Dirección de Comunicación Social, 09/Abril/2023
Boletín Informativo UAEH No. 166
* “La ONU refirió que una de cada cuatro personas carece de agua potable segura, eso es preocupante, y nosotros como investigadores debemos contribuir”, señaló la docente Garza
* Se usa cáscara de nuez para crear carbón activado, al cual se le hace reaccionar con un polielectrolito para crear un material compuesto, mismo que atrapa los contaminantes de las aguas residuales para sanearla
* Tratar las aguas residuales industriales no solo tendría un impacto ambiental, también permitiría tener una mayor disposición del recurso hídrico para la población
Pachuca de Soto, Hidalgo.- Tratar las aguas residuales de la industria mediante el uso de nuevos materiales sustentables, no solo contribuye a remediar los problemas de contaminación y escasez de agua, sino que también se generan beneficios medioambientales, económicos y de salud, indicó Ana María Herrera González, profesora investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).
La también docente del Área Académica de Ciencias de la Tierra y Materiales del Instituto de Ciencias Básicas e Ingeniería (ICBI) explicó que actualmente desarrolla el proyecto “Remediación de agua residual de la industria minera y textil con nuevos materiales compuestos a base de polielectrolitos, teniendo como base un carbón activado”, donde se investiga cómo realizar una limpieza del agua para poder reutilizarla dentro del proceso industrial.
“La Organización de las Naciones Unidas (ONU) refirió que una de cada cuatro personas carece de agua potable segura, eso es preocupante, y nosotros como investigadores debemos contribuir un poco para remediar lo que la propia población ha destruido”, subrayó la científica integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) en el Nivel II.
De esta manera, en la búsqueda por crear un material compuesto sustentable, no solo para abaratar la producción, sino también para ampliar los beneficios, se optó por usar biomasa, que son desechos naturales. En este caso en particular se eligió la cáscara de nuez, la cual es desechada por las y los productores hidalguenses sobre la misma superficie, sin embargo, como es flamable, puede generar incendios y quemar áreas verdes.
A la cáscara de la nuez se le da un tratamiento previo para obtener carbón activado, mismo que se hace reaccionar con un polielectrolito para crear un material compuesto de apariencia granular y que se aplica en el agua residual. Este nuevo material compuesto sustentable absorbe el mayor número de contaminantes para poder separarlos del recurso hídrico. La ventaja de este componente es que con el debido tratamiento se puede regenerar a fin de usarlo nuevamente.
El proyecto tiene un impacto importante, ya que a esta basura orgánica se le da un uso, se reducen los incendios y se puede tratar el agua residual de las industrias textil y minera. Los residuos son desde colorantes, fijadores, reactivos hasta metales como el cobre, níquel, zinc y plomo, que al ser vertidos en ríos afectan a la flora y fauna, incluso, al ingerirse, pueden provocar muchas enfermedades.
“En ambas industrias, no hay procesos sin agua. Por lo que con este proyecto se busca quitarle al agua lo que la industria le provocó y dejarla tan limpia como la recibieron. Con esta acción se impulsa un proceso cíclico, porque el agua que usó la industria podría regresar al proceso y eso es un gran avance”, manifestó la docente Garza, quien agregó que este proyecto también estudia cómo determinar el porcentaje de contaminantes que se atrapan con estos nuevos materiales.
Tratar las aguas residuales industriales no solo trae un impacto ambiental, también permitiría tener una mayor disposición del recurso hídrico para la población y que este no se destine principalmente a esas industrias, que entre muchas, son de las que más consumen agua.