Dirección de Comunicación Social, 05/Febrero/2019
Boletín Electrónico Informativo No. 64
*Reporteros que dieron cobertura a la tragedia, participaron en una mesa en el ICSHu
*Ética periodística debe estar presente a la hora de informar a la sociedad, afirman
*No juzgar a las víctimas y criminalizar a un pueblo adolorido, entre los puntos discutidos
Pachuca de Soto, Hidalgo. – La explosión de una toma clandestina de hidrocarburo en el municipio de Tlahuelilpan no debe quedar como un hecho aislado, porque es un dolor que se mantendrá en la sociedad, coincidieron periodistas al participar en una mesa redonda realizada en el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades (ICSHu).
En el Auditorio “Jesús Murillo Karam”, de la unidad académica de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), Joselyn Sánchez, del diario AM; Verónica Monroy y Oscar Raúl Pérez, de Plaza Juárez; Axel Chávez, de La Silla Rota; Sandra Uribe, de la Revista Acrópolis; Ignacio García, de W Radio, así como Jorge Romero, director de El Independiente de Hidalgo, abordaron el tema “Tlahuelilpan: periodismo, ética y sentido humano”, donde expusieron su experiencia sobre el caso.
Durante la actividad, en la que estuvieron presentes alumnos y profesores del área Académica de Ciencias de la Comunicación, los periodistas estuvieron de acuerdo al decir que antes de realizar la cobertura de una noticia, se debe asegurar la integridad física.
Al respecto, Verónica Monroy y Joselyn Sánchez, corresponsales en aquella región del diario Plaza Juárez y AM, respectivamente, señalaron que al encontrarse en la comunidad de San Primitivo, para documentar la fuga de gasolina de una toma clandestina, sintieron malestar por el fuerte olor a gasolina y tuvieron qué replegarse.
“Hubo un momento que decidí salirme del lugar por mi integridad, pues también pensé en mi familia que me espera. Pero debemos valorar qué tanto vale la noticia sobre nuestras vidas; si muero durante la transmisión, no habría valido la pena estar ahí”, manifestó Joselyn Sánchez.
En tanto, Verónica Monroy indicó: “estuve a una distancia de 200 metros, debo decir que nunca me puse en riesgo, ni porque fuera la mejor nota. La nube comenzó hacerse más grande y me tuve que mover hacia atrás porque había mucho riesgo. Durante la transmisión pedí a las personas que ya no vinieran hacia acá, pero seguían llegando”.
Este tema llevó hacia el sentido humano y la ética periodística presente a la hora de informar a la sociedad, pues circularon fotografías e imágenes impresionantes sobre la explosión. “Los medios de comunicación debemos ponernos en el papel de quienes están sufriendo; a nosotros no nos gustaría estar en su lugar o que a un familiar le pasara eso. Debemos ser empáticos, tener responsabilidad para no afectar a las víctimas o causar desinformación”, subrayó el director de El Independiente, Jorge Romero.
Otro de los puntos que fueron discutidos en la mesa, fue el contexto en el que se desarrolló el hecho, el cual no fue entendido y se prestó para criminalizar a las víctimas. “Estamos en un país violento y en un estado donde ha habido una creciente de estos casos, debemos darle seguimiento. Tlahuelilpan hizo un antes y un después porque fue un evento con muchas aristas, la cobertura sigue”, refirió Sandra Uribe.
La redactora de la Revista Acrópolis trajo a la discusión la desaparición de personas en el municipio de Huichapan, el asesinato de jóvenes en Ixmiquilpan, el multihomicidio en Tizayuca, que a su juicio son parte de la actualidad del estado. “Ahora esto es una pieza de nuestro presente, pero después será historia”, comentó.
En tanto, Ignacio García, de W Radio, apuntó que este acontecimiento es lo más doloroso que le ha pasado en su carrera. “No sólo teníamos que hacer cobertura pormenorizada de los hechos, sino evitar la criminalización social que señalaba que eran huachicoleros. Lo que sucedió fue consecuencia de la estrategia contra el robo de hidrocarburo, pero para eso se debe entender y explicar que los que estaban ahí no estaban robando, dar un contexto de la zona, tratar la información de manera mesurada”, sugirió.
A su vez, Axel Chávez, de La Silla Rota, mencionó que “los medios locales se fueron con el gobernador y los nacionales se fueron con el presidente, pero se quedó una tensión social y un grado de dolor entre los pobladores. En la madrugada, las familias desesperadas rompieron el cerco militar, para entonces no había peritos, hallaron tórax y huesos desechos. Nosotros estábamos ahí y las cuentas básicas no correspondían al número que informaban”, denunció.
Antes de finalizar, los reporteros resaltaron que los periodistas están para contar historias, pero no es ético juzgar a las personas. “Junto con a la toma clandestina explotó también la corrupción. Este es un país donde existen demasiadas víctimas y victimarios”, concluyó Axel Chávez.