Nadia, la vecina voyerista que habla con ratones, dejará la seguridad de su hogar y el abrigo de sus amigos ratoniles para ir reconstruyendo pedazo a pedazo la infancia de Mija, “el pequeño gurú”, incapaz de vaticinar su propia muerte, y Ela, la niña “mala” que mueve objetos sin tocarlos, marcada por la mala suerte derivada del matrimonio sin amor de su abuela.
En ese libro Chacek nos habla desde el fondo de sus personajes, desde sus miedos más profundos, cada uno se cree solo en su singularidad, cada uno cree que es una rareza, cuando en realidad, el mundo de Caer es una forma de volar está poblado de personajes extraordinarios, ocultos dentro de su propia cotidianidad e incluso dentro de su propia obsesión y locura.
Tan humanos, tan frágiles y expuestos, los personajes tratan de cubrirse con sus corazas de miedo, de madurez y misantropía, pero el amor los irá “descobijando”.
De pronto Ela, la de la mala suerte, se siente afortunada, amada y bella, Nadia encontrará, con 30 años de distancia, a su contraparte, también amigo de los ratones, y Mija, tomará por primera vez una decisión que no ha sido dictada por su madre o por su miedo a ser descubierto en la mentira de ser un vidente –falso–, construido a través de la certeza de su madre de que él, su hijo, haría algo especial en el mundo.
Caer es una forma de volar
Karen Chacek
Azul Kikey Castelli Olvera
Dirección de fomento a la lectura
Nació en México en 1972, estudió comunicación y una especialidad en cine en la Universidad Iberoamericana. Ha publicado más de 10 libros infantiles y dos novelas, en México y Estados Unidos. En su literatura se abordan temas personales y creencias populares que se entremezclan con la fantasía. Colabora en publicaciones impresas y asesora cortos y largometrajes, además de participar en el programa “Tu ciudad”, en el canal Capital 21.
“Dicen los roedores que las personas nos pasamos buscando la fórmula perfecta, aquella en la que cuidar de ti no hiera al otro y cuidar de que el otro no te hiera a ti.”
Fueron los pensamientos de Nadia, una de las tres protagonistas del libro Caer es una forma de volar, de la escritora mexicana Karen Chacek. Suena curioso y hasta estrafalario que la chica pueda hablar con animales, para aquellos que tuvimos la fortuna de que nos leyeran cuentos infantiles, sin duda nos remite al cuento la Cenicienta, sin embargo, Chacek, maestra de la fantasía, con más de 10 cuentos y dos novelas en su trayectoria, nos cuenta algo completamente diferente al cuento infantil con final feliz.
Tres personajes solitarios, tres personajes llenos de culpa, de miedo y soledad se descubrirán a lo largo de esa historia, en un flash back que nos cuenta, a partir de la muerte de uno de ellos, la búsqueda incesante de ser aceptados como en realidad somos, las heridas expuestas que han dejado las batallas del pasado y el derrumbamiento de las murallas que construimos a nuestro alrededor. Nadia, Mija y Ela se encuentran y desencuentran en medio del amor, el dolor y la suerte.