Los servicios ambientales que generan los mamíferos silvestres

Environmental Services Generated by Wild Mammals

RESUMEN

Hidalgo es un estado del país dotado de una notable riqueza biológica que, sin embargo, no conocemos en detalle hasta ahora. Conocerla y conservarla es muy importante para seguir obteniendo de ella los beneficios ambientales que proporciona. Tradicionalmente la flora y la fauna son consideradas como conjuntos de especies sin relación entre sí. Esta idea es incorrecta y es la causa de que la gente mate muchos animales sin saber que con eso destruye lentamente la vegetación, pues éstos son necesarios dentro de ecosistemas como los bosques para mantenerlos en equilibrio. Tres grupos de mamíferos han sido señalados como importantes para mantener la función de los bosques: los murciélagos, los roedores y los carnívoros. Estos animales desarrollan funciones que pueden claramente valorarse en dinero, por lo que su presencia debería tener un valor nominal.

 

Palabras clave: Servicios ambientales, salud del bosque, mamíferos

ABSTRACT

Hidalgo is a state of Mexico endowed with a remarkable biological richness. However do not know them in detail until now. Learn about the biological richness of the state and preserve it, is very important to continue getting the environmental benefits that provide the flora and fauna. Traditionally plants and animals have been considered as sets of species without relationship. This idea is incorrect and is the cause of the people kill many animals, and with this slowly will destroy the vegetation. However the animals are required within the forest to keep it in balance. Three groups of mammals have been identified as important to maintain the function of the forest: bats, rodents and carnivores. These animals have functions that can clearly be valued in money, so the presence of each one of them should have a nominal value.

Key Words: Environmental services, health of the forest, mammals

LOS SERVICIOS AMBIENTALES QUE GENERAN LOS MAMÍFEROS SILVESTRES

Hidalgo es un estado del país dotado de una notable riqueza biológica que, sin embargo,  no se conoce en detalle hasta ahora. Sin embargo, conocerla y conservarla es esencial para planificar su desarrollo y mejorar la calidad de vida de sus habitantes, aprovechando de manera sustentable los recursos y conservándolos para las generaciones futuras.

Tradicionalmente las plantas y los animales han sido considerados como conjuntos de especies sin relación, como organismos independientes que no requieren de una coexistencia para sobrevivir. Esta idea es incorrecta y es la causa de que la gente mate animales sin saber que esto provoca también la destrucción de la vegetación, pues tanto las plantas como los animales dependen unos de otros (Aubry et al., 2003).

La parte más visible de los ecosistemas son las plantas, sin embargo y aunque no lo parezca, sin los animales la vegetación no puede existir, al menos como la conocemos. En un bosque saludable los animales barbechan, siembran, riegan, quitan las malas hierbas y las plagas y cosechan, es decir, funcionan como agricultores y eso tiene un precio que debemos valorar. Sin embargo dar valor a estas actividades, en términos humanos, no es sencillo (Bishop y Landell-Mills, 2003), primeramente porque no hemos identificado estos beneficios y, segundo, porque ello representa incluir en la contabilidad nacional las pérdidas de estos servicios ambientales, lo cual no resulta agradable. Por ejemplo, cuando se calculan los costos de desmontar un pedazo de bosque para convertirlo en parcela, se toma en cuenta el costo de la maquinaria y el de los salarios de los trabajadores, pero se omite dar un valor nominal a todos los seres vivos que habitaban ahí y a los beneficios que se obtenían de ellos, como son la leña, la caza, los productos verdes y muchos otros de naturaleza intangible como la captación de agua, la oxigenación del aire, la belleza del paisaje, la sombra, el aire fresco, entre otros, mismos que representan una pérdida real (Bishop y Landell-Mills, 2003). Los servicios ambientales entonces se pueden  definir como los beneficios que los seres humanos adquirimos de forma directa o indirecta de los ecosistemas (Alcamo et al., 2003).

