Dirección de Comunicación Social, 28/Junio/2022
Boletín Electrónico Informativo No. 346
* Cada mes se registran en el país seis asesinatos de odio contra personas LGBT, de acuerdo con la asociación Letra Ese
Pachuca de Soto, Hidalgo. – Ana Alejandra Duque Mata, doctorante del posgrado en Ciencias Sociales, Karina Pizarro Hernández, profesora investigadora, así como Fátima Belén Hernández Andrade, estudiante de Licenciatura en Sociología, todas de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), enfatizaron que México presenta grandes avances en materia de legislación para la comunidad LGBT+, sin embargo, carece de justicia social, algo que se ve reflejado al ocupar el segundo lugar en crímenes de odio por homofobia y transfobia en Latinoamérica.
“Llevamos más de 10 años trabajando y la gente sigue sin entender y conocer qué es la perspectiva de género, la cual es una desigualdad histórica en tiempo y espacio. Estas desigualdades se han reproducido dando como resultado la homofobia y transfobia, que es el odio a no reproducir los patrones heteronormativos en un sistema binario de hombre o mujer”, declaró la investigadora Pizarro Hernández.
Por su parte, Duque Mata resaltó que si bien existen avances en materia legislativa como el matrimonio igualitario, la adopción homoparental, la ley de identidad de género y la prohibición de las terapias de conversión, cuando hay violaciones a los derechos de las personas LGBT+ la impunidad prevalece.
De acuerdo con la información recabada por la asociación Letra Ese, durante 2021 se contó con el registro aproximado de al menos 78 muertes violentas de personas LGBTIQA+ por motivos presuntamente relacionados con su orientación sexual, identidad o expresión de género, aunque se considera que la cifra real podría ascender a 179 homicidios.
El principal sector violentado son las mujeres “trans”. Al respecto, Fátima Belén Hernández Andrade, estudiante de sociología en la UAEH, indicó que este grupo se encuentra con una doble violencia al ser mujeres y ser trans. Para Anna Alejandra Duque, es necesario la tipificación de estos crímenes de odio, como ha sucedido con los feminicidios, debido a que detrás de estos homicidios existe una razón de género y de su condición, así como preferencia sexual.
Duque aclaró que en el estado de Hidalgo no hay un observatorio que documente las agresiones violentas y los actos discriminatorios hacia la comunidad, sin embargo, algunas asociaciones civiles como Servicios de Inclusión Integral y Derechos Humanos A.C. (SEIINAC) han realizado un monitoreo de estos a través de lo publicado en los medios de comunicación local.
El primer homicidio trans documentado en el estado de Hidalgo por Letra Ese, a través del informe “Crímenes de odio por homofobia México 1995-2008”, fue el caso número 112 en abril de 1999 en Pachuca y se desconoce su nombre de mujer trans, ya que fue registrado bajo el nombre de José Abelardo, con lo que se vulneró su derecho a la identidad.
Otro caso fue en junio de 2010, la activista trans Fernanda Lavalle, vicepresidenta de la asociación Transgénero Hidalgo, fue asesinada. Gracias a la presión de la sociedad civil organizada se logró que se reconociera a la activista por el nombre y apellido que ella eligió en vida.
Alejandra Duque señala que en estos seis casos se presentaron similitudes con algunas de las causales para la catalogación de los feminicidios, debido a que los cuerpos de las víctimas trans fueron expuestos en vía pública, hubo violencia sexual y relación entre las partes.
En diciembre de 2021 se dictó la primera sentencia de transfeminicidio en Hidalgo, la justicia llegó a Renata Spencer y su familia. El transfeminicida fue sentenciado a 34 años, cuatro meses y 15 días de prisión. “Esto también es un avance, aunque al final ha sido una de los ocho casos que tenemos”, mencionó Duque.
Fátima Belén Hernández Andrade, aborda en su tesis el caso de un hombre transexual originario de Ixmiquilpan que ha decidido migrar a Canadá para vivir una vida libre de violencia. Esto la hace pensar que tanto México e Hidalgo no están preparados para brindarle a las personas trans una vida digna, por esa razón busca migrar al extranjero donde su identidad y expresión de género, así como sus derechos, son reconocidos y respetados.
“En el momento en el que una sociedad tiene una gran demanda de justicia, significa que se debe hacer algo”, declaró sobre la visibilidad que ha reclamado la comunidad LGBT+ ante la normalización de este tipo de violencia por parte de la sociedad.
La doctora Karina Pizarro destacó que la migración y las personas que integran la comunidad LGBTIQ+ están estrechamente ligados y motivado por la búsqueda de libertades. En primera instancia, las personas migran de manera interna a espacios urbanos en dónde encuentran más libertades, pero al no estar exentos de las LGBTIQ fobias buscan la migración transnacional.
Para sus estudios de maestría, Ana Alejandra Duque se acercó al tema de la migración de la comunidad LGBTIQ+ en Canadá, la cual, lograba residir en el país a través de la demanda de asilo, convirtiéndose en refugiados y refugiadas.
Las estudiantes Garza consideran que falta mucho trabajo para alcanzar una sociedad más incluyente, diversa, respetuosa y justa, pero es necesario atender todos los frentes, entre ellos la academia con investigaciones que aborden los estudios de la diversidad sexual, que se nombren, se visibilicen las problemáticas y necesidades de la comunidad LGBTIQ+.