Rosa María Valles Ruiz
Directora de Fomento a la Lectura

Kristóf Kômives es el personaje principal de la novela Divorcio en Buda (1935). Kristóf es juez de lo familiar en Budapest, destino esperado, ya que su padre había sido presidente de un tribunal. Se preparó para ejercer el cargo y lo hace con desenvoltura y conocimiento no exento de cierto alejamiento de las pasiones mundanas de los seres humanos. Como juez de lo familiar le es asignada la tarea de resolver los divorcios presentados en Buda, donde vive. Uno de ellos, uno más, es el de Imre Greiner, un médico a quien había conocido superficialmente en los años universitarios como un joven humilde y tímido. Se había casado con Anna Fazekas a quien Kristóf también había conocido y recordaba un paseo con ella por el lago de la isla Margarita, una sonrisa prometedora, un cuerpo espléndido. Kristóf recuerda también que conoció a Anna poco antes de casarse con Hertha. Y se pregunta: ¿Quién había sido para él Fazekas? ¿Había significado algo más?

Ahora Anna solicitaba el divorcio por abandono de hogar de Imre. El caso era simple. De no aceptar reconciliación la pareja, la sentencia era dictada por el juez y el asunto terminaba.

La llegada del caso Greiner-Fazekas provoca en Kristóf un aluvión de pensamientos: sobre su propia historia personal, situación social de cierto prestigio como juez, historia amorosa y enlace matrimonial con Hertha, sus dos hijos (Gabor y Fszter) y Teddy, el perro de la casa, la situación económica del periodo de entreguerras, la clase media que ya no podía darse los lujos de antaño y en lugar de agasajos de lujo había optado por las “ceniendas”, encuentros en los cuales se reunían amigos para tomar café, té, vino y algunas carnes frías “en una atmósfera íntima y desprovista de rigideces convencionales”.

El crescendo de Divorcio en Buda se registra cuando Greiner llega a casa del juez y le hace ver que la sesión programada para el día siguiente no se podrá realizar “porque hoy he matado a mi esposa”.

La confesión de Greiner causa un profundo impacto en Kristóf, que le provoca múltiples reflexiones sobre su propia vida, frustraciones, miedos y desencanto.

La historia demuestra los valores de una clase y la emergencia de otra que lucha por conquistar escalones más altos en la estructura social. La prosa excepcional de Sándor Márai permite al lector introducirse a los vericuetos del alma y a las eternas contradicciones de los seres humanos.