Dirección de Comunicación Social, 09/Julio/2019
Boletín Electrónico Informativo No. 380
Pachuca de Soto, Hidalgo.- Jesús Enciso González, Doctor en Urbanismo con especialidad en antropología urbana y parte del cuerpo académico de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), ha realizado recientemente una colaboración con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) sobre los pueblos mágicos en el país, mismo que dio inicio en el 2014.
El trabajo surgió de la inquietud por saber qué es un pueblo mágico y cuál es la percepción de la gente de los pueblos mágicos, su distribución en el país y conocer cómo se originó el programa.
Después de realizar una investigación de campo en los 5 pueblos mágicos localizados en Hidalgo y Teotihuacán, Enciso González destacó la enorme injusticia que sucede en estos, debido a que tanto el patrimonio material e inmaterial de la gente se pone en manos del mercado.
“Aunque Pueblos Mágicos ha sido un programa que ha generado una derrama económica, esta no se reparte en partes iguales, parece ser que los beneficiarios más importantes del programa, no es la población, los indígenas, sino los hoteleros, los transportistas y los grandes comerciantes. La Riqueza de pueblos mágicos se ha concentrado otra vez más en las clases beneficiadas de siempre.” Explica el especialista antropólogo.
En búsqueda de una solución, resaltó el análisis tanto de las cosas que no han funcionado en el programa, como aquellas que si han brindado buenos frutos, el donde ha funcionado y porque. Recalcó que aquellos lugares donde más funciona el programa, la gente tiene una mayor participacion, es decir, el comité pro-pueblo mágico no está dominado ni manipulado por algún grupo político, al contrario, la gente se ha apropiado de él y decide las formas de hacer las cosas, ellos llevan el control del programa.
“Yo diría que la solución está ahí precisamente, que la gente se apropie del programa y no una camarilla política. El problema es que son estas camarillas quienes tienen el conocimiento técnico, entre el poder económico, político y técnico, se vuelven ellos los beneficiarios del programa. Es un asunto de educación, de civilidad de apoyo en términos de asesoría para garantizar que los beneficios del programa se distribuyan entre la población. Y que la gente tenga más participacion.”
Rescató como pilar del programa la labor de los pobladores en asumir el discurso “mágico” y la visión de esté aun cuando no es algo propio. Asimismo, el trabajo de investigación le ha sido útil en su labor docente tanto en la línea filosófica, donde imparte ética y filosofía, como en la línea de antropología urbana, donde el tema de pueblos mágicos ha sido utilizado por los alumnos para la realización de tesis.
Finalmente, explicó que el proyecto se encuentra en la última etapa, donde abarcaron 60 de los 110 pueblos mágicos del país y los cuales están distribuidos en tomos.
Igualmente, compartió cuál será su línea de trabajo próxima. “Quiero trabajar el tema de los pueblos, pero en comunidades europeas, lo que me interesa ver ahí es de qué manera se ha apropiado la gente del programa, por ejemplo en Francia no tienen financiamiento del estado, son ellos con iniciativas privadas y asociaciones civiles. Ese tipo de organización es el que me interesa entender para encontrar que solución le damos a los pueblos mágicos en México.” Concluyó.