Algunos autores han propuesto poner un precio a los servicios ambientales. Por ejemplo se pueden asignar valores de uso directo (Pearse y Moran, 1994), que consisten en adoptar el precio que existe en el mercado para productos como los alimentos, las medicinas, la madera, los seres vivos que pueden ejercer como controles biológicos de las plagas, los bienes industrializables, los recreacionales (caza, pesca) y el ecoturismo. Un ejemplo de la producción de alimentos muy claro ocurre en la mixteca de Puebla y de Oaxaca, donde existe una cactácea conocida localmente como xoconoxtle (Stenocereus stellatu), que produce un fruto dulce del tamaño de una naranja que se vende en los mercados locales a buen precio. Lo interesante es que esta planta produce flores nocturnas que sólo pueden ser polinizadas por murciélagos, por lo que el valor de toda la producción se debe a la actividad polinizadora de estos mamíferos de la especie Leptonycteris yerbabuenae (Casas et al., 1999), considerada como amenazada por la ley mexicana NOM-059-2010 (SEMARNAT, 2010). En casos como éste los beneficios de la presencia y de la actividad de los animales pueden ser claramente valorados, pues sin ellos no se producirían los frutos.

Estimar el precio de los beneficios que obtenemos por los servicios ambientales puede ser directo si se conoce su costo. Sin embargo los animales pueden producir otros bienes, como los de uso indirecto, que no tienen precio en el mercado; tales como la reducción de los insectos que pueden ser una plaga o la cacería de autoconsumo. ¿Cuántos animales son cazados regionalmente? y ¿cuál es el beneficio alimentario que dejan para las personas que los obtienen?, ¿son redituables estos beneficios?, esto es variable y no ha sido calculado por completo.

Además, existen otros recursos más difíciles de valorar, puesto que son el producto del buen funcionamiento de todo el ecosistema, a los que se conoce como servicios ambientales de mantenimiento (Kuntz et al., 2011). Algunos de ellos son: la producción de aire limpio, la regulación atmosférica, climática e hidrológica, la conservación del ciclo de nutrientes, el control de plagas, la fotosíntesis, la polinización y la formación y el mantenimiento de los suelos. Cada uno de estos servicios se antoja invaluable por la utilidad que tienen para el bienestar humano, sin embargo todos ellos están ligados al buen funcionamiento de las asociaciones vegetales en las que son indispensables los animales.

Se pueden señalar al menos tres grupos de mamíferos ampliamente relacionados con la estructura aérea de los bosques de coníferas en Norteamérica, que están estrechamente relacionados con la salud, el decaimiento o la muerte de los árboles: murciélagos, roedores y carnívoros. Estos mamíferos dependen de que la estructura y composición del bosque se mantenga inalterada y a su vez el bosque requiere de ellos para mantenerse en equilibrio (Aubry et al., 2003). Estos grupos de mamíferos son probablemente los más importantes para mantener la estructura funcional de la vegetación en México y en nuestro país son numerosos y complejos. En Hidalgo existen un total de 42 especies de murciélagos, 41 especies de roedores y 18 especies de carnívoros (Rojas-Martínez, información no publicada), todos ellos realizan funciones que favorecen el desarrollo de la vegetación y que sin embargo aún no han sido valorados.

Murciélagos

En los bosques de Oregón y de Washington, Estados Unidos de América, se ha evaluado el papel que juegan los murciélagos en el equilibrio del bosque; en estos estudios se han identificado sólo murciélagos insectívoros que juegan un papel importante como controladores de plagas, como alimento para otros depredadores y como fertilizadores del suelo. Sin embargo, en los ambientes templados los murciélagos sólo parecen tener una importancia para el control de insectos, pues se ha determinado que 300 murciélagos de la especie Nycticeius humeralis, que sólo pesan 7 gramos, pueden consumir 6.3 millones de insectos por año (Witaker y Clem, 1992). Por otra parte, se ha determinado que 150 murciélagos de la especie Eptesicus fuscus (murciélago café mayor), que pesan 23 gramos, pueden consumir 1.3 millones de insectos por año (Witaker, 1995). Los murciélagos consumen insectos que vuelan por las noches y dañan el bosque, por lo que pueden desarrollar un papel importante de control. Estos murciélagos consumen al gusano del abeto (Choristoneura occidentalis) y a la polilla del abeto (Orygia pseudotsugata), pero se desconoce su importancia en el control de los brotes de estas plagas.

