Dirección de Comunicación Social, 07/Diciembre/2015
Boletín Electrónico Informativo No. 745
*Humerto Quijas resultó ganador entre más de setenta participantes de todas las universidades del estado
Pachuca de Soto, Hidalgo.- Humberto Quijas Hernández, del quinto semestre de la ingeniería en Electrónica de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), a finales de noviembre, se galardonó con el primer lugar en el XV Concurso de Creatividad e Ingenio que organiza el Museo “El Rehilete”.
El joven alumno del Instituto de Ciencias Básicas e Ingenierías (ICBI), presentó “Las vueltas que da la música”, un sencillo, pero muy ingenioso y creativo proyecto para explicar el fenómeno físico del movimiento circular uniforme. “El propósito era explicar fenómenos físicos relacionados con el movimiento circular, como periodo, frecuencia, velocidad angular y revoluciones. Una revolución es una vuelta, entonces, por lo regular, estos discos tenían en la estampa el número de veces que debían girar por cada minuto para que se escuchara la música”, detalló en entrevista Humberto Quijas.
El certamen en el que resultó galardonado este universitario se realizó en tres diferentes etapas: la primera consistió en inscribirse de manera electrónica o directamente el “El Rehilete”, presentando el proyecto por escrito, donde habría de detallarse el funcionamiento del mismo, su marco teórico, además de los materiales que utilizó en su armado, etapa en la cual contó con la ayuda de Atanasio Muñoz Neri, su asesor.
Los mejores trabajos presentados pasaron a la segunda etapa, donde sus autores debían presentarlos de manera física ante un juez, para que, en la tercera, seis fueran los encargados de evaluar el proyecto.
“Cuando me dijeron que había ganado, no me la creía; me la pasé temblando todo el tiempo”, refirió aún nervioso y emocionado el futuro ingeniero en Electrónica.
Sobre un bloque de madera, Humberto colocó un mecanismo con el cual, aplicando fuerza a una palanca de manera circular, permitía el movimiento de discos de acetato, los cuales estaban situados en un trompo improvisado y que moviéndose a la velocidad adecuada, a través de un cono de papel encerado con una aguja colocada en la punta y que rosaba con la parte superior del disco, permitían la apreciación sonora.
Desde sus estudios de bachillerato, Quijas Hernández había trabajado en este proyecto, el cual, según refirió, se basó en una idea que su abuelo le dio desde pequeño, aprendiendo que podía escucharse música desde un disco de acetato sin la necesidad de una consola o tornamesa.
“Yo invitaría a mis compañeros a que participaran, muchos de ellos tienen creatividad e ingenio, solo hace falta que se inscriban para que logren obtener un lugar porque pienso que tienen mucha oportunidad de ganar”, finalizó.
-Karen Alfaro Fotografía: Carlos Sánchez