Dirección de Comunicación Social, 04/Mayo/2018
Boletín Electrónico Informativo No. 248
Pachuca de Soto, Hidalgo.- Con una reflexión sobre el respeto a los derechos humanos que los migrantes merecen por parte de la sociedad y los gobiernos, concluyeron las dos últimas mesas del coloquio internacional del VIII Festival Internacional de la Imagen (FINI), que se efectuaron en el Salón de Actos Baltasar Muñoz Lumbier, del Centro Cultural Universitario La Garza, de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).
Durante la séptima mesa: “Transnacionalismo político y social, implicaciones en ambos lados de la frontera: El caso de México y Estados Unidos”, se analizaron las políticas de migración discriminatorias que imperan en la Unión Americana, así como la dificultad de los mexicanos para ejercer su derecho al voto en el extranjero.
En el primer caso, se dijo que aumentó la discriminación hacia el migrante a partir del gobierno de Donald Trump, como lo documentó la académica Sue Kasun, de Georgia State University, quien realiza una estancia académica en la Autónoma de Hidalgo y precisó que en el país de las barras y las estrellas, desde 2008, se han deportado a más de 2.5 millones de mexicanos y los crímenes de odio han subido 29 por ciento. “Los bad hombres para Trump son todos los latinos”, mencionó la investigadora.
Agregó que esa política de migración que criminaliza y deporta a los migrantes, ha tenido estragos en la sociedad mexicana, toda vez que existen alrededor de 600 mil ciudadanos de Estados Unidos en escuelas mexicanas. “Hay una falta de procesos para adaptar a los retornados en las escuelas mexicanas; les falta aprender más español, y reciben mucho bullying”. Ante ese panorama, urgió a “que las instituciones hagan caso a los alumnos trasnacionales, y no dejarlos ahogarse solos”. En ese sentido, reconoció que en Estados Unidos y México es necesario abrir más el tema de identidades múltiples, pues los migrantes mantienen lazos culturales y afectivos con ambas naciones.
Otro tema importante en torno a los migrantes, fue el del voto de los mexicanos en el extranjero. El investigador de la UAEH y politólogo Guillermo Lizama Carrasco sostuvo que pese a la legislación, no es sencillo para un connacional emitir su sufragio fuera de su país, pues el costo del voto es tres o cuatro veces mayor que en territorio nacional.
El autor del libro Abstencionismo y participación en México: un análisis a nivel municipal, indicó que para las elecciones de 2018 un total de 161 mil 188 mexicanos se registraron para poder votar desde cualquier parte del mundo, al estar en la lista nominal; de ese universo, 133 mil 066 personas se encuentran en Estados Unidos. Esto supone desafíos importantes, dijo, pues el sufragio en el extranjero sigue siendo marginal pese a la votación en plataformas virtuales o urnas electrónicas.
En ese contexto, la investigadora de la UAEH, Berenice Alfaro Ponce, explicó que algunas teorías clásicas de la migración ya no pueden responder a los nuevos fenómenos migratorios, pues los patrones de comportamiento de los migrantes han cambiado en el transcurso del tiempo. De acuerdo con la académica, actualmente existe una migración trasnacional entendida como el proceso mediante el cual los migrantes mantienen relaciones sociales simultáneas y multicadena, que unen sus sociedades de origen con las de asentamiento. En la migración trasnacional, los inmigrantes son trasmigrantes que llevan al cabo actividades trasnacionales políticas y económicas.
En la Octava y última mesa del coloquio internacional, se habló sobre los diversos instrumentos jurídicos que existen a nivel internacional y nacional para proteger los derechos de los migrantes y trabajadores migratorios. La profesora investigadora Martha Gaona Cante, del Área Académica de Derecho y Jurisprudencia, enfatizó la necesidad de la protección de los derechos humanos de los migrantes.
Sobre el tema, la investigadora Marta Guadalupe Guerrero Verano resaltó que las fronteras se han cruzado en la mayoría de las veces por conflictos armados o por cuestiones económicas, de ahí surgen las diferencias entre los tipos de migrantes, quienes pueden ser refugiados que para salvar su vida huyen de un conflicto armado de su país; los asilados que abandonan su nación de origen por persecución política, o aquellos que buscan mejores condiciones de vida.
Las investigadoras señalaron que en México el principal tipo de migración es el económico y de retorno por todos los migrantes que son deportados de Estados Unidos hacia México. Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Veracruz e Hidalgo son los cinco estados con mayor migración, según los datos del INEGI, hasta 2017. Por otra parte, California, Texas, Arizona y Nuevo México son los estados que se colocan como los principales destinos de los migrantes mexicanos.
Por su parte, el investigador Roberto Wesley Zapata Durán habló sobre los instrumentos que hay en México para proteger los derechos de los migrantes. Expuso que la Ley de Migración establece que el Estado garantizará la seguridad del migrante, independientemente de su situación, sin embargo, en la realidad no se logra este propósito. “Los derechos humanos son para todos, pero no se respetan como tal y un ejemplo son los migrantes”.
Aclaró que los migrantes no son delincuentes, sino que muchos de ellos tienen faltas administrativas. “El migrante cruza México por problemas de pobreza que tiene, sin embargo, los delincuentes cobran en cada estación de la bestia para dejarlos viajar. Muchos son arrojados del tren y sufren desmembramientos del cuerpo”, puntualizó.