Así, el recuerdo de Timoteo, es más bien la confesión de un hombre que rendido ante el posible dolor de la pérdida, decide contar su más grande secreto para ver si alcanza el perdón y con ello salva a su hija: “Quiero alcanzarte, Angela, en ese limbo de tubos donde te has acurrucado, donde el craneotomo te abrirá la cabeza, para hablarte de esa mujer” (Mazzantini, 2003: 25).
La historia que Timoteo narra a su hija empieza en un pueblo olvidado, pobre y caluroso donde el acaudalado cirujano se quedó varado muchos años atrás. En ese lugar conoce a Italia, una mujer sencilla y humilde, a la que describe cruelmente como grotesca y fea. Italia intenta ayudar a Timoteo, así que lo invita a su casa para que pueda usar su teléfono y llamar a su casa, en un giro inesperado, Timoteo viola a Italia y escapa. Días más tarde, regresa a disculparse, “había bebido y no sabía lo que hacía”, piensa decir, sin embargo, al estar a solas de nuevo con la joven, la escena anterior se vuelve a repetir.
El cirujano no entiende porqué siente esa fascinación por la joven mesera, recuerda a su esposa, joven, bella, atlética: perfecta, aún así, él solo piensa en Italia. La historia que nos cuenta Mazzantini es dura, violenta, cruel pero también apasionada. Timoteo e Italia se enamoran, sea por lo sea, quizás repiten patrones, igual que aquellos que habitamos fuera de las páginas de un libro, quién sabe. Lo cierto es que de un día para otro, el cirujano quiere dejar de serlo, dejar de ser acaudalado, dejar a su perfecta esposa y quedarse a comer espagueti con Italia.
No te muevas
Margaret Mazzantini
Por Azul Kikey Castelli Olvera
Fomento a la Lectura
El libro No te muevas, de la escritora y actriz italiana, Margaret Mazzantini, fue publicado en 1998 y es un relato construido a través de juegos temporales, cuya historia detona a partir del accidente de una joven llamada Angela. El incidente es aparatoso y la joven llega con fractura de cráneo al hospital donde trabaja su padre, Timoteo.
El experimentado cirujano se enfrenta a una situación fuera de control, no puede atender a su hija, así que suplica ayuda a uno de sus compañeros. Timoteo se queda afuera de la sala y en medio de su desesperación, surge del pasado una figura, un recuerdo que le atormenta, una culpa que le ahoga y un amor que aún sigue vivo.