Dirección de Comunicación Social, 28/Enero/2014
Boletín Electrónico Informativo No. 051
*Que los niños reconozcan y regulen sus sentimientos se refleja en su rendimiento escolar
Pachuca de Soto, Hidalgo.- El Grupo de Investigación de Salud Emocional del Área Académica de Psicología en el Instituto de Ciencias de la Salud (ICSa) de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) efectúa estudios para la comprensión y regulación emocional en alumnos de primaria.
“El concepto de inteligencia emocional surgió en la década de los 80 y se basa en el supuesto de que en ella se emplean habilidades como la percepción, la comprensión y la regulación emocional”, declaró Alejandro Romero Ramírez, responsable de la investigación. “En el estudio realizado en niños de primaria de quinto y sexto grados de una primaria en Tilcuautla, municipio hidalguense, se obtuvo información sobre los sentimientos que son capaces de comprender, como la alegría, tristeza, el amor o los celos”, añadió.
El hecho de que los niños puedan comprender la existencia de las emociones y controlarlas les permite mejor desarrollo en sus relaciones interpersonales, así como incremento en el rendimiento académico; Romero explicó que con los resultados obtenidos se podría poner en marcha un taller para profesores y padres en el cual se les instruya sobre cómo enseñar a los niños a comprender y regular sus emociones.
De igual manera, grupos de investigación de Psicología del ICSa desarrollan el proyecto “Estandarización de la prueba breve de inteligencia Shipley-2”, que se lleva a cabo a escala nacional. Gracias a esta herramienta obtendrán información sobre los procesos cognitivos de las personas que forman parte de la muestra.
“En el caso de Hidalgo se trabajará con personas que presentan diferentes características como edad, escolaridad, familia, entre otras; la muestra final que representará al estado será de 479 individuos”, refirió Romero Ramírez.
Posterior a la selección de la muestra y la aplicación del instrumento procederán a analizar los resultados, hacer una base de datos y enviarla a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para procesar y estandarizar el instrumento, permitiendo que la investigación, al ser a escala nacional, tenga mayor validez.
-Mónica Cuellar Bocardo- Fotografía: Sandra Franco