Dirección de Comunicación Social, 04/Enero/2016
Boletín Electrónico Informativo No. 007
Pachuca de Soto, Hidalgo.- Científicos de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) lograron crear aroma a rosas derivado del lactosuero que se desecha en la cuenca lechera del estado, dando además una solución para evitar la contaminación del medio ambiente que los hizo acreedores al Premio Hidalgo de Ciencia, Tecnología e Innovación 2015.
La investigación lleva por nombre “Valorización de lactosuero para la producción sustentable de dos fenil etanol” y fue realizada como tesis por la egresada del doctorado en Ciencias Ambientales Laura Conde Báez. Los investigadores Javier Castro, Roberto Villagómez y Carlos Gómez Aldapa de la UAEH, así como José Paéz Lerma del Tecnológico de Durango, también trabajaron en la realización de esta investigación.
“Lo que nosotros buscamos fue una alternativa para ese residual; mediante el uso de microorganismos produjimos un aroma a rosas, que es el dos fenil etanol”, explicó la alumna de la Autónoma de Hidalgo. Detalló que los investigadores utilizaron un microorganismo que hidrolizó la lactosa del suero para después inducir la ruta bioquímica para producir el olor a rosas.
Laura Conde mencionó que para hacer la ruta fueron utilizadas técnicas analíticas como la cromatografía de gases y la resonancia magnética nuclear. Indicó que la mayoría de los reportes para el aroma solo ocupan cromatografía de gases, sin embargo, en esta ocasión agregaron la resonancia, hecho que le dio un plus al trabajo respecto a la investigación científica.
El aroma a rosas es actualmente sintetizado químicamente y genera contaminación debido a que contiene ácidos y reactivos tóxicos; el de los científicos hidalguenses propone una manera de reducir la contaminación ya que no se le agregan. Lo utiliza la industria alimentaria, productos de limpieza, farmacia y en perfumería como aditivo.
Conde Báez informó que el trabajo está en proceso del registro de dos patentes y el siguiente paso sería hacer la transferencia hacia las empresas para que esté en escala manufacturera. “El lactosuero tiene alrededor de 50 a 60 gramos por litro de lactosa, que es lo que más contamina, entonces, nuestro tratamiento logró reducir en un 95 por ciento ese contenido. De un inicio se redujo lo que llamamos la demanda química de oxígeno con lo que medimos la contaminación”, señaló agregando que además de darle una mejor usanza al lactosuero, se está reduciendo la parte contaminante.
Durante el desarrollo de la investigación, se creó el aroma a rosas sin ningún tratamiento previo al lactosuero. La implementación en esta indagación fue un recurso que no se ha aplicado en otro trabajo en México ni a nivel mundial.
Como datos, los científicos comentaron que en Tulancingo, el 80 por ciento de suero de leche que ya no ocupan las queseras es vertido sin tratamiento al ambiente, el porcentaje restante es utilizado para consumo animal u otra actividad, por lo que esta investigación es una buena alternativa.
-Eva Becerril-