Dirección de Comunicación Social, 02/Marzo/2014
Boletín Electrónico Informativo No. 133
*Del 10 al 15% de casos de tuberculosis derivan del consumo de productos lácteos no pasteurizados
Tulancingo de Bravo, Hidalgo.- En el Instituto de Ciencias Agropecuarias (ICAp) de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) trabajan en la elaboración de pruebas para detectar el problema de la tuberculosis en ganado bovino.
Víctor Manuel Martínez Juárez, profesor investigador del Área Académica de Veterinaria y Zootecnia indicó: “Se sabe que del 10 al 15% de casos de tuberculosis derivan del consumo de productos lácteos no pasteurizados, principalmente extraídos por animales que padecen la enfermedad”.
En su oportunidad informó que la prueba inmunológica para conocer a un animal portador de la enfermedad se llama tuberculina, la cual en caso de dar positiva pasa a una nueva evaluación de la muestra, denominada doble comparativa.
Para detectar la presencia de la enfermedad en animales es necesaria la prueba de la tuberculina. En México la prueba es obligatoria de acuerdo a la normatividad oficial, para detectar animales rectores a la tuberculina. Sin embargo detecta bacterias de la misma familia que son no-patógenas.
En este sentido, si el animal sale con un síntoma positivo, se va al rastro, donde se busca la presencia de tubercolomas, las cuales se mandan al cultivo microbiológico. Desde que se hace la primera prueba hasta que se determina que el animal tenía la enfermedad, pasan hasta tres meses.
“Eso acarrea un problema, al provocar que el animal esté expulsando la bacteria al ambiente, aparte que la bacteria puede irse a la leche”, mencionó Martínez Juárez.
Con base en investigaciones realizadas en el ICAp se busca cuantificar la presencia interferón gamma en los animales, la cual está aprobada en México, pero el problema recae en su costo para los productores por el material utilizado.
Es una prueba mucho más efectiva, que junto con la tuberculina se pueden complementar para hacer un diagnóstico más rápido. En sólo cuatro días se puede saber el diagnóstico, a diferencia de los tres meses que se hacen con la otra prueba, apuntó.
Otra actividad realizada en el instituto es la utilización de antígenos propios de la bacteria para poder tener un diagnóstico mucho más preciso y sensible, algo similar a pruebas realizadas por investigadores de Inglaterra.
“Ellos utilizan una serie de antígenos, nosotros utilizamos otra serie de antígenos y entonces si nos está dando buen resultado, gracias al apoyo de Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología Conacyt”, agregó Martínez Juárez.
Consideró como indispensable la creación de un “Laboratorio de diagnóstico en animales”, que serviría para homologar diferentes pruebas realizadas en el área de la investigación de las universidades de todo el país y detectar oportunamente enfermedades como la tuberculosis, un problema no sólo en humanos, también en animales.
-Luis Érick Ramírez- Fotografía: Mayra Montes