominados, una dicotomía que ha sido el terreno tradicional de la hegemonía: la seducción por parte de los hegemónicos para obtener el consenso de los subalternos. Más bien, el movimiento vegano requiere un abordaje diferente, que marque una vía alternativa a los procesos de poder político institucionales. En este sentido, la post-hegemonía brinda una opción que permite entender la “revolución vegana” como un movimiento ciudadano, cuyas principales armas de emancipación del sistema neoliberal son las conexiones personales, afectivas y corporales que conforman una multitud, donde la experiencia social de lo común, sustituye al impulso fragmentador e individualista de la posmodernidad.

Coincidimos con Beasley-Murrayen que la ideología ha declinado como constituyente del orden social. Sin embargo ponemos en duda su aseveración de que “nadie está demasiado persuadido por ideologías que alguna vez parecieron fundamentales para asegurar el orden social” (Beasley-Murray, 2010: 9). Consideramos que no hay que descartar por completo la función ideológica, ya que el movimiento vegano -en algunas de sus manifestaciones- revive una tendencia fundamentalista hacia la ideología, aunque en todo caso es promovida desde las raíces (algunas de las cuales retomamos arriba) y no por el Estado.Se ha vistohistóricamente cómo fenómenos desaparecen temporalmente sólo para volver con más fuerza. Es precisamente la relación de la cultura con la política, la tensión entre lo ideológico y post-hegemónico, y el rol de la dominación y el consenso social a través delos conceptos de hábito, afecto y multitud que maneja Beasley-Murray,loque pondremos a prueba en el análisis del veganismo.

La idea de multitud ocupa un lugar importante en la teoría de la post-hegemonía, sin embargo es necesario revisarla desde Michael Hardt y Antonio Negri), quienes la definen como “una red abierta y expansiva en la que todas las diferencias pueden expresarse libre e igualitariamente, una red que provee los medios de encuentro para que podamos trabajar y vivir en común” (Hardt y Negri, 2004: 14). Los rasgos de “comunidad y diversidad” son centrales para entender a la pluralidad de veganos como una multitud, ya que “la multitud no puede ser reducida a una unidad y no se somete a la regla de uno” (Hardt y Negri, 2004: 330). Por otro lado intentamos negociar los sentidos de la “Revolución Vegana” con el paso a la democraciade la multitud, superando la soberanía ejercida sólo por “uno”, ya sea el monarca, el estado, la nación, el pueblo o el partido, o sus ideologías.

En cuanto a la afectividad nos basamos en la obra de Brian Massumi, para quien el afecto “es una dimensión de la vida –incluyendo la de la escritura– que directamente conlleva un valor político” (Massumi, 2015:7).  El enfoque que da Massumi ala micropercepción y la micropolítica, la ideología y el escape, y las posibilidades del cuerponos ayudará a explicar la afectividad y establecer un diálogo más fructífero con otros pensadores relacionados, como Bergson, Whitehead, Deleuze y Guattari. A su vez, la máxima de Spinoza “el afecto es el poder de afectar y ser afectado” (cit.en Massumi, 2015: 9) entreteje las complejidades teóricas sobre cómo pensar a través del afecto. Massumi disipa las confusiones e ideas equivocadas sobre el afecto, por ejemplo la creencia de que el afecto pertenece solo al cuerpo y se opone a lo mental, cuando en realidad forman bucles de retroalimentación que dan forma a un thinking-feeling (210).

Lacualidad performativa del afecto haceposible enlazarlo con la noción de hábito.“En su forma más reducida, más contraída, el afecto se vuelve hábito” dice Beasley Murray (2010:174) y “el hábito persiste aun cuando la ideología se desvanece” (2010:175). De acuerdo con Bourdieu, los patrones de conducta están engranados en el cuerpo. “El hábito es un conocimiento y un recuerdo en las manos y en el cuerpo, y en el cultivo del hábito es nuestro cuerpo el que entiende” (Hayles, 1999:200). Así, el habitus de Bourdieu nos servirá para pensar la naturaleza habitual de las acciones corporizadas. ¿Qué pasa cuando la rutina y el aburrimiento inundan nuestra vida? ¿Sobreviene la desconfianza ante las instituciones y el cinismo, sobre todo hacia las estructuras de poder? ¿Una parálisis social?Pero el habitus no sólo es repetitivo, sino que tiene un potencial productivo y creativo. Pensamos queel veganismo tiene la capacidad de instaurar nuevos hábitos corporizados que rompen con los predominantes (comer carne, utilizar a los animales y al medio ambiente como reserva de recursos para su explotación),que se ponen en prácticaen una dimensión micropolítica.