En el norte de México se ha observado que los murciélagos de cola libre (Tadarida brasiliencis) protegen cosechas de sorgo, maíz, cítricos y nuez con un valor aproximado de 16.5 millones de pesos al año y de 260 pesos por hectárea (Gandara et al., 2006). Este murciélago es una de las especies más importantes en Norteamérica por su amplia distribución y presencia estacional. Además, es conocido como “murciélago guanero” por la gran cantidad de guano que produce y que puede ser utilizado para abonar los cultivos.

Los murciélagos pueden ser importantes, además, como polinizadores y como dispersores de semillas. En México el murciélago polinizador menor Leptonycteris yerbabuenae requiere de visitar 400 flores para sobrevivir cada día. De estos animales se han encontrado colonias de hasta 48,000 individuos en la Cueva del Guano en la Barranca de Metztitlán, Hgo., lo que significa que esta especie consume y poliniza cada noche 19’200,000 (diez y nueve millones doscientas mil flores), algunas de ellas de importancia económica, como las del maguey pulquero, entre muchas otras (Rojas-Martínez, no publicado). Por otra parte, en los ambientes tropicales húmedos los murciélagos que se alimentan de fruta pueden dispersar una cantidad muy grande de semillas cada noche. Esta cantidad ha sido estimada en 100 semillas/ha/noche (Da Silva et al., 2008) y con ellas reforestan los campos que han sido talados en las regiones tropicales.

Como se puede ver con estos breves ejemplos, el papel de los murciélagos como prestadores de servicios ambientales importantes para las actividades humanas son muy amplios, sin embargo en la mayor parte de los casos no se ha calculado el valor económico de sus servicios.

Roedores

En Hidalgo se han identificado 41 especies de roedores, la mayoría ratas y ratones. Los roedores son animales regularmente pequeños que, a diferencia de los que viven dentro de las casas donde hacen daño, en los ambientes naturales son evidencia de que el bosque es saludable y funciona bien. Cuando los ratones son diversos y abundantes en la naturaleza se puede afirmar que los bosques están funcionando bien. Los roedores son importantes porque pueden alimentarse de semillas, de follaje y de insectos, además de que al construir sus nidos excavan en el suelo y contribuyen a su aereación y permeabilidad (Vaughan, 1988). Como grupo numeroso, forman parte de la alimentación de reptiles, aves y mamíferos depredadores.

Además de vivir en los suelos de los bosques pueden habitar sobre los árboles y bajar de ellos sólo en escasas ocasiones (Aubry et al., 2003). Este tipo de animales puede contribuir al equilibrio del bosque como consumidores de semillas, como alimento para los depredadores y como dispersores de esporas y parásitos de los árboles como el muérdago (Aubry et al., 2003).

Los roedores son animales muy voraces y abundantes que al alimentarse de semillas pueden consumir hasta el 50% o más de las que se producen cada año en el bosque; con esta voracidad, más que hacer un daño contribuyen a mantener la estructura estable en el bosque, pues evitan que todas las semillas que caen al suelo germinen y de esta manera mueran los árboles por competencia entre ellos. Se sabe que algunas ardillas pueden almacenar conos (estróbilos: estructuras que contienen las semillas de las coníferas) para mantenerse hasta por un año, esto podría ser equivalente a 8,500 conos al año (Findley, 1969) que guardan en almacenes particulares. En el Parque Nacional El Chico en Hidalgo, México, los abetos pueden producir en años semilleros hasta 1,000 semillas por metro cuadrado. Si germinaran todas, no sobreviviría ninguna plántula. Sin embargo los ratones al alimentarse de las semillas limpian el suelo y  permiten que germine sólo una de cada 10,000, lo que mantiene la densidad del bosque en equilibrio (Rojas-Martínez, no publicado).

