El Transporte Público de Pasajeros: la Necesidad de Implantar Proyectos Innovadores en el Ámbito Metropolitano Hidalguense ante un Marco jurídico de Organización Tradicional y Selectiva.

En el ámbito metropolitano, el transporte público de pasajeros es uno de los principales agentes estructuradores de las ciudades integradas, y en tal sentido, su papel es transcendental en la misión de vincular el desarrollo urbano al desarrollo económico y social. Como el principal ejemplo Latinoamericano, la ciudad de Curitiba (Paraná, Brasil) inició desde la década de los setentas en la construcción de cinco corredores urbanos dispuestos en forma radial. La sección de cada corredor está compuesta por tres vialidades paralelas, sobre la vialidad central opera en carriles confinados la red troncal del sistema de transporte masivo, asimismo, las vialidades laterales forman un par vial para la circulación vehicular general. Las manzanas ubicadas entre la vialidad central y las laterales son las que racionalmente permiten las mayores densidades y alturas de construcción en la urbe, evitando así que su ciudad se transforme en una aglomeración anárquica de baldíos y fraccionamientos aislados. Adicionalmente, cada corredor cumple con la función de comunicar la periferia de la ciudad principal, donde generalmente viven las clases trabajadoras, con el centro y con la periferia opuesta de la misma, donde se ubican los núcleos de trabajo y de comercio.