Entendemos la micropolítica desde el pensamiento de Deleuze y Guattari(2002: 218), para quienes “todo es política, pero toda política es a la vez macropolítica y micropolítíca”. Estos niveles son identificados con las metáforas de “molar” y “molecular” respectivamente.Es importante señalar que los dos sistemas son complementarios y coexistentes. Desde el punto de vista de la micropolítica, “una sociedad se define por sus líneas de fuga, que son moleculares. Siempre fluye o huye algo, que escapa a las organizaciones binarias, al aparato de resonancia, a la máquina de sobrecodificación” (Deleuze y Guattari, 2002: 220). Los movimientos sociales y el veganismo pueden ser moleculares, en tanto modifican y agitan la estructura macropolítica. En palabras de Deleuze, el veganismo sería visto como un “flujo mutante” que escapa de los códigos predominantes y los desterritorializa; pero efectúa al mismo tiempo una sobrecodificación por organizaciones binarias y de resonancia (poderes, veganos-no veganos), y reterritorializaciones complementarias.

Una de las reterritorializaciones ocurre en el ciberespacio, con el uso del Internet y las redes sociales. Al ocuparse del hacer en los medios, David Gauntlett (2015) contribuye a la comprensión dela faceta digital del veganismo. Me interesa el modelo de cultura que diseña a partir del sistema Lego que se enfoca en “la construcción de significados y en desarrollar comunidad” (Gauntlett, 2015:105) con los ejes de pensar, hacer y compartir. El modelo incorpora las identidades, tradiciones y roles, los sitúa en ambientes y medios de comunicación, para utilizar el conocimiento y las experiencias en una serie de actividades, relaciones y prácticas. Así, uniendo la creatividad individual y colaborativa podré analizar mejor las prácticas y estrategias de comunicación digital de los veganos. Los movimientos sociales encarnan la necesidad de “explorar nuevas maneras de expresarnos, y nuevas intervenciones para darle sentido a la tecnología y la cultura” (Gauntlett, 2015:153).

Por su parte Henry Jenkins propone un nuevo paradigma para comprender el cambio en los medios de comunicación. Jenkins explora las nuevas relaciones entre la política y la cultura popular, el choque entre los medios corporativos y los medios grassrootsy las interacciones impredecibles entre productores de medios y consumidores. Para este campo, la principal aportación que retomamos es la noción de cultura participativa y la inteligencia colectiva. Sus ideas nospermitirán explorar la política de la participación en los medios digitales y sus vínculos con la democratización. Con ello intentamos ligar la participación de los veganos en los medios, como un derecho político, frente a las instituciones dominantes, y su convivencia con otras narrativas. Pues “el poder de la participación proviene no de la destrucción de la cultura comercial, sino de su reescritura, corrección, expansión, agregando mayor diversidad de perspectiva y después recirculándola, retroalimentándola en los medios mainstream” (Jenkins, 2006: 268).

5. A modo de conclusión

Por medio de estas aproximaciones a autores y teorías proponemos que es  posible enmarcar los cambios socioculturales y políticos que implican los proyectos del veganismo. Sin embargo, sabemos que estos no se presentan y no les presentamos como definitivos, sino como efectos continuos de una reflexión crítica que buscamos permanezca abierta, en continua relación con muchas otras formas de saber colectivo que buscaremos desde lo empírico, con las/los otros y a través de nosotras y con los/las otras.

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The Guardian (2016). UN urges global move to meat and dairy-free diet. Disponible en http://www.theguardian.com/environment/2010/jun/02/un-report-meat-free-diet [10 de abril 2016].

The Vegan Society (2016). Why go vegan?  Disponible en https://www.vegansociety.com/go-vegan/why-go-vegan. [9 de abril 2016]

The Vegetarian Resource Group Blog (2012). How often do Americans eat vegetarian meals? And how many adults in the US are vegetarian? Disponible en http://www.vrg.org/blog/2012/05/18/how-often-do-americans-eat-vegetarian-meals-and-how-many-adults-in-the-u-s-are-vegetarian/ [12 de mayo 2012].

Thomas, Jim. (1993). Doing critical ethnography. Newbury Park, Calif: Sage Publications.

Vegetarianos.net (2016).Vegetarianos: Tipos de vegetarianos. Disponible en http://www.vegetarianos.net/tipos-de-vegetarianos/ [9 de abril 2016].

Zaehner, Robert Charles (trad.) (1973). The Bhagavad-Gita. Oxford: Oxford University Press.


[1]Mango Matilda se presenta en su página de facebook con @cocinalibredecrueldad, lo que es una práctica que caracteriza a la comida vegana, su web es https://www.facebook.com/cocinalibredecrueldad/.

