Dirección de Comunicación Social, 30/Junio/2023
Boletín Informativo UAEH No. 335
*La temporada de calor es idónea para que los microorganismos puedan reproducirse exponencialmente, advierten
Pachuca de Soto, Hidalgo. – La temporada de calor por la que el país pasa actualmente ha afectado de manera diversa al medio ambiente y sus habitantes, entre estas afectaciones se encuentra la conservación de alimentos, por lo que profesores de tiempo completo del Área Académica de Nutrición de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), Ernesto Alanís García y Silvia Iem Velazco, ofrecieron diferentes recomendaciones para la salvaguarda de lo que comemos, con el fin de evitar su descomposición y enfermedades gastrointestinales.
Los especialistas universitarios señalaron que en primera instancia es importante saber qué alimentos se pueden mantener fuera del refrigerador, como lo son las hortalizas, frutas y verduras, pero hay que considerar que su tiempo de maduración se acelera en estas temporadas de calor.
“Lo primero es calcular bien lo que necesitamos para nuestra casa y no sobre abastecerse, ya que se corre el riesgo de que buena parte de las provisiones perecibles se estropeen; además de buscar un lugar dentro de la casa con el ambiente más fresco posible, lejos de los rayos del sol directos”, apuntó el investigador Ernesto Alanís.
Para los alimentos caldosos, como lo son las sopas y guisados, una vez que sean preparados en hervor, es necesario dejarlos enfriar a temperatura ambiente unos minutos para posteriormente poder refrigerarlos. Se aconseja evitar el contacto con vehículos de contaminación, como las moscas, mosquitos y otros tipos de insectos que son las primeras fuentes de traspaso de microorganismos dañinos.
“Es importante recordar que estas temporadas de calor son las condiciones idóneas para que los microorganismos puedan reproducirse exponencialmente, es por eso que muchas personas en esta temporada presentan enfermedades como diarrea, síntomas de náuseas o la comida les cae mal”, señaló el profesor universitario.
Silvia Iem Velazco señaló que las personas pueden aumentar el nivel de frío en sus refrigeradores entre seis y 12 grados centígrados, esto con el fin de compensar un poco más el ambiente. Asimismo, a la hora de meter los alimentos al refrigerador, en el caso de leguminosas y frutas, hay que lavarlas perfectamente, secarlas para que no tengan humedad y refrigerarlas, para evitar organismos de descomposición, como los hongos.
Indicó que no todos los alimentos deben refrigerarse, ya que frutas como el plátano, papaya, manzana, pera, palta, melocotón, granadilla, chirimoya, sandía, mango, higos o melón pertenecen a los alimentos llamados “climatéricos”, que son aquellos que provienen de climas cálidos y están acostumbrados a permanecer en temperaturas altas. “Lo que sucede al bajarle la temperatura es que pueden cambiar de color y textura o hacer que su conservación sea por menor tiempo”, mencionó.
En caso de picar cualquier fruta o verdura, lo indicado es meterlo en recipientes que en su tapadera tengan algún sistema de respiración, es decir, algún orificio que permita la entrada de aire.
En cuanto a la carne, es importante que aquella que no se use al momento se mantenga congelada, ya que es un tipo de alimento que se descompone con facilidad a temperatura ambiente o con poca refrigeración; pero al utilizarla, lo ideal es traspasar la carne al refrigerador toda la noche para poderla cocinar al día siguiente.
También se puede usar el modo de descongelación del microondas, aunque este método es tardado y gasta una considerable cantidad de energía eléctrica.
Finalmente, recomendaron que para los alimentos enlatados, estos cuentan con conservadores que los mantienen puros mientras se encuentran cerrados, una vez abiertos es fundamental que si solo se usa una parte del contenido, la otra se pase a un envase con tapa y se guarde en el refrigerador. Lo mismo para los productos en Tetra pack o que vienen en bolsas herméticas.