Dirección de Comunicación Social, 21/Junio/2023
Boletín Informativo UAEH No. 320
*El orgullo de ser lo que cada quien quiere ser es algo que se debe festejar, apoyar e impulsar todo el año
Pachuca de Soto, Hidalgo. – Magda González Sánchez, egresada de la Licenciatura en Mercadotecnia de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), y que actualmente labora dentro de una agencia de marketing y publicidad de manera profesional, comentó que el Rainbow Washing se refiere a cuando una marca utiliza los colores de la bandera LGBTIQ+ para la promoción de un artículo o campaña específica con fines de lucro.
Junio es el Mes del Orgullo para la comunidad LGBTIQ+ y lo que empezó como una lucha social con el fin de exigir identidad, derechos, respeto y representación, pronto fue tomado por las grandes y pequeñas compañías como una forma de atraer público, uniéndose a una causa común. “Pero, ¿es esta práctica realmente efectiva para su imagen? Y lo que es más importante, ¿realmente ayuda esto a la comunidad LGBTIQ+?”, cuestionó la egresada Garza a través de una entrevista.
Mencionó que está claramente demostrado por múltiples estudios que dar pasos decididos a favor de la diversidad LGTBIQ+ compensa tanto en la reputación como en la productividad y el negocio durante el mes de junio. Al realizar este tipo de campaña, la aceptación de la gente en general crece por dar apertura al movimiento del orgullo, lo que trae como consecuencia un incremento en sus ventas, en especial entre la comunidad sexo-diversa.
“Sin embargo, el problema radica cuando esta publicidad a favor de la comunidad ya no se visualiza una vez acabado el mes de junio. Muchas veces, lejos de ser un apoyo es algo contradictorio, ya que cerca del 48% del total no hace alguna acción que beneficie a la comunidad”, afirmó Magda González. Además, comentó que las campañas publicitarias dejan de lado la violencia que viven las y los integrantes del colectivo y se centran en una idea optimista que oculta los problemas que vive esa población.
“Esto hace que se utilice a la comunidad sexo-diversa solo como un objeto de comercialización y no como parte de la audiencia, lo que trae como consecuencia la pregunta ¿para quién es el producto que se lanza, para las personas gay, las lesbianas, las trans o para quienes son heterosexuales que quieren estar a la moda?”, puntualizó la egresada universitaria.
La experta comentó que es importante desestacionalizar la diversidad LGBTIQ+ en las empresas y posicionarse en diferentes momentos del año. Esto no quiere decir que en junio no toquen el tema, sino que el orgullo de ser lo que cada quien quiere ser es algo que se debe festejar, apoyar e impulsar todo el año.
Mencionó, por ejemplo, desarrollar programas de diversidad LGTBIQ+ de la mano de las asociaciones expertas, lo que impactará de manera real en la cultura de la compañía y generará nuevos puntos de contacto y conversación con el exterior; el personal debe conocerlos bien para que formen parte de la comunicación de los mismos; además, las redes de empleados y el fomento de una cultura de aliados promueven mejores ambientes laborales.
Refirió que las universidades también son marcas dentro de un estricto sentido de marketing, pero por su naturaleza son instituciones de educación que tienen como objetivo promover el pensamiento crítico y la evolución del mismo dentro de la sociedad. Por ello, señaló la importancia de que se ofrezcan espacios en donde se realicen ponencias, talleres, mesas redondas y charlas para que especialistas expliquen la lucha LGBTIQ+ desde los diferentes factores sociales, como lo son el humanitario, médico, psicológico, económico administrativo, social, artístico, entre otros.
“Los cambios sociales se generan a través de la enseñanza, por lo que las instituciones de educación son la base para que una sociedad empiece a cambiar sus ideas a través de la enseñanza crítica y especializada que se genera en cada una de ellas”, finalizó Magda Sánchez.