UAEH realiza cultivos para evitar la extinción de cactáceas


Dirección de Comunicación Social, 27/Junio/2013

Boletín Electrónico Informativo No. 431


* En el Laboratorio de Morfofisiología Vegetal se reproducen las cactáceas que se encuentran enlistadas en la Norma Oficial

Pachuca de Soto, Hgo.- Las cactáceas tienen un papel importante en los eosistemas en los que crecen. Varias especies de animales se alimentan de sus semillas. En regiones muy áridas, los pobladores pueden cortar una planta, raspar el tejido interno (parénquima) y obtener agua. Sin ellas, la temperatura y el suelo se verían modificados, ya que las raíces de estas plantas detienen el sustrato, evitando así la erosión del suelo.

Recientemente, la Barranca de Metztitlán ha sido decretada Reserva de la Biosfera, en donde se localizan especies endémicas como Cephalocereus senilis (viejito), Echinocacthus platyacanthus (biznaga dulce), Mammillaria scheideana (biznaguita de Metztitlán) y otras 59 más que se encuentran registradas en la Norma Oficial.

Dicha reserva ha proporcionado al Centro de Investigaciones Biológicas de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) la mayor parte de sus especies para su conservación y reproducción, dando pauta al proyecto “El cultivo de tejidos vegetales como alternativa de conservación y producción de cactáceas en peligro de extinción del estado de Hidalgo”, que cuenta con el apoyo del Fondo Mixto (FOMIX) del CONACYT, desarrollado por Ana Laura López Escamilla, profesora-investigadora de esta institución y responsable del proyecto.

“Las cactáceas se caracterizan por acumular agua”, explicó la investigadora. “Muchas de aquéllas con las que trabajamos son endémicas del estado de Hidalgo. En lugar de hojas presentan espinas y tienen un metabolismo fotosintético realizado durante la noche; de lo contrario, debido a las condiciones áridas del ambiente, se deshidratarían; a este proceso se le conoce como metabolismo acido crasuláceo”.

En el Laboratorio de Morfofisiología Vegetal se reproducen las cactáceas enlistadas en la Norma Oficial. El proceso consiste en germinar una semilla in vitro; cuando las plántulas alcanzan una altura de 0.5 a 1 cm, son segmentadas y sembradas en otro medio adicionado con fitorreguladores, lo que propicia la formación de nuevos brotes. Las plantas que se propagan mediante esta vía no son aptas para introducirlas al medio natural de manera inmediata: en primer lugar, tienen que adaptarse paulatinamente a un clima árido y, segundo, es preiso analizar si no han sufrido alguna modificación interna durante el proceso.

El saqueo ilegal que actualmente enfrentan las cactáceas de la reserva, si continúa, podría llevarlas a su extinción. Ante esta amenaza latente, este proyecto de investigación propone establecer parámetros para su protección y producción, con el fin de ejercer un comercio controlado, estableciendo en la reserva un Laboratorio de Cultivo Rústico, para que los pobladores utilicen las técnicas que se han desarrollado en el Laboratorio de Morfofisiología Vegetal y puedan propagar de una manera más eficiente las cactáceas de la zona e incluso otras especies, como las orquídeas, entre las que, afirma López Escamilla, existen muchas especies desconocidas y es importante preservarlas.

-Mónica Cuéllar Bocardo- -Fotografía: Sandra Franco-


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