En Acércate a la lumbre, se puede apreciar la gran evolución literaria de su autor, al incorporar recursos del mundo paranormal con el encuentro de Clara’s, dos hermanas a las que las unen elementos más trascendentales que el compartir un nombre; o la historia que guardan los cientos de flores que se estrellaron contra el traje de un joven veinteañero llamado José José, en el Teatro Ferrocarrilero de la Ciudad de México, en los años setenta. No obstante, una de las voces más importantes en estos cuentos son las mujeres victimas de violencia, en cuyos cuerpos la sociedad desquito toda su necesidad de dominación y sometimiento, dejando heridas abiertas que sangran y gritan lo que desde abuso y la complicidad se ha intentado callar, mismas han topado de frente a Negrete, y él ha decidido no ignorarlas. Prueba del compromiso del autor, para cuestionar las diferentes modalidades del ejercicio del poder México, podemos remitirnos al siguiente fragmento del cuento Lo importante:
“La única crítica que recibí por parte de uno de mis maestros fue: no escribes como mujer. No respondí, guardé silencio como lo hago desde niña mientras en mi mente rendan las interrogantes habituales: ¿Cómo debo escribir entonces? ¿Como señora, joven, adulta, niña, hombre, anciano? ¿Cómo debo hablar, caminar o moverme? ¿femenina, masculina, marimacha. ¿Como pez, como víbora?”
Acércate a la Lumbre
Christian Negrete Perales
Catalina Santiago González
Profesora de la licenciatura en Comunicaciòn-UAEH
“La vio comerse a su propio hijo. Observó los ojos en blanco de la madre mientras devoraba la cabeza del recién nacido. Atemorizado cerró los ojos. El sonido del diminuto cráneo masticado por los dientes cubiertos de sangre taladraba sus oídos.”
Con ese fragmento Cristian Negrete comienza SANTA, el primero de catorce cuentos que integran su libro: Acércate a la lumbre. Con esta obra el autor explora las emociones humanas más inquietantes, que van desde el odio hasta la vanidad, pasando por el desamor y la rabia generada por los acontecimientos violentos que poco a poco envuelven nuestros días. En estos cuentos el autor se desmarca a la tendencia jurídica que manifestaba con gran fuerza en La Oscilación de la memoria, pero mantiene la prosa ligera y el lenguaje contemporáneo que lo caracteriza.