Dirección de Comunicación Social, 14/Febrero/2024
Boletín Informativo UAEH No. 72
*La profesora investigadora Margarita González Fragoso señaló que es importante estar conscientes de que todo acto que una persona realice dentro de una relación, tiene una consecuencia positiva o negativa en su pareja
*“Hay que entender que no hay relaciones ni personas perfectas, y mucho menos parejas perfectas”, aseguró la especialista
*Podemos no estar de acuerdo con la opinión de otras personas o nuestra pareja, pero eso no implica que no debamos validar lo que el otro siente y opina
Pachuca de Soto, Hidalgo. – Claudia Margarita González Fragoso, profesora investigadora del Área Académica de Psicología del Instituto de Ciencias de la Salud (ICSa), de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), explicó que la responsabilidad afectiva es la capacidad de expresar nuestras necesidades y emociones siendo respetuosos de las emociones de las otras personas, sin dejar de lado que lo que decimos y hacemos tiene un impacto en los demás y que los vínculos que establecemos con otros implican un cuidado mutuo.
Para la experta es importante aprender a saber expresar nuestras emociones, pero con base en el respeto, la empatía y una comunicación asertiva. “Primero es muy importante ser cuidadosos en cómo expresamos lo que sentimos, tanto en contenido como en forma, es decir, qué decimos y cómo lo hacemos, especialmente cuando estamos en situaciones de conflicto. Asimismo, se deben plantear límites de mutuo acuerdo en la pareja y, si es necesario, irlos renovando conforme avanza la relación”, puntualizó.
Claudia González mencionó que otro punto importante es la validación recíproca de los sentimientos: “Tenemos nuestras propias ideas y formas de pensar, podemos no estar de acuerdo con la opinión de las otras personas o nuestra pareja, pero eso no implica que no debamos validar lo que el otro siente y opina, se debe tener la apertura para recibir los sentimientos de la otra persona al momento que los expresa”.
La profesora investigadora del ICSa propuso que es necesario estar conscientes de que todo acto que una persona realice dentro de una relación tiene una consecuencia positiva o negativa en su pareja. El objetivo de esta conciencia es evitar el dolor innecesario que generan las falsas expectativas del amor romántico: “Hay que entender que no hay relaciones ni personas perfectas, y mucho menos parejas perfectas”.
El amor en pareja debe ser de cuidado mutuo para la búsqueda de armonía y ésta solo se logra a través de una comunicación honesta y siempre bidireccional. Hay que recordar que, en caso de necesitar ayuda externa para poder subsanar la relación con la pareja, siempre se puede acudir a la ayuda de un profesional de la psicología y experto en parejas.
Al empezar una relación no siempre están claras las intenciones ni las expectativas, a menudo los sentimientos cambian, aumentando o disminuyendo el amor y el cariño mientras que las dos personas se conocen. Cuando estos sentimientos divergen de forma considerable, es importante intervenir antes de que una de las dos personas se sienta engañada.
“Algo muy importante es reconocer que no podemos pedir algo que no estemos dispuestos a ofrecer. No importa qué tipo de relación se tenga, tiene que ser recíproca y, si ocupamos respeto, tenemos que dar ese mismo respeto a quien se lo estamos pidiendo, de esta forma llevaremos una inteligencia emocional estructurada con bases sólidas y concisas”, recalcó la profesora investigadora universitaria.
Para cerrar, se mencionó que ser capaces de expresar nuestras necesidades y emociones siendo respetuosos o respetuosas de las emociones de la otra persona nos llevará a mejores estadios con nuestra pareja o amigos. También, es importante tener consciencia de que lo que decimos y hacemos tiene un impacto en los demás y que los vínculos que establecemos con otros implican un cuidado mutuo.