El lugar de la luna

Metztitlán, situado en la Sierra Baja del estado de Hidalgo, fue desde la época prehispánica una importante región debido no sólo a la riqueza agrícola de su vega sino también por haber sido un poderoso centro de confluencia otomí. El señorío prehispánico de Metztitlán se mantuvo independiente a la hegemonía mexica y enfrentó con éxito los constantes embates del ejército de la metrópoli. Con la llegada de los españoles, la situación económica y política de los territorios conquistados sufrió una transformación y en Metztitlán se reflejó sobre todo en la imposición de la encomienda y en la política de las congregaciones.Este libro estudia el proceso de cambio que se dio en la región de Metztitlán durante el siglo XVI, analizando la institución de la encomienda y la actuación de los primeros encomenderos. Metztitlán llegó a ser una de las encomiendas más ricas de la Nueva España, por lo que se dividió en tres partes destinadas a los conquistadores Miguel Díaz de Aux, Andrés de Barrios y Alonso de Mérida. Éstos y sus descendientes pelearon por mantener la encomienda, sin importar la aplicación de las Leyes Nuevas que prohibían la perpetuidad. Los conflictos entre la Corona, los conquistadores encomenderos, el clero regular y el secular y la población indígena se observan claramente con la llegada del visitador real Diego Ramírez a la provincia de Metztitlán en el año de 1553.La investigación se basó principalmente en fuentes documentales del Archivo General de la Nación, por lo que se presenta valiosa información sobre una de las regiones más importantes de los primeros años del Virreinato: Metztitlán, el lugar de la luna.