Experto de la UAEH resalta la importancia del código de ética en instituciones


Dirección de Comunicación Social, 26/Julio/2023

Boletín Informativo UAEH No. 367


*Las universidades están obligadas no solamente a generar y esparcir el conocimiento hacia las nuevas generaciones, sino también los valores a través de la enseñanza

 

Pachuca de Soto, Hidalgo. –  Ante los constantes cambios en los ámbitos regional, nacional e internacional en los rubros económico, político, cultural y social, es necesario replantear diferentes modelos de educación media superior y superior, así como las normas y prácticas de conducta dentro y fuera de las estancias académicas para las y los integrantes de las comunidades universitarias, así lo planteó Sergio Demetrio Polo Jiménez, profesor investigador del Instituto de Ciencias Económico Administrativas (ICEA) de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).

 

“Todas las universidades y unidades educativas deben considerar que ante los nuevos retos y demandas del contexto social actual, los códigos de ética deben estar en una constante renovación, lo que permite solventar estas necesidades específicas y dejar atrás viejas prácticas”, aseguró Sergio Polo.

 

Es precisamente por esta urgencia social que la máxima casa de estudios de la entidad, a través del Honorable Consejo Universitario, ejecuta una reforma al Estatuto General que consagra los principios institucionales, valores, el respeto a los derechos fundamentales y la igualdad de género como normas del quehacer universitario. Desde el año 2006, la Autónoma de Hidalgo fue pionera a nivel nacional con la publicación del Código de Ética sobre Conducta Equitativa y Calidad.

 

Sin embargo, resultó indispensable la formulación de un nuevo Código de Ética e Integridad Académica que expresara con generosidad el ejercicio de los valores y principios que hoy rigen a la institución, en armonía con el marco internacional y nacional de los derechos fundamentales.

 

Las organizaciones de cualquier tipo cuentan con elemento humano, la relación que tiene este con la interacción que debe haber con sus congéneres y su ambiente en el que se desarrolla debe forzosamente ser normado para generar confianza y estabilidad en beneficio de la concepción de los objetivos.

 

“Los seres humanos reaccionan a situaciones y circunstancias en ambientes internos y externos, los cuales lo obligan a tener una actuación, pero esa actuación tiene que ser normada y encaminada a cuestiones de ser de la ética. Por lo tanto, mientras haya cambios en actuaciones distintas, deberá también haber cambios en las normatividades del comportamiento, sin olvidar los principios fundamentales básicos de siempre seguir el bien común. Las universidades y casas de estudios no quedan exentas de esto”, explicó el investigador del ICEA.

 

Resaltó que las instituciones de educación superior están obligadas no solamente a generar y esparcir el conocimiento hacia las nuevas generaciones, sino también los valores a través de la enseñanza, acciones y ejemplos en todo tipo de materia, desde el comportamiento social y profesional, el respeto a la naturaleza, el ambiente y hacia los derechos de las demás personas. Las casas de estudios deben ser fundamentales para crear profesionistas de calidad, pero también profesionistas con integridad.

 

El profesor investigador Garza refirió que los códigos de ética universitarios deben sustentarse en el criterio de su permanente actualización, ampliación de espacios de análisis y reflexión compartida, así como una evaluación que busque identificar su impacto en el desarrollo educativo, institucional y su trascendencia social.

 

Indicó que se debe dar seguimiento a las normativas expuestas en los códigos y contar con figuras dentro de las instituciones educativas que se aseguren de que se cumplan, así como penar a aquellos que las infrinjan, con el objetivo de dictaminar espacios seguros para todas y todos los universitarios.


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