Dirección de Comunicación Social, 03/Mayo/2018
Boletín Electrónico Informativo No. 244
Pachuca de Soto, Hidalgo.- La naturalización de la violencia mediante productos culturales como las narco-novelas, así como las fronteras imaginarias que impiden la equidad, fueron motivo de reflexión en la quinta y sexta mesas del coloquio internacional: “Narco-series, narco-telenovelas” y “Fronteras activas”, respectivamente, que se llevaron al cabo en el Salón de Actos Baltasar Muñoz Lumbier, del Centro Cultural Universitario La Garza, como parte del VIII Festival Internacional de la Imagen (FINI), de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).
En ese contexto, la investigadora Josefina Hernández Téllez señaló que los actos violentos, y en especial los de género, se han naturalizado debido a su cotidianeidad, sobre todo por la difusión de los productos de la narco-cultura que representan una apología de la violencia, uno de los cuales son las narco-novelas, como la de El Señor de los Cielos, que reproducen y proyectan la violencia al vestir de glamour el narcotráfico y enaltecer esta actividad ilícita.
“La narco-cultura es la cultura de la ostentación. Es una estética del poder”; de esa forma esa narco-cultura es consumida y asumida por las audiencias. Pensamos como en las telenovelas, gozamos y sufrimos como en las telenovelas”, sostuvo la académica de la UAEH.
Precisó que México está entre los 25 países con la mayor tasa de feminicidios. En los últimos seis años más de mil 900 mujeres y niñas fueron asesinadas de forma violenta, pese a que existen leyes para garantizar a este sector de la población una vida libre de violencia. Adicionalmente esto se relaciona con el hecho de que las naciones de América Latina que toman la batuta en la industria del narcotráfico, son precisamente Colombia y México.
Agregó que la guerra contra los cárteles del narcotráfico en México de 2006 a 2012, dejó más de 60 mil muertos y 26 mil 12 desaparecidos. Además, citó que la Encuesta Nacional de Violencia en los Hogares revela que 47 por ciento de las mujeres reconoce algún tipo de agresión por parte de su pareja. Por todo ello, conminó a los alumnos a ser faros de luz para analizar los productos culturales que consumen, reflexionar sobre sus contenidos y generar audiencias críticas.
En la Sexta mesa del coloquio internacional: “fronteras activas”, efectuada en el mismo salón de actos, los investigadores Enrique Nieto Estrada, María del Carmen García Escudero, Sergio Sánchez Vázquez y Manuel Jesús González Manrique, aportaron diversas reflexiones sobre el tema principal del FINI: las fronteras.
“Todas las fronteras son imaginarias, pero actúan en la realidad. Las más deshonrosas son las que impiden la equidad entre iguales. ¿Algún día podremos vivir todos en armonía, en un mundo globalizado?, planteó el académico Sergio Sánchez Vázquez.
“Las fronteras ideológicas son establecidas por los seres humanos, como la ideología económica y política, que hace que mientras unos mueren de hambre, otros mueren de colesterol; la frontera de blancos y negros, los indios y los mestizos, las fronteras entre pobres y ricos, la de sanos y anormales, las fronteras religiosas. La separación entre ilustrados e ignorantes, homosexuales y heterosexuales, o los malos y los buenos”, reflexionó.
Desde su punto de vista, las fronteras pueden servir para delimitar y separar lo que las hace excluyentes, pero también pueden ser incluyentes porque unen las regiones en un solo territorio. “La mayoría de las fronteras son imaginarias al separar territorios o áreas económicas. Levantamos muros para delimitar fronteras, para pretender que lo otro fuera del muro deje de existir, porque lo otro quiere invadirnos. Pero finalmente lo otro y nosotros formamos parte de un todo”.
El catedrático Enrique Nieto habló de la creación de zonas fronteras y sus diversos tipos, como las culturales, físicas o geológicas, biológicas, zonas vividas y virtuales. Refirió que “las zonas vividas permiten la articulación social y la reciprocidad”, en tanto que en las regiones frecuentemente se generan rebeliones que derivan en una nueva frontera.
Las divisiones territoriales se relacionan con la vida humana y los animales, complementó la académica María del Carmen García Escudero, al explicar que las fronteras se perciben de manera no tangible desde la visión del imperio Inca, en Sudamérica.
“En el mundo no hay fronteras, todas son imaginarias”, aseguró Manuel Jesús González Manrique, del Cuerpo de Investigación de Estudios Antropológicos, quien durante el coloquio habló de la diferencia entre fronteras políticas y culturales. El investigador mostró un mapa cultural de España, en el que las diferentes regiones están caracterizadas por un símbolo o aspecto cultural, lo que simplifica las fronteras al interior del país.