Dirección de Comunicación Social, 04/Mayo/2019
Boletín Electrónico Informativo No. 237
Pachuca de Soto, Hidalgo. – En el Instituto de Ciencias de la Salud (ICSa), de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), alumnos, profesores e investigadores presenciaron la conferencia magistral “Influencia de las fortalezas de carácter sobre el afecto emocional en adultos: afecto del género”, impartida por María del Rocío Hernández Corzo, investigadora del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En el Auditorio “Nicolás Licona Ruiz” la investigadora presentó las conclusiones de un trabajo realizado a ciudadanos del país, sobre el afecto emocional positivo y negativo, el cual arrojó resultados que hacen notar la diferencia de reacción y conducta entre hombres y mujeres.
Primero, Hernández Corzo explicó que el afecto emocional es uno de los pilares o nodos temáticos en los que se divide el bienestar hedónico. Esto es estudiado por la psicología positiva, que explora variables relacionadas a la felicidad hedónica y eudimónica que afecta el desempeño humano, la calidad de las interacciones, así como el clima institucional y el bienestar global de las naciones.
Señaló que independientemente que se le tome una aproximación macro, el tema de la felicidad se ha abordado desde diversos puntos de vista, por ello, basó su trabajo en algo más pequeño, un enfoque que matizó el comportamiento individual.
Mencionó que muchos teóricos han tratado de encontrar una fórmula que indicara el balance perfecto entre afecto negativo y positivo. “Mientras unos indicaban que 1.6 sobre uno era lo adecuado, otros postulaban que 2.9 es lo mejor y que arriba de 11 ya es perjudicial, pues alguien demasiado positivo presenta un desbalance”, acotó.
Tras considerarse una disidente de estas corrientes, la investigadora expuso que aplicó un cuestionario que relacionó las fortalezas de diez componentes con afecto positivo y con sus tipos de afecto negativo en personas de 15 estados de la República Mexicana.
Entre los hallazgos se encontró que de las cinco fortalezas que constituyen la sabiduría, o esos temas que tienen que ver con las fortalezas intelectuales, la creatividad, curiosidad y perspectiva, fueron las que más aportan al afecto emocional. “Nos encontramos que la creatividad influía inversamente con miedo y vergüenza; la curiosidad influía directamente con afecto positivo y la perspectiva disminuía de la posibilidad de ira y disgusto, esto en el caso de las mujeres”.
En el caso de los hombres, señaló que la creatividad y curiosidad afectan en el mismo sentido, pero el de perspectiva tomó su lugar en amor por aprender. “Hay ligeras diferencias cuando hablamos de hombres y de mujeres en términos de la disposición conductual de amor por aprender sobre el afecto, en este caso de la ira y el disgusto.
En general, declaró que su estudio da una pauta de cómo utilizar los recursos al momento de dar tratamiento a personas o realizar una intervención. Por ejemplo, la creatividad disminuye el afecto negativo de miedo y vergüenza. “Si nosotros queremos con una sola estrategia incrementar alguno de los dos afectos, se puede entrenar energía o inteligencia social”.
Agregó que “si entrenamos energía minimizamos la ira y el disgusto. Imaginen que tienen una población de personas que trabajan mucho, que no descansan, no hay ocio y tienen qué hacer una intervención. Lo que deben hacer es identificar el factor de riesgo, que en este caso es la ira, son personas muy rápidas, con un coeficiente intelectual alto, con una intolerancia a la frustración rampante, lo que hay que hacer es disminuir el afecto negativo y lo que se haría es entrenar en energía”, mencionó.
Al finalizar, la especialista agradeció a la máxima casa de estudios de la entidad, en especial al Área Académica de Psicología, por invitarla a ofrecer esta conferencia para los futuros médicos y psicólogos que ofrecerán sus servicios a los mexicanos.