Dirección de Comunicación Social, 27/Mayo/2022
Boletín Electrónico Informativo No. 282
* Una solución brillante para frenar el cambio climático se encuentra en la Entogastronomía
*Se firmó una carta de intención para iniciar un proyecto de generación de ecosistemas de innovación, emprendimiento y sostenibilidad
San Agustín Tlaxiaca, Hidalgo. – El Instituto de Ciencias Económico Administrativas (ICEA), perteneciente a la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), recibió la visita del director del programa de Salud Pública de la Universidad de Harvard, Ramón Alberto Sánchez Piña, quien impartió la conferencia “Entogastronomía y otras innovaciones para una alimentación sustentable”, la cual se llevó a cabo en el Auditorio Audiovisual II.
El investigador mexicano enfatizó que el cambio climático y el efecto invernadero, algunos de los más grandes problemas actuales, en los próximos años traerán estragos al mundo, pero en específico a nuestro país. Mencionó que derivado del derretimiento de los polos se perderán algunas costas, también sufriremos de huracanes, inundaciones y el cambio repentino de clima; una de las principales causas del problema son la producción y consumo de animales.
La carne de res, de puerco y de pollo son los más grandes contaminantes de la industria por las emisiones de gas metano y Co2 que se generan al criarlos. Una solución brillante se encuentra en la Entogastronomía, que es la rama de la Gastronomía en la que se preparan platillos donde su ingrediente principal son los insectos, arácnidos o miriápodos, debido a que estos animales tienen un menor índice de daño ambiental y representan la proteína necesaria para el desarrollo del ser humano.
Al puntualizar que ésta será “la proteína del futuro”, el investigador informó que ya se trabaja en diferentes suplementos alimenticios hechos a base de insectos y chocolate, para evitar aversión por parte de los consumidores. En segundo plano, indicó que otra medida para reducir estas emisiones es la de mezclar en el alimento de las vacas con alga roja, ya que con ello se disminuye en un 85% los gases producidos por estos animales.
Por último, puntualizó la importancia de la producción de microalgas, las cuales permiten dar un tratamiento a los desperdicios de alimentos que se generan a diario. Tras comentar que el 40% de los comestibles que se producen son desechados a nivel global, explicó que las microalgas consumen estos desechos y sus residuos se pueden utilizar de manera medicinal, por lo que exhortó a los jóvenes presentes a cumplir dos tareas: la de implementar insectos en sus recetas y alimentar con alga roja a las vacas a consumir, ya que con eso ayudarían con la tarea más grande del siglo XXI.
“Mi generación lo caracterizó (el cambio climático), dio indicios de lo que podría ser y buscó algunas soluciones, pero les toca a ustedes implementarlas”, finalizó el investigador.
Después de una pequeña ronda de preguntas y respuestas se firmó una carta de intención para iniciar un proyecto de generación de ecosistemas de innovación, emprendimiento y sostenibilidad.