Dirección de Comunicación Social, 19/Marzo/2021
Boletín Electrónico Informativo No. 155
*Tienen gran relevancia ecológica debido a la captura de agua y de carbono, la filtración de contaminantes, mantenimiento de ciclos minerales, así como la regulación del clima
*Habitan reptiles, ranas, salamandras, aves como el quetzal, pavón o colibríes; concentra el 10 por ciento de la riqueza florística del país
Pachuca de Soto, Hidalgo. – Ernesto Chanes Rodríguez Ramírez, doctor en Ciencias en Biodiversidad y Conservación por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), declaró que se perderá un 68 por ciento del Bosque Mesófilo de Montaña (BMM) en el país para el año 2080, de acuerdo con proyecciones.
La deforestación, agroforestería y el cambio climático son los principales factores que están afectando a los Bosques Mesófilos de Montaña, en los cuales se concentra una gran biodiversidad endémica de estos sistemas, de las zonas templadas y tropicales del país. A su vez tiene una gran relevancia ecológica debido a la captura de agua y de carbono, la filtración de contaminantes, mantenimiento de ciclos minerales, así como la regulación del clima.
El investigador resaltó que entre las acciones que se deben implementar para la protección de estos ecosistemas se encuentra el aumento en el número de áreas protegidas en Hidalgo, que se destinen los recursos económicos, materiales y humanos para el monitoreo, concientización y preservación de las zonas.
Durante la conferencia “El efecto del cambio climático en los Bosques Mesófilos de Montaña: pasado, presente y futuro”, impartida en el marco del 34 aniversario del Instituto de Ciencias Agropecuarias (ICAp), el investigador mencionó que estas áreas actúan como un amortiguador para el cambio climático, pero es importante que exista una vigilancia por parte de la gente para la protección de los servicios ambientales que este bosque puede dar.
Ernesto Chanes Rodríguez puntualizó la importancia de establecer estrategias de conservación, como la educación ambiental en las poblaciones que viven directamente de los bosques y quienes, debido a la marginación y los problemas económicos, se han visto con la necesidad de talar las zonas para convertirlas en áreas de cultivo.
Indicó que se busca convencer a los pobladores de proteger las zonas u ocuparlas de manera responsable para después gestionar recursos internacionales que les permitan vivir de la conservación del medio ambiente.
“La problemática actual es en lo económico, porque no hay un apoyo real para mantener estas zonas forestales y la gente necesita comer”, declaró.
Subrayó que se necesita también poner atención en los bosques secundarios, los cuales captan una mayor cantidad de carbono y se convierten en refugios para las especies nativas desplazadas, o la compra de zonas naturales por particulares para su conservación, tal es el ejemplo de Roberto Pedraza Ruíz, del Grupo Ecológico Sierra Gorda en Querétaro.
Hidalgo cuenta con Bosque Mesófilo de Montaña distribuido en dos zonas: la primera es Mesófilos del Noreste, constituida por los municipios de Molango, Tianguistengo, Tlahuiltepa, Tlanchinol, Xochicoatlán y Zacualtipán; mientras que la segunda está denominada como Mesófilos de San Bartolo Tutotepec a Cuetzalan.
En los también nombrados Bosques nublados habitan reptiles, ranas, salamandras, aves como el quetzal, pavón o colibríes, así como el 10 por ciento de la riqueza florística del país.
Su distribución actual es de 18 mil 534 kilómetros cuadrados lo que representa el 1 por ciento del territorio, es uno de los ecosistemas más amenazados en México y de acuerdo con investigaciones de Conabio, 15 subregiones de Bosque Mesófilo de Montaña están en prioridad crítica, entre ellas se encuentra Hidalgo.