2011
Juan Antonio Taguenca Belmonte,
Abstract
Un proceso creativo surge principalmente de la interacción disciplinar entre autores en contextos que reúnen las condiciones necesarias para ello, lo que llamamos: ?espacio dialógico?; y entre aquéllos y las expresiones de conocimiento situadas en sus líneas de interés específicas, lo que denominamos: ?espacio de reflexión?. Todo ello lleva a obtener un dominio sistemático del estado del arte teórico y empírico, pero siempre y cuando el investigador atienda a prácticas académicas reconocidas por la Comunidad Científica. Éstas se sitúan en el centro del reconocimiento del trabajo académico y forman un ?deber ser? inserto en las rutinas del quehacer científico y sus normas, fungiendo como función latente que se manifiesta como convicción de la propia labor de los investigadores. Para ello éstos necesitan habitar con continuidad los espacios aludidos, y transitar por los fenómenos sociales con una actitud científica, es decir acotando su objeto de estudio a través del uso de metodologías que lo enmarquen conforme a significados teóricos previos ?espacio del fenómeno social que deviene interrogado posicionalmente desde interpretaciones de significado que aluden más al contexto de investigación que al objeto social interrogado, que se reconoce como objeto de estudio, es decir un ente intermedio entre la realidad y la interpretación de la misma. Esto permite el conocimiento, pues el ejercicio entre mediación teórico-metodológica y realidad convertida en objeto de estudio hace manejable la complejidad social desde el inicio mediante: un modelo, un tipo, un concepto, una categoría, una variable, en definitiva a través de operaciones abstractas de la mente. Esta estructura del conocimiento científico es lo que hace posible un acercamiento al objeto en sí o de la relación de éste con su entorno y las respectivas explicaciones que se derivan de este modo de ver las cosas, cuyos fundamentos son productivos. Nos referimos aquí