Dirección de Comunicación Social, 06/Marzo/2021
Boletín Electrónico Informativo No. 129
* Asegura que se debe comprobar que tenga efecto y no asumir que puede ser utilizado para diferentes fines, como pasó con el Dióxido de Cloro
*Durante un foro en el Congreso de la Unión, mencionó que el sobreabuso de estos productos puede generar una resistencia de las bacterias
Pachuca de Soto, Hidalgo. – Javier Castro Rosas, profesor investigador de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), participó en el Foro “Aplicación y Regulación de los Biocidas en México”, organizado por la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Cámara de Diputados efectuado de manera virtual.
Con el tema “Antimicrobianos de plantas para su uso en alimentos y en la medicina”, el científico de la máxima casa de estudios de Hidalgo señaló que actualmente hay un abuso de los antibióticos y de los biocidas por la supuesta destrucción del nuevo coronavirus, algo que no está comprobado.
Los biocidas permiten destruir, contrarrestar, neutralizar, impedir la acción o ejercer un control de cualquier organismo considerado nocivo para el hombre. Son de uso ganadero, para la floricultura, en lecherías, rastros, empacadoras, en el tratamiento de aguas residuales, en la desinfección de equipos, ambientes y en general, así como en la desodorización de espacios de refrigeración y sistemas de aire acondicionado.
Durante su ponencia, Castro Rosas subrayó que el sobreabuso de estos productos puede generar una resistencia de las bacterias a los desinfectantes. Declaró que esto es preocupante porque se debe vigilar, pese a que ya hay una normativa del uso.
“No obstante, aunque tengan regulación o cumplan el registro sanitario fueron hechos para otra cosa, como el caso del polémico Dióxido de Cloro que está regulado, cumple con la ley siempre y cuando se aplique a superficies inertes, es ampliamente utilizado en la industria de alimentos como desinfectante, pero no ha sido probado para su uso en animales o en humanos”, sostuvo.
Expuso que durante un poco más de 15 años ha trabajado con plantas a las que se les ha atribuido un efecto benéfico, principalmente contra infecciones producidas por bacterias, virus o parásitos. Señalo que junto a su equipo ha identificado que existen plantas con efecto antimicrobiano, como el caso de la jamaica de la que han probado su efecto sobre verduras y para recubrir cubrebocas, además de tener un potencial uso industrial.
El estudio sobre jamaica les ha generado diez patentes, ocho en el país y dos en los Estados Unidos. “En cada etapa hay que comprobar que efectivamente tenga efecto y no asumir que debe ser ampliamente utilizado para diferentes fines, como usarla para una infección bacteriana, parasitaria o virus”, apuntó luego de expresar su preocupación por el uso de los productos sin constatar si tienen o no un efecto, o bien, son dañinos.
Refirió que con su equipo ha creado diversos productos que tienen como fin brindar opciones diferentes a los biocidas convencionales para poder hacerle frente a los microorganismos ante una posible mutación o la adquisición de resistencia, pues resaltó que recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que se debe invertir más en la elaboración de productos que actúen contra bacterias que afecten a los animales y a los seres humanos, por la rapidez con la que se han vuelto los microorganismos invulnerables.
Indicó que, en cuanto a su investigación sobre la jamaica, ya se encuentra en una etapa preclínica en la que han comprobado que los compuestos tienen igual o mayor efecto que los antibióticos y mencionó que próximamente se harán pruebas en humanos.