El pasajero protagonista se encuentra desconcertado por el lugar de donde parte hasta el final del recorrido: aquella cúspide en las alturas con cantos de alondras, verdes praderas, un río, un bosque y montañas lejanas con ciudades en ellas, cubiertas por nubes que a lo lejos se podían avizorar. A lo largo de lo que en realidad era una excursión Lewis entabla conversaciones con los otros pasajeros, quejumbrosos, pero con argumentos personales que resultan familiares para el lector, y él, como asustado, no alcanza a entender del todo lo que le dicen, pues pareciera que todos saben a dónde van y a quien verán en aquella cima.
Ese lugar a donde llegan es muy diferente a la ciudad gris, y las personas que aparecen ahí, provenientes de las montañas, también son diferentes a los viajeros, pues son “espíritus brillantes” y ellos, los excursionistas, en aquel lugar son como “fantasmas”, “transparentes”, “manchas de forma humana en el resplandor del aire”, eran tan débiles en aquel lugar que ni el pasto se doblaba bajo sus pies, ni capaces de cortar una sola margarita. En cambio, las otras personas, hacían temblar la tierra con su caminar, provocaban un “aroma dulce donde aplastaban la hierba y esparcían el rocío”, unos desnudos y otros vestidos, pero igual de adornados, sin edad, “gente sólida” que se acercaron con un solo propósito, el de charlar con los fantasmas uno a uno, pues se conocían o se habían conocido. La meta de aquellos seres era de convencer a los turistas de quedarse ahí y juntos fueran a las montañas. De igual manera sucedió para Lewis, quien encontró a George McDonald, su maestro, quien le explica todo lo que sucede en el lugar, de donde viene, y de los fantasmas, y de los espíritus luminosos. En suma, de los que ya están en el cielo y de los que ya están en el infierno. Le explica cómo debe hacerse la separación o divorcio para estar en un lugar u otro y para ello había que corregir algo.
El Gran Divorcio
Un sueño
C. S. Lewis
Zuriel Alonso García Hernández
Profesor en la Licenciatura en Comunicación de la UAEH
El gran divorcio entre el cielo y el infierno es el asunto que trata C. S. Lewis a través de narrar el viaje que hizo en un autobús volador con destino al otro mundo. Del género fantástico, Lewis, presenta a su manera de ver la separación entre el bien el y mal y sus particulares detalles que hacen la diferencia para estar en el infierno o en el cielo.
La historia comienza con Lewis haciendo fila para subir a un autobús “resplandeciente de luz dorada”, en una tarde lluviosa, en una ciudad sombría, “gris”, con calles “sórdidas” y con compañeros de trayecto un tanto conflictivos, los cuales seguramente se refiere a diversos tipos de personas que podemos llegar a ser.