Dirección de Comunicación Social, 16/Julio/2018
Boletín Electrónico Informativo No. 399
Pachuca de Soto, Hidalgo.- La investigadora Teresita de Jesús Saucedo Molina, miembro de las áreas de Nutrición y Psicología de la Salud en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), quien cuenta con 13 años de experiencia dentro de la institución, basa su trabajo en la resolución de problemas tanto físicos como mentales de cualquier tipo de personas.
“He tratado pacientes con diversos trastornos de la conducta alimentaria, también con personas con obesidad, sobrepeso, desde adolescentes, adultos jóvenes y maduros; es por ello que mi línea de investigación está abocada a dar diagnósticos precisos acerca de factores de riesgo relacionados con trastornos de la salud”, acotó.
Saucedo Molina estudia la dismorfia muscular o vigorexia en el caso específico de los adolescentes, éste es un trastorno mental en el cual la persona se obsesiona por su estado físico. Estas personas tienen una visión distorsionada de ellos mismos y se ven débiles y enclenques, lo que incide directamente en su conducta alimentaria y sus hábitos de vida, al realiza una actividad física extrema, abandona otros aspectos de su vida cotidiana como las relaciones sociales, para dedicar todo su tiempo disponible en entrenar, ingerir proteínas y carbohidratos de forma excesiva y de esa manera conseguir un cuerpo musculoso.
Cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) mencionan que esta conducta, que aún no se reconoce como enfermedad por la comunidad médica internacional, afecta mayoritariamente a hombres jóvenes, con edades comprendidas entre los 18 y los 35 años de edad y su incidencia es de 4 por cada 10 mil personas.
“Lo que actualmente trabajo son programas de prevención de conductas alimentarias no saludables, como por ejemplo las dietas mágicas, ayunos u otras conductas que las personas realizan con la finalidad de bajar de peso y controlar la figura corporal”, subrayó.
Precisó que los medios de comunicación, los pares, amigos y familiares influyen en que una persona esté o no satisfecha con su imagen corporal, y al estar insatisfecha, comienza a generar conductas que sólo son conductas alimentarias no saludables y que tarde o temprano, merman la salud.
“Mis investigaciones han sido tanto locales, nacionales e internacionales. Uno de mis trabajos más recientes incluía a mujeres canadienses y mexicanas inmigrantes radicadas en ese país; observamos su estado nutricional, alimentación, la forma en que estas mujeres crían a sus hijos y encontramos que no había diferencias significativas”, puntualizó.
La profesora investigadora se encuentra en espera de que le aprueben su artículo para el libro más reciente, pues ya cuenta con varias publicaciones en su haber.
“Hemos realizado trabajos muy importantes entre la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo y otras universidades canadienses y la idea es seguir con más estudios comparativos, que nos permitan seguir poniendo en alto el nombre de la Universidad”, finalizó.