Responsabilidad social universitaria e identidad universitaria: Instrumentos formadores en universitarios

University Social Responsibility and University Identity: Instructors Instruments in College

Resumen

El presente ensayo pretende realizar un acercamiento a dos ejes de estudio, que aunque han sido muy poco estudiados e investigados, aún más en Latinoamérica y en México específicamente, pueden llegar a producir impactos positivos en pro del desarrollo de profesionales comprometidos con su profesión y su sociedad. La Responsabilidad Social Universitaria y la Identidad Universitaria conforman la propuesta para realizar cambios institucionales efectivos y eficientes, que además de resolver problemáticas y conflictos dentro de las puertas de cualquier universidad, también se puedan aplicar a las necesidades de la sociedad, a un bajo costo y sin una gran cantidad de recursos.

Palabras clave: responsabilidad social universitaria, identidad universitaria, instrumentos, formación, profesionales, ética.

Abstract

This paper seeks to make an approach to two topics of study, but although they have been poorly studied and investigated, especially in Latin America and Mexico, can produce positive impacts towards a development of professionals committed with their careers and their society. University Social Responsibility and University Identity make a proposal to produce an effectives and efficient institutional changes that besides solving problems and conflicts inside the doors of any university, in addition can be applied to the needs of society, at a low cost and without a big acquis of resources.

Keywords: university social responsibility, university identity, instruments, formation, professionals, ethic.

Desde la perspectiva de Hans Jonas, filósofo alemán de origen judío, la responsabilidad es considerada como un imperativo ético y principio axiológico que tiene como fin el salvaguardar la esencia del ser humano (1) y la Responsabilidad social específicamente, consiste en un exigencia ética y una estrategia de desarrollo social y organizacional, enfocadas en responder ante sus acciones y consecuencias tanto positivas como negativas, ante los grupos sociales y el mundo en general. (2).

Esta temática entra dentro del marco de toda institución universitaria, ya que las universidades se encuentran orientadas a proporcionar conocimientos, pero también a trabajar en el desarrollo de habilidades y competencias en personas que desempeñarán una labor ética por y con los demás (3). El discurso institucional de algunas universidades y organismos internacionales, promueve que las universidades sean consideradas como empresas formadoras de profesionistas, científicos e intelectuales, es decir, que los estudiantes sean considerados como producciones humanas (3). Lo anterior es una importante crítica a la forma de “hacer las cosas” de estos organismos e instituciones reguladoras ya que dejan fuera una importante actividad de las universidades: la de actuar ante los conflictos del entorno, mediante  investigaciones, programas de ayuda, sensibilización sobre alguna temática, aplicación de protocolos innovadores, desarrollo de ciencia y tecnología pertinente, programas de educación continua o actualización, etc., que intentan convertir a los estudiantes en ciudadanos cívicos, que se involucren en la resolución de conflictos en su comunidad.

Jacques Monod, biólogo francés, co-ganador del premio nobel de fisiología o medicina del año 1965, escribe el ensayo El Azar y la Necesidad en 1971, en donde llega a una conclusión: el ser humano se encuentra sólo en el universo y de éste mismo ha surgido por azar, sin razón y sin camino marcado para transitar. Es por esto que Monod propone que el ser humano, al ser hijo de la biósfera y al ostentar inteligencia y capacidad de raciocinio tiene una misión; la cual es llevar estas pulsiones naturales que nos integran al reino animal, a la biósfera, hacia otro mundo, uno que sea dirigido por el conocimiento y la investigación; a esto él le llama la Ética del Conocimiento (4).

Lo que determina éste tipo de ética es precisamente la utilización del conocimiento, del saber, pues debe servir categóricamente para que se genere un estado de bienestar general, de buen vivir o en específico el sumak kawsay de los pueblos milenarios de América del Sur, el cual describe la realización ideal de un vivir digno y en plenitud donde también se esté en equilibrio con la naturaleza (5).

Este tipo de entendimiento del conocimiento y de las ciencias llevan a considerar que en la desestabilización social que se vive hoy en día, o también llamada crisis, que más que una crisis económica es una crisis de civilización (6), se vuelve un asunto urgente formar universitarios comprometidos con el impacto que generará su labor y su desempeño profesional en sus respectivos contextos sociales.

¿Qué clase de médicos se tendrán en los próximos años si egresan inconscientes de su compromiso con sus pacientes y con proporcionar un servicio de calidad? ¿Qué tipo de realidad jurídica viviremos sin abogados dispuestos a ejercer su profesión desde una perspectiva de respeto y competencia? ¿Qué tipo de carreteras y caminos sin ingenieros críticos y preparados; de arte sin artistas enamorados de su labor y cargados de conocimientos relevantes que mejoren su trabajo? Etc., etc., etc.

En este punto cabe aclarar que no se está refiriendo a una posición de benevolencia o filantropía por parte de los universitarios, sino de una responsabilidad que tenga una categoría ética conformada por principios fundamentales como los derechos humanos y la justicia social (7). El resultado inevitable de ésta ética, es el de reformular la naturaleza de los universitarios para que se comprometan con su sociedad, en y desde el mismo ejercicio de sus funciones como profesionales (8).

La responsabilidad social no es una moda pasajera, o una idea filosófica que sustenta cierto tipo de acciones, sino una obligación universal para asegurar la sostenibilidad social y ambiental de nuestro modo de vida, haciendo las modificaciones necesarias para lograrlo (9).

Es necesario para este proyecto de responsabilidad social constituir un desarrollo social universal, uno que incluya a las grandes mayorías y a todos los sectores en un progreso colectivo (10). Y como en las universidades se tiene como tarea fundamental formar sujetos deseosos por aprender, por descubrir, por crear, por innovar y por apostar por un desarrollo continuo; el incluir dentro de su formación la responsabilidad social universitaria, o bien una ética como universitarios, posibilita en ellos el proponer respuestas que verdaderamente intervengan en una mejora evidente en la calidad de vida dentro de la sociedad.

El cómo lograr este objetivo puede ser a través de la Identidad Universitaria, concepto que ha estado bajo una callada y discreta mirada de la investigación. Es posible determinarla dentro del interminable campo de batalla entre el deseo de libertad y la demanda de seguridad. De esta manera es posible entender la identidad como una dinámica esencial del ser humano (11) que se ve limitada a disertaciones que pueden, en algunos casos, estar más próximas al esencialismo que a considerarla como un asunto susceptible de análisis a través de un marco teórico conceptual propio (12).

Sin embargo lo que hoy puede rescatarse al respecto, permite definirla como construcción institucionalizada, donde el sentido de pertenencia a una comunidad universitaria, la diversidad y la multiculturalidad, determinan qué y quién como se percibe la o el estudiante identitariamente como parte de ese contexto, al asimilar las normas, los valores, los fines, los procedimientos y las prácticas institucionales de su universidad (13). Por lo tanto, si las universidades pueden erigir el tipo de universitarios que tienen dentro de sus puertas ¿por qué no utilizarla para formar universitarios éticos y preparados profesionalmente, listos para hacer frente a las necesidades de su sociedad?

Ahora bien, la Identidad Universitaria trae consigo muchos beneficios, no sólo la posibilidad de formar con una ética profesional a estudiantes de universidad, sino también se puede mencionar la generación de un sentido de pertenencia positivo de sus estudiantes con la universidad, un mayor reconocimiento social como institución, universitarios con mejores relaciones sociales entre iguales, mejoras en el desempeño académico de profesores y personal administrativo etc. Todo ello puede lograrse a través de su gestión, puesto que la Identidad Universitaria aborda la creación de elementos identitarios que motivan a realizar un mejor desempeño laboral, académico y estudiantil en nombre de la institución a la que con orgullo pertenecen y se sienten parte (14).

Un punto importante ahora es aclarar que aunque no se tienen estudios específicos sobre la relación entre la Responsabilidad Social Universitaria y la Identidad Universitaria, el sustento teórico que respalda a ambos ejes permite intervenirlos desde una perspectiva pedagógica, pues depende de crear los espacios, momentos y estrategias adecuadas para que los involucrados (universidades e instituciones, estudiantes, profesores, administrativos y directivos) puedan apropiarse de ese sentido de pertenencia a su institución y que a través de éste, se formen bajo una perspectiva de ética profesional y de responsabilidad con su entorno.

Las universidades hoy en día, y en particular las universidades públicas, se encuentran más comprometidas que nunca en su labor de proporcionar profesionales competentes, eficientes y conscientes de la responsabilidad social que adquieren todas y todos los que eligen una formación académica larga y profesional.

No es una alternativa viable el continuar con el mismo modo de “hacer las cosas”. Si bien existen universidades que por su historia, su prestigio y sus esfuerzos ya proporcionan una identidad universitaria eficiente a su alumnado, es necesario dirigir los esfuerzos a la formación de esta perspectiva de reconocimiento de la realidad sensible. El hecho de que toda profesión esté dedicada a proporcionar un bien o un servicio, es señal que la calidad del prestador de servicios debe ser equivalente a esta exigencia desempeñando su una labor profesional de calidad y competente.

La Identidad Universitaria es una propuesta válida para generar un cambio social necesario y urgente en esta primera década del siglo XXI. Concientizar sobre la implicación de cada acción, de cada profesional en su sociedad y el específico código de ética que dicte su desempeño y conducta laboral, lo cual es referirse a la Responsabilidad Social Universitaria, es cada vez más necesario.

Las universidades pueden hacer uso de éstas estrategias para hacer frente a esta demanda de la sociedad, y no sólo eso, sino que también lograrán beneficios institucionales que harán mejoras inmediatas dentro de su clima organizacional y su ambiente académico, creando un entorno más amigable para la formación de mentes abiertas a crear e innovar, pero que al mismo tiempo sean capaces de dar respuesta y soluciones a su sociedad, no para retribuirle algo o por un convencimiento personal de que hay que ayudar a los demás, sino entendiendo cabalmente la relación entre acción y consecuencia de su labor como profesional en su medio.

Se necesitan universitarios que estudien con ciencia y con consciencia para que no egresen de sus universidades esperando y deseando ocupar un lugar dentro de la sociedad, sino que muy por el contrario, se encuentren preparados para crearse el propio.

Referencias

(1)Restrepo J. La teoría de la Responsabilidad como Imperativo Ético. Hans Jonas y el Principio Axiológico para la Tecnociencia. Escritos. 2011;19:79–121.

(2)Domínguez Pachón, M. J. Responsabilidad social universitaria. 2012. Humanismo y Trabajo Social, 8, 37-67

(3)Meza I. La Identidad Universitaria: La UAM- I y la UT- Neza. 2004.

(4)Monod, Jacques. Chance and necessity: an essay on the natural philosophy of modern biology. Trans. Austryn Wainhouse. New York: Knopf, 1971.

(5)Correa R. Intervención del Presidente de la República del Ecuador, Rafael Correa en la VII Cúmbre de las Américas - Panamá. 2015.

(6)Anguita J. Ética y Política. Factor Humano: La Responsabilidad de Intentarlo. 2011.

(7)Correa R. Conferencia Magistral del Doctor Econosmista Rafael Correa Delgado - Ecuador: El desarrollo como proceso político. Cátedra “Raúl Prebisch.” 2014. p. 1–38.

(8)Ayala García MO. Responsabilidad social universitaria. Real y Reflexión [Internet]. 2011;11:29–37. Available from: http://www.redicces.org.sv/jspui/bitstream/10972/91/1/Responsabilidad social universitaria.pdf

(9)Breu F, Guggenbichler S, Wollmann J. Responsabilidad social universitaria: Manual de primeros pasos. Vasa. 2008.

(10)Sihem B. Social Responsibility of Educators. 2013;4(March):46–51.

(11)Valenzuela J. Formación de Identidad en Estudiantes Universitarios: Un diseño combinado secuencial explicativo. 2011.

(12)Cortés D. Aportes para el estudio de la identidad institucional universitaria. co. 2011;XXXVI:78–90.

(13)Sánchez C.A. Identidad Universitaria y Responsabilidad Social Universitaria en alumnos de la Licenciatura en Psicología de la UAEH.Tesis de Licenciatura. Universidad Atuónoma del Estado de Hidalgo

(14)Zárate AL. La identidad universitaria. Universidad Autónoma del Estado de México. 2006. p. 8.



[a] Licenciado en Psicología. Egresado del Área Académica de Psicología. Instituto de Ciencias de la Salud (ICSa). Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.

[b] Profesora Investigadora de Tiempo completo, Área Académica de Psicología, . Instituto de Ciencias de la Salud (ICSa). Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.

Correo de contacto: aacrom@gmail.com


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