Dirección de Comunicación Social, 18/Febrero/2023
Boletín Informativo UAEH No. 081
*Se necesita constante capacitación con la finalidad de romper con las ideas preestablecidas y emplear la inclusión en la creación de contenidos, asegura investigadora
*Los medios deciden que van a romper el molde al mostrar modelos o actrices de tallas grandes como una manera de reivindicación, sin embargo, siguen sin aceptar este tipo de cuerpo
Pachuca de Soto, Hidalgo. – Alexa Moreno, Yuridia, Michelle Rodríguez, Selena Gómez, Lizzo y Camila Cabello son actrices, cantantes y deportistas que a lo largo de su carrera han sufrido gordofobia por parte de los medios de comunicación, la sociedad y los medios socio digitales por no cumplir con el estereotipo occidental de belleza establecido.
Laura Georgina Ortega Luna, profesora investigadora de tiempo completo del Área Académica de Comunicación de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), destacó que la gordofobia pertenece a la violencia estética, la cual consiste en la presión que se ejerce hacia las personas, en su mayoría mujeres, por cumplir con los estándares de belleza impuestos a través de estereotipos de género.
La docente Garza enfatizó que la carga psicológica que pesa sobre las mujeres provoca una guerra diaria contra su propio cuerpo, pero también contra otras mujeres, la cual es alimentada en gran medida por los medios de comunicación a través de series, películas, telenovelas o programas de televisión en los cuales se refuerza el estereotipo de que las personas con cuerpos diversos no tienen cabida y, por lo tanto, deben ser modificados para cumplir con el modelo establecido, pues solo podrían interpretar ciertos roles; a ello se suma la legitimación de la violencia a través de la burla.
“Tenemos historias muy clásicas como ‘Bety la fea’ o ‘Mi gorda bella’, en donde el medio de comunicación quiere resaltar el componente de la belleza interna de las personas, pero las terminan transformando estéticamente. Al final, el mensaje es que esa belleza interna debemos reflejarla en el exterior y cómo debe ser, bajando de peso, maquillándose, comprando ropa de tipo occidental y cayendo en el mismo estereotipo de siempre”, sentenció.
Otro ejemplo que mencionó Ortega Luna es el caso de Michelle Rodríguez y su aparición en la portada de una revista. Para la investigadora de la UAEH en éste se puede ver la discriminación positiva, es decir, cuando un medio de comunicación realiza un discurso revictimizante, en el cual las mujeres en lugar de sentirse aceptadas y normalizadas son excluidas.
"No debería estar diciendo: no te preocupes, vamos a hacer que te veas bonita aunque tengas una talla grande", declaró.
Mientras que la sociedad sigue cargada de estereotipos que tienen que ver con lo occidentalmente alcanzable y cuando se muestra en la pantalla algo que no cumple con esos cánones de belleza se le crítica o burla. Un ejemplo de ello fue el caso de la gimnasta Alexa Moreno, quien fue duramente criticada en redes sociales porque su apariencia física no era como la de otras atletas en esa disciplina, o la cantante Yuridia, quien fue atacada constantemente por la misma razón para después revictimizarla; esto dejó atrás los logros de ambas mujeres en los ramos del deporte y musical, respectivamente.
Por ello, la docente del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades (ICSHu), hizo un llamado a implementar la transversalidad de la perspectiva de género en los medios de comunicación, así como la constante capacitación con la finalidad de romper con las ideas preestablecidas y emplear la inclusión en la creación de contenidos, sin embargo, enfatizó que este último punto no es forzar la entrada de la diversidad a los espacios, ya que siempre han sido suyos solo que se les negaron.
“Lo importante es empezar a que normalicemos la aparición de cada persona en cada programa, serie o película, vamos a tratar a todas y todos por igual, que ahora el tema del peso no sea un tema que deba importar en el titular de una nota, no deberíamos hacer alusión al peso de una persona ni de manera negativa como positiva, porque al final terminas excluyendo”, sentenció.
Georgina Ortega Luna, enfatizó que la sociedad asocia a la delgadez como sinónimo de salud, una idea errónea que junto al constante bombardeo mediático que presiona a las mujeres para bajar de peso, desemboca en el padecimiento de trastornos de la alimentación como la anorexia o bulimia, el trastorno de dismorfia corporal, o padecer de anemia por someterse a dietas o rutinas de ejercicio sin la guía de un especialista.
"Tenemos que ser conscientes que debemos evitar esos comentarios, porque hacemos un daño psicológico a las otras mujeres", recalcó.
A su vez, destacó que es necesaria la reivindicación de las mujeres con su cuerpo, a través de ayuda con terapeutas que tengan perspectiva de género, quien les ayude a poner fin a la lucha constante que tienen consigo mismas y les permita salir del modelo dominante. "Tenemos que aceptar que este es mi cuerpo, que dentro de mi cuerpo se encuentra una personalidad y comenzar a asimilarlo, para que no tengamos que caer en esta lucha constante, en estar presionándonos todos los días con querer cubrir el estereotipo que se espera de mí", finalizó.