[2]La Colmena sin embargo se presenta ligada a lo local con @lacolmenacholula en su web de Facebook, un asociación que también se realiza para generar el consumo de productos locales, su web es https://www.facebook.com/lacolmenacholula/.

[3] A partir de la sentencia divina “Si alguien Me ofrece con amor y devoción una hoja, una flor, una fruta o agua, Yo la aceptaré” (BG 9.24).

[4] El término fue retomado en 1960 por la American Vegan Society para denominar a su revista oficial (Stepaniak, 2000: 7). 

[5] Gandhi dictó una conferencia en 1931 titulada “La base moral del vegetarianismo” para la Sociedad Vegetariana de Londres.

[6] Ovo hace referencia a la inclusión de huevo en la dieta y lacto, a los productos derivados de la leche.

[7] La palabra vegano surgió a raíz de esa reunión, cuando Watson “se cansó de escribir vegetariano total para describir a los vegetarianos que no usan productos lácteos” (Stepaniak, 2000: 2).

[8] El censo estará abierto en línea en la plataforma Survey Monkey del 1 de marzo al 30 de abril. Sus resultados se publicarán a partir del 20 de mayo.

[9] Algunos eventos anunciados en abril 2016 son el “Diplomado en Coaching en Trofología y Salud Integral” y la Inauguración al “Moshach, Primer Mercado Orgánico Natural” en Atlixco, Puebla.

[10] Según The Vegetarian Resource Group Blog la población vegana sólo en Estados Unidos aumentó de 1% en el 2009 a 4% en el 2012.

[11] La firma consultora global de negocios SustainAbility afirma que el sector no lucrativo mundial, con sus ingresos superiores a 1 billón de dólares, puede considerarse ahora como la octava economía del mundo (4).

[12]El precio de un vinagre de manzana de la marca comercial Clemente Jacques tiene un precio de $12, mientras que su equivalente orgánico en una tienda como “La Higuera orgánica” en Cholula cuesta $120.

[13] Según el sitio web de The Vegan Society “evitar los productos animales es una de las formas más obvias en las que puedes tomar una postura en contra de la crueldad animal y la explotación animal en todos lados”.

[14] Una estrategia importante en la defensa del veganismo es el uso del humor (casi siempre sarcástico). El popular perfil de Facebook Vegan Humor (con más de 100 mil participantes) muestra una gran cantidad de ejemplos gráficos (fotos, memes, giffs animados) de las tensiones veganos-no veganos.

[15]House of Beans (2016). “Activista vegano "pulveriza" a reportera defendiendo a los animales”. Facebook.  [19  Feb 2016]

[16]Existen muchos sitios web con el nombre de “Vegan Revolution” provenientes de varios países  y en diferentes idiomas: un perfil de Facebook, otro de Tweeter, un canal de YouTube, un podcast en SoundCloud, una tienda de ropa, una cuenta de fotografías en Instagram. Esta multiplicidad de fuentes atestigua la fuerza que ha ganado este concepto en la Red.

[17]El sociólogo alemán Hartmut Kärner cita el caso de los movimientos ecológicos como parte de los movimientos sociales que realizan una “revolución de lo cotidiano”. La causa de su origen es “un creciente proceso de alienación que va acompañado de una real pérdida de confianza en las organizaciones políticas tradicionales” (25).

[18]Usamos también la opción del plural en femenino, al no reconocernos en el universal masculino y probar otras aproximaciones a lo colectivo, para generar alianzas con resultados diferentes, el plural femenino y masculino en este texto conviven a propósito, al respetar de las formas de escritura de cada uno de los autorxs y sus particularidades al enunciarse.

[19] Se han formado diversas fundaciones internacionales relacionadas con el veganismo que han producido documentales de cine donde demuestran el interés y las acciones que toman frente a estas problemáticas. Entre ellas encontramos Cowspiracy, Earthlinks y Animal Equality.

[20] Mijail Bajtin ha desarrollado una teoría de la intertextualidad y la polifonía en la lectura de narrativas.

[21] El enfoque de etnografía multi-situada de Nadai y Maeder puede ser adecuado ya que contempla la interacción entre los niveles micro y macro, entre los flujos locales y globales.


[a] Estudiante del doctorado en Creación y Teorías de la Cultura, Universidad de las Américas, Puebla.

[b] Doctora en Psicología Social por la Universidad Autónoma de Barcelona. Profesora-investigadora del Doctorado en Creación y Teorías de la Cultura y el Departamento de Psicología de la Universidad de las Américas, Puebla

[c] Doctor en Política y Relaciones Internacionales por la Australian National University. Profesor-investigador del Doctorado en Creación y Teorías de la Cultura y el Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de las Américas, Puebla


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