Dirección de Comunicación Social, 24/Julio/2024
Boletín Informativo UAEH No. 348
*Cumple con el objetivo de fortalecer y estimular los sistemas sensoriales y psicomotores, aseguró experta Garza
Pachuca de Soto, Hidalgo.- Para que las y los niños puedan alcanzar su máximo potencial respecto a las habilidades cognitivas, sociales, emocionales y motrices es esencial que exista una estimulación temprana adecuada a las necesidades de cada infante, de esa manera tendrán una infancia sana, enfatizó Verónica Rodríguez Contreras, profesora investigadora del Área Académica de Psicología del Instituto de Ciencias de la Salud (ICSa), perteneciente a la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), a través de una entrevista.
La estimulación temprana es la vigilancia que se brinda a las y los recién nacidos durante sus periodos de crecimiento, por lo que es de suma importancia además de una etapa crucial en la que el cerebro es mayormente susceptible y se vuelve receptor de nuevos aprendizajes, así como de conocimientos que serán utilizados a lo largo de toda su vida, incluso se generan redes neuronales que les permitirán articular palabras y estructurar pensamientos.
Durante la etapa sensoriomotora, la cual es de cero a dos años, es importante que las madres y los padres de familia se encarguen de realizar actividades que impulsen el desarrollo de los cinco sentidos de las infancias, las cuales son: gatear, jugar con objetos que tengan diferentes texturas, exploración de sonidos y tiempo de calidad. A través de ellas se cumple con el objetivo de fortalecer y estimular los sistemas sensoriales y psicomotores.
Rodríguez Contreras expresó que es relevante que exista un acompañamiento entre la estimulación formal, la cual se brinda en las escuelas en donde hay una metodología para atender las necesidades de cada infante, y la informal, que se encuentra bajo la supervisión de la familia, de esta manera, las y los niños podrán adquirir herramientas para mejorar su lenguaje, su modo de comunicarse y socializar, con la finalidad de generar redes neuronales que ayudarán a fortalecer sus habilidades sociales y cognitivas.
Finalmente, la experta señaló que cuando las infancias logran obtener su máximo potencial, es recomendable que las y los padres de familia no generen una sobreestimulación en ellas y ellos, ya que a corto y largo plazo se pueden presentar una serie de consecuencias dentro de su desarrollo, tales como la ansiedad, el estrés, problemas de concentración, de socialización y de conducta, lo cual perjudica el progreso ya obtenido en su crecimiento.