Ámbar, primordial para el estudio paleontológico del país


Dirección de Comunicación Social, 23/Diciembre/2019

Boletín Electrónico Informativo No. 758


Pachuca de Soto, Hidalgo. – Gerardo Carbot Chanona, investigador y curador del museo de paleontología “Eliseo Palacios Aguilera” en Chiapas, impartió la conferencia “Ámbar, la joya que encapsulo el tiempo” en el marco de la segunda Jornada de Difusión del Consejo de Paleontología, con sede en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).

 

El maestro en ciencias declaró que el ámbar posee propiedades físico-químicas como la carencia de humedad en su estructura, un aislante de calor, no es un material duro y no genera solventes, lo que permite un alto grado de conservación de los organismos encapsulados, dejándolos en un estado parecido a la momificación.

 

Carbot Chanona, menciona que entre las propiedades de la resina se encuentran su nivel de transparencia, que permite el análisis detallado de las estructuras de los organismos como alas, antenas e incluso huevecillos de mariposas. En el país se han encontrado fósiles de arañas, hormigas, plantas, escorpiones, cucarachas e incluso pequeños anfibios, sin embargo muchos de estos especímenes se encuentran en colecciones privadas.

 

México posee seis yacimientos de esta resina fosilizada en   Simojovel, Huitipán, El Bosque, Pueblo Nuevo y Totolapa, en el estado de Chiapas, uno más en Palenque, Veracruz. Para los pueblos mesoamericanos, el ámbar era utilizado como joya y piedra ritual, una situación que actualmente junto a su comercialización y lagunas legales obstaculizan la protección de las especies encapsuladas en la savia.

 

El investigador argumentó que aunque el ámbar de Chiapas está protegido por la Norma Oficial Mexicana NOM-152 SCFI-2003, para su denominación de origen, la extracción del producto implica riesgos, sobretodo en el caso de las minas donde los campesinos se adentran al interior de las montañas sin el equipo adecuado para soportar la falta de oxígeno, en estructuras geológicas frágiles que pueden derrumbarse en cualquier momento; tal fue el caso de una mina en Simojovel donde fallecieron un padre y su hijo por la acumulación de gases tóxicos.

 

Para el vocal del Consejo de Paleontología es necesario hacer conciencia en la población para preservar aquellas piezas que contienen organismos, debido a que dentro de ellos yace evidencia de la vida del planeta y de su proceso de socialización, en el caso de México de hace 23 millones de año durante el mioceno temprano. 

 

Si bien el ámbar de Chiapas no están viejo como el encontrado en el Báltico, Francia o España, su importancia se encuentra en su composición que permite manipularlo sin fragmentarlo; a la vez que México posee la única colección de fósiles de crustáceos en dicha resina en el mundo, una rareza debido a que la savia emanaba de los árboles (Hymenaea) capturando a la flora y fauna que habitaba en ellos, sin embargo en el caso de los depósitos nacionales existen dos teorías, la primera es que esta savia era arrastrada por los ríos hasta los litorales, donde los crustáceos eran capturados; la segunda plantea que el tipo de Hymenaea mexicana se presentaba en manglares o cuerpos de agua en donde habitaban cangrejos y cochinillas marinas.

 

 


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