Dirección de Comunicación Social, 27/Agosto/2014
Boletín Electrónico Informativo No. 540
*Ni vivos ni muertos, investigación sobre desaparición forzada en México, presentación editorial en Feria Universitaria del Libro
Pachuca de Soto, Hidalgo.- “México es un país donde la desaparición forzada es común. Nadie sabe ni sabrá dónde están ellos; lo fatal de este fenómeno es que no se sabe si están vivos o muertos, eso produce a los familiares terror, ya que la razón dice que está muerto, pero el corazón, que aún vive”, explicó el periodista Federico Mastrogiovanni durante la presentación de Ni vivos ni muertos, actividad que formó parte de la Feria Universitaria del Libro (FUL).
En el auditorio “Josefina García Quintanar” del Polideportivo “Carlos Martínez Balmori”, el especialista narró que esta investigación surgió de un reportaje que realizaba sobre migrantes; se dio cuenta de que era común la desaparición forzada. Se trata de la experiencia de una investigación dolorosa, por lo que muchas familias viven al tener a un miembro desaparecido, dijo.
La desaparición no es un acontecimiento casual, sino que constituye una verdadera estrategia de terror que es funcional al estado, y a través de la cual se beneficia la delincuencia organizada e incluso corporaciones petroleras trasnacionales, señaló durante su participación. Todo parece indicar que la situación en México es parecida a la Alemania de Hitler, cuando se puso en marcha el plan de exterminio “noche y niebla”.
El autor estableció que la práctica de la desaparición forzada se remonta a los años 70 del siglo pasado, cuando se llevó a cabo la del luchador social guerrerense Rosendo Radilla Pacheco, en el contexto de la llamada "guerra sucia". En la actualidad, en que la violencia desmedida se ha vuelto parte de la "normalidad”, esta práctica está presente.
Sobre las transnacionales, mencionó que muchas veces utilizan la violencia para sacar a la gente de sus tierras, después la tienen bajo vigilancia, para luego explotarla. Lo mismo se explica con las bandas delictivas que tienen en su “poder” zonas enteras del país: “¿cómo es esto posible?”, cuestionó.
Recalcó que este año más de 22 mil personas no han sido encontradas; en 2012 la cifra fue de 27 mil. Indicó que la edad promedio en la que desaparecen personas es de 18 a 35 años: una edad productiva y que el promedio de nivel económico es el bajo. Se mostró preocupado al explicar que muchos casos de desaparición no se están resolviendo y lo malo es que la sociedad se está acostumbrando: “Ningún asesinato es casual, ningún robo es casual, ninguna desaparición es casual”.
Sobre su participación en la FUL 2014 externó: “Me siento muy feliz de estar aquí y me gustó mucho la oportunidad que me da esta casa de estudios, la de hablar con las personas que más me interesa conectarme que son los estudiantes, porque es necesario que ellos se interesen en estos temas”.
-Eva Becerril- Fotografía: Madian Guevara