En México se practica la ganadería extensiva, una práctica en la que se deja que el ganado vague libremente por el bosque comiendo la hierba, los árboles jóvenes y apisonando el suelo. Con esto se provoca que los roedores disminuyan su número y variedad y, por tanto, muchas de las labores que realizaban estos animales quedan interrumpidas. Cuando faltan los roedores en los bosques, aunque se mantengan verdes, es señal de que el ecosistema comienza a derivar hacia una simplificación de la diversidad de especies animales y vegetales que lo componen, pues los roedores además son parte fundamental de la alimentación de otros animales.

Carnívoros

En Hidalgo existen 18 especies de carnívoros. Estos animales finalmente desarrollan en el bosque la importante tarea de controlar a los animales herbívoros, como los roedores, para que se mantengan en un número adecuado para desarrollar su función. Además, las especies de carnívoros que pertenecen a la familia de los Canidae son especies capaces de alimentarse de productos vegetales como los frutos, por lo que son también dispersores de semillas. Estos animales son considerados omnívoros y oportunistas, esto quiere decir que se alimentan de lo que sea más abundante en el bosque y lo que les cueste menos trabajo capturar. Así que cuando los roedores son muy abundantes, estos carnívoros son capaces de reducir su número, depredándolos preferentemente, por lo que mantienen su densidad en el número necesario para contribuir al mantenimiento del bosque. En los bosques nórdicos el puerco espín es una especie de roedor que se alimenta de la corteza y que puede causar la muerte de los árboles. Estos daños son mayores en los lugares donde no existe la marta pescadora (un carnívoro de la familia Mustelidae) que se alimenta de ellos. En los bosques afectados por el puerco espín han sido reintroducidas las martas con buenos resultados en el control de las poblaciones de estos roedores.

Terborgh (1988) ha propuesto que la presencia de carnívoros tope (aquellos animales depredadores que por su tamaño no tienen enemigos naturales), ejercen una influencia fundamental sobre la estabilidad y la diversidad de la vegetación y la fauna de los bosques tropicales prístinos. Su eliminación lleva a múltiples cambios que provocan la simplificación del ecosistema. Estos animales regularmente se alimentan de grandes herbívoros y de algunos carnívoros medianos. En los lugares en los que han sido eliminados son sustituidos por los carnívoros medianos no especializados, quienes proliferan en ausencia de los depredadores mayores y generan un desequilibrio persistente, al alimentarse de pequeños roedores en exceso.

De esta manera, puede verse que los ecosistemas trabajan bajo una delicada estructura formada por la vegetación y los animales que viven en ella. Ambos grupos dependen unos de otros para mantener a los ecosistemas funcionales y sanos. Sus productos, no sólo los que producen dinero sino aquellos que generan bienestar a las sociedades humanas, deberían tener un valor real en el presupuesto nacional y por tanto deberían de ser tomados en cuenta para saber el costo real de las inversiones que transforman a la naturaleza, con la finalidad de conocer si cada proyecto redituará una verdadera ganancia.

Dentro de este panorama, es necesario valorar concienzudamente el papel que juegan los mamíferos en la vegetación para mantener los ecosistemas funcionales y productivos en el presente y en el futuro.

Bibliografía

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[a]Profesor-Investigador adscrito al Área Académica de Biología, Laboratorio de Ecología de Poblaciones. Sus líneas de investigación abordan la ecología de mamíferos y las interacción de mamífero-planta. Correo: aerojas@uaeh.edu.mx

[b]Profesora-Investigadora del Área Académica de Biología, Laboratorio de Ecología de Comunidades. Sus líneas de investigación abordan la biodiversidad y la ecología de comunidades. Correo: cmoreno@uaeh.edu.mx