Necesaria una oposición inteligente y republicana: Benjamín Arditi


Dirección de Comunicación Social, 13/Mayo/2019

Boletín Electrónico Informativo No. 262


*El investigador aseguró que en la actualidad se vive con una oposición rencorosa, clasista y en muchos casos racista

*Académicamente, el mundo ha subsistido en tres olas del populismo; no se puede considerar que México viva alguna

 

Pachuca de Soto, Hidalgo.-  Es preocupante que en México no exista una oposición inteligente, afirmó el investigador Benjamín Arditi durante su conferencia magistral “Caracterizaciones del populismo”, en el marco de las actividades del Festival Internacional de la Imagen (FINI), organizado por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).

 

Derivado de ello, el estudioso de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), espera que nazca una oposición que construya hacia el futuro del país, sea inteligente, republicana y no una como la que se observó en la marcha contra del ejecutivo federal, celebrada el pasado 5 de mayo.

 

“Yo espero que surja algo que construya hacia el futuro de México, y no algo de lo que estamos viviendo ahora que es rencor, clasismo y en muchos casos racismo. Me asusta mucho si la oposición que habrá en un futuro sea de este tipo, porque entonces Andrés Manuel López Obrador tendrá el campo abierto”.

 

Durante la cátedra magistral, Benjamín Arditi señaló no estar seguro de si lo que pasa ahora en el país es populismo, aunque hay componentes como personalismo e impaciencia con la oposición, misma que no tiene un planteamiento republicano serio. “No necesariamente se puede considerar así, puede ser un gobierno que está celebrando el apoyo popular del 53 por ciento del electorado y está capitalizándolo”, mencionó.

 

“Lo único que está faltando, es que exista una oposición decente y no lo actual. Me parece que el presidente está pensando en el futuro, mientras que los partidos derrotados siguen viviendo en el pasado; lo que yo querría ver es que surjan partidos de oposición que hagan críticas inteligentes para marcarle el paso también al gobernante”, indicó.

 

Mencionó que la actual administración lleva cinco meses como gobierno, mientras los mexicanos han vivido 30 años de políticas y ajustes del régimen neoliberal que ocasionaron que el poder adquisitivo del salario mínimo actual sea menor a lo que era en 1976.

 

“Escucho que la oposición pide a Andrés Manuel que no divida al pueblo de México; yo pienso que México siempre ha estado dividido por el racismo anti indigenista, por el uso de calificativo “naco” por parte de la clase alta y la creencia que solamente los expertos pueden tomar decisiones interesantes”, puntualizó.

 

Benjamín Arditi subrayó que en otros regímenes se necesita dinero, virtud, fuerza, inteligencia, sabiduría y edad, pero en la democracia lo único que se necesita es haber ganado unas elecciones. “Esas son las reglas del juego y todos tenemos que aceptarlas”, sostuvo.

 

En su conferencia, el investigador comentó que ha habido un interés creciente en el populismo en el mundo, parte de ello es el resultado de la consulta del Brexit en Gran Bretaña, acompañado de una campaña y promesas que no se pueden cumplir. La victoria de Donald Trump en Estados Unidos, la ultra derecha española, entre otros ejemplos, han adoptado el populismo.

 

Indicó que existe una confusión sobre el tema, pues aunque algunos teóricos como Jacques Rancière piensan que es una palabra difícil de definir, es usada para denunciar a adversarios políticos.  Por ello, hoy en día están a debate tres olas del populismo: el clásico, el neoliberal de la década de 1990 y el de todo tipo, existente a partir del 2000, que es una mezcla de ideologías progresistas, derecha e izquierda.

 

Tras referir que “el populismo se debe ver como un espectro de democracia neoliberal, funciona como una forma de hacer política”, explicó que los populistas en general tienden a desconfiar de las interacciones de partidos políticos, ponen en discusión la respuesta y el líder es visto como el ámbito supremo.

 

Agregó que el populismo es un síntoma de una democracia erosionada, en donde hay una dicotomía entre el pueblo bueno y las élites corruptas; sin embargo, el especialista argumentó que actualmente la gente vota más por los líderes que por el partido, por la idea de confianza. “Además, ahora ya no se necesita tanto al militante del partido y reduce un poco el papel del operador político, aumentando el del especialista en imagen y medios de comunicación”, concluyó.


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