Dirección de Comunicación Social, 27/Junio/2020
Boletín Electrónico Informativo No. 263
*La informalidad de la entidad hidalguense es de más del 60 por ciento por encima de la media nacional
*Pequeños negocios, comercio informal y quienes tienen peores trabajos, los más afectados
*De acuerdo con cifras del INEGI, en abril 12 millones de personas en México dejaron de trabajar por el confinamiento; de estas, nueve millones perdieron el empleo
Pachuca de Soto, Hidalgo. - La pandemia del virus COVID-19 dejará en Hidalgo consecuencias más graves que las que se observan en el contexto nacional en cuanto a desempleo y subocupación, así lo previó el profesor investigador de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), Carlos Mejía Reyes, con base en cifras recientes dadas a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
El profesor investigador del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades (ICSHu) refirió que la cuarentena afectó principalmente a los pequeños negocios y al comercio informal, pues 55 por ciento de las actividades laborales en México son informales, pero la situación se agrava en Hidalgo, donde la informalidad rebasa el 60 por ciento. “Muchos de los que cerraron su negocio, ante la pérdida de ganancias, no vuelven a abrir y por eso a pesar del riesgo, salen a vender cosas a la calle. La gente tiene que comer”, alertó.
Este escenario coincide con lo propuesto por la Teoría de la Sociedad del Riesgo, de Ulrich Beck, quien sostiene que ante un fenómeno de riesgo que no era esperado quienes se ven más afectados son los pobres, los más vulnerables, y quienes tienen peores trabajos, expuso el también doctor en Sociología por la Universitat Autònoma de Barcelona.
“Es necesario tener en cuenta que nos encontramos en una sociedad donde el trabajo precario o el deterioro de condiciones laborales es la normalidad. Hay menos trabajo formal y estable, predomina el trabajo flexible y precarizado”, afirmó Mejía Reyes, al considerar la situación del empleo como otra pandemia, ya que, en números duros, hay más personas en desempleo que enfermos por COVID-19.
El profesor adscrito al Área Académica de Sociología y Demografía citó que la primera Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE), hecha por el INEGI y dada a conocer el 1 de junio pasado, reveló que a nivel nacional la Población Económicamente Activa —es decir, la que tiene trabajo o busca uno—, disminuyó en 12 millones de personas, esto significa que esta población dejó de trabajar.
Al respecto el investigador explicó que, de esos 12 millones de personas, nueve perdieron el empleo, mientras que el resto suspendieron sus actividades laborales a causa de la pandemia. La encuesta señala que la población ocupada disminuyó de 57.4 millones a 45.4 millones de personas, mientras que la tasa de participación laboral bajó a 47.5 por ciento, cuando en marzo estaba en 59.8 por ciento.
Por su parte, la población no ocupada con disponibilidad para trabajar, pero sin buscar un empleo, pasó de 5.9 millones en marzo, a 20 millones de personas en abril de 2020, es decir, aumentó 24.5 por ciento. Dichas personas, en su mayoría, están a la espera de retomar sus actividades.
Recordó que el 11 de marzo la Organización Mundial de la Salud declaró al virus del COVID-19 como una pandemia, mientras que en México el 18 de marzo se presentó la primera muerte a causa de esta enfermedad, por lo que el 23 del mismo mes se comenzaron a suspender las actividades presenciales, pero hasta el 30 de marzo se declaró en el país una emergencia sanitaria. Por ello fue hasta el mes de abril cuando se hizo presente el problema del empleo.
Cabe destacar que el gobierno federal destinó un millón de créditos de 25 mil pesos para comerciantes y micro-empresarios afectados por la pandemia, mediante el programa Tandas para el Bienestar, la mitad de los créditos es para la economía formal y la otra mitad para la informal. Igualmente, el programa Crédito Solidario a la Palabra busca beneficiar a 191 mil 181 patrones de pequeñas y medianas empresas.