Dirección de Comunicación Social, 22/Julio/2014
Boletín Electrónico Informativo No. 453
*El trastorno de ansiedad por no tener cerca el celular u otros dispositivos móviles afecta principalmente a adolescentes
Pachuca de Soto, Hidalgo.- Las formas de relación han cambiado. Hasta hace poco tiempo el contacto directo, charlar y conocer más sobre otras personas eran la mejor manera de relacionarnos. Actualmente, un Whatsapp o un mensaje en Facebook son suficientes para iniciar una conversación.
Una de las herramientas tecnológicas más revolucionarias es la telefonía móvil, que ha pasado de ser un instrumento de comunicación a ser casi un ordenador de bolsillo con gran capacidad y variedad de funciones. Asociado a esto, ha surgido y se extiende con rapidez un nuevo trastorno: la nomofobia.
La especialista en Psicología Clínica, Erari Gil Bernal, señala que la nomofobia es una entidad nueva, de la que se comenzó a hablar a partir de 2008 en Inglaterra. En 2010 se ubica un primer estudio en la India y después en Brasil, en donde se analizó el comportamiento de los estudiantes con características de ansiedad por no tener cerca el celular u otros dispositivos móviles.
A la par de las nuevas tecnologías, se considera necesario estudiar el impacto psicológico de los usuarios, explica Gil Bernal, profesora investigadora del Área Académica de Psicología de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).
Actualmente, se pretende que esta casa de estudios sea una institución pionera en el estudio de este trastorno mental, pues en América Latina no hay una forma de evaluación, un cuestionario o escala que permita medir el nivel de afectación de las personas con características de ansiedad, pero es necesario identificar si puede tratarse de otro tipo de malestares como la adicción, explica.
“Nos interesa indagar acerca de cómo es que está funcionando esto, no sólo para conocer la diferencia entre adicción y un trastorno de ansiedad como tal, sino también de ver el impacto de las nuevas tecnologías en la salud mental”.
Junto con un grupo de investigación del Instituto de Ciencias de la Salud de la UAEH, se desarrolla una escala que va a permitir identificar la sintomatología asociada a la nomofobia, así como a otra entidad parecida al tecnoestrés.
En México, el servicio de telefonía móvil incrementó 393 mil suscripciones en el último trimestre de 2013, con lo que la base llegó a 103.6 millones, de acuerdo con la Dirección de Información Estadística y de Mercado del Instituto Federal de Telecomunicaciones e Inegi.
La nueva era de las comunicaciones, la dinámica social, personal y laboral nos conducen a caer en un círculo de dependencia al móvil, por lo que se debe estar atento y consiente de los excesos y síntomas de la nomofobia.
-Redacción- Fotografía: Madian Guevara