Dirección de Comunicación Social, 06/Diciembre/2019
Boletín Electrónico Informativo No. 732
*Los grupos representativos de la UAEH presentaron una adaptación libre del clásico navideño “El cascanueces y el rey de los ratones” de Ernst Theodor Amadeus Hoffmann.
Pachuca de Soto, Hidalgo. – Con una velada llena de magia, el espíritu de las fiestas decembrinas y las clásicas piezas musicales del compositor ruso Piotr Ilich Tchaikovsky, los grupos representativos de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), conquistaron al público hidalguense con “El hechizo del soldado” en el Teatro San Francisco.
La nueva versión es una adaptación libre de la obra literaria “El cascanueces y el rey de los ratones” de Ernst Theodor Amadeus Hoffmann, que fue interpretada por las compañías de danza, teatro y los alumnos del programa FORMARTE de la casa de estudios.
Clara es una niña de 12 años, quien recibe de manos del hechicero Drosselmeyer un cascanueces durante las fiestas previas a Navidad, sin embargo, su hermano Fritz rompe el juguete y a partir de ese momento el tiempo se detiene, mientras la pequeña es transformada y transportada a un mundo de sueños, donde su soldado cascanueces cobra vida para combatir a la malévola reina ratón, quien busca cobrar venganza.
Dividida en tres actos: vísperas de un regalo, el viaje y sueños de realidad; la puesta en escena implementó nuevas disciplinas artísticas como el saltimbanqui de la compañía Fusiforme donde a través de acrobacias, saltos y equilibrio se interpretaron la danza china y el pasaje del Arlequín y el regalo.
Las compañías Luz Corpórea y el ballet Reigen mezclaron la danza clásica con la contemporánea para dar vida a los clásicos pasajes del vals de las flores, la danza del hada de azúcar, vals de los copos de nieve, así como la batalla entre la reina de los ratones y el príncipe Cascanueces; donde los ejércitos de ambos personajes se enfrentaron a muerte. Tras la caída de la monarca, los protagonistas de la historia llegan al reino de los dulces, donde el hada de azúcar los recibe con una corte proveniente de distintas partes del mundo.
Durante este acto los ritmos de las castañuelas, el zapateado y las peinetas de la danza española a cargo del ballet folclórico de la UAEH, estremecieron el recinto; enseguida los sutiles movimientos de las sedas y la acrobacia se hicieron presentes en el escenario para mostrar una nueva versión de la danza árabe, a cargo de Elian López Salas quien dejo a más de un asistente boca abierto; tras su participación, los giros controlados y saltos con gran fuerza del Trepak, demostrando la agilidad de las danzas folclóricas ucranianas.
La obra culminó con un último baile de Clara y el Cascanueces, mientras el reino de azúcar se desvanecía frente a ellos para regresarlos a su mundo, aquel en donde ella seguía siendo una niña y él un soldado de madera destinado a romper nueces. El Hechicero regresa al instante exacto en el que el juguete se rompió, pero en su lugar devuelve la figura intacta a los brazos de Clara, mientras el narrador deja abierta la puerta sobre la realidad de aquel mundo de bella fantasía.
El reparto estuvo conformado por Gabriel Benazir Jiménez Marín como Clara, mientras que su versión infantil la interpretó Victoria Téllez Téllez, el papel del Príncipe Cascanueces estuvo a cargo de Joel Olvera López, la reina ratón y el hada de azúcar fue actuada por Gabriela Vera Espinoza, y el hechicero fue representado por Mariano Acosta miembro de la compañía de teatro de la Autónoma.