Dirección de Comunicación Social, 24/Julio/2021
Boletín Electrónico Informativo No. 412
*Existen diferentes puntos a considerar antes de que se le pueda asignar a un paciente este tipo de ayuno
*Es primordial consultar a un experto en nutrición y salud antes de comenzar este plan alimenticio
Pachuca de Soto, Hidalgo. – “Actualmente el ayuno intermitente se ha popularizado dentro de algunos sectores de la sociedad, hoy en día se considera una estrategia para la reducción de peso, pero es necesario evaluar las condiciones físicas y metabólicas de cada paciente para saber si es viable para él”, así lo especificó Arianna Omaña Covarrubias, jefa del Área Académica de Nutrición del Instituto de Ciencias de la Salud (ICSa), de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).
Explicó que el ayuno intermitente consiste en dejar de comer por ciertos periodos de tiempo a lo largo del día: “no es una dieta en sí misma, aunque puede ser utilizado junto con una restricción calórica para la pérdida de peso”. Además, detalló que esta es una estrategia para la programación del horario de comidas.
La experta universitaria comentó que existen diferentes puntos a considerar antes de que se le pueda asignar a un paciente este tipo de ayuno. El primero de ellos son los hábitos de alimentación; posteriormente el estado físico que se refiere a la masa corporal, edad, estatura, además del estado psicológico para saber los motivos por los que puede estar alimentándose erróneamente; finalmente, verificar si es propenso a algunas enfermedades o condiciones adversas que pueda tener o presentar.
Existen diferentes tipos de ayuno intermitente, entre los más conocidos se encuentra el método de 16/8, en donde el individuo tiene una restricción alimenticia por 16 horas en las que solo puede consumir agua, té o café sin endulzante de ningún tipo, y posteriormente podrá tener una ventana de comida de ocho horas.
El segundo tipo más conocido es el método de 24 horas, donde se deja de consumir alimentos por un día entero, a excepción de agua, té o café, como en el caso anterior, y posteriormente el resto de la semana se come de manera habitual. En ambos casos se lleva un plan alimenticio señalado por un experto en nutrición.
Arianna Omaña explicó que los beneficios obtenidos por esta estrategia nutricional, y que ya se han demostrado de manera científica, son el control de los cuerpos cetónicos; en la producción de glucosa y en la asimilación de la fracción lipídica del cuerpo como lo es el colesterol, triglicéridos y el colesterol tipo HDL, es decir las lipoproteínas de alta densidad. Todo esto hace que la composición corporal se modifique y cause una pérdida de peso controlada.
Recomendó que para las personas que realizan deporte de alto rendimiento, lo mejor es proseguir con el plan alimenticio que les proporcionan sus nutriólogos deportivos en vez de querer realizar el ayuno intermitente, ya que la ingesta calórica varía dependiendo de los tiempos de competición y entrenamiento. Mientras, para las personas que realizan activación física no competitiva es importante primero consultar a un experto antes de utilizar este método, ya que también depende de las metas que se quieran alcanzar.
De acuerdo a lo planteado por la experta universitaria, las personas interesadas en realizar el ayuno intermitente deben ser mayores de 18 años, porque ya a esta edad el cuerpo se encuentra totalmente desarrollado de manera fisiológica; no deberán presentar enfermedades como diabetes, úlcera, gastritis o cualquier otra que se vea afectada por la ingesta calórica; además de que no es recomendable en mujeres embarazadas o en etapa de lactancia y deberán hacerse los exámenes físicos correspondientes a través de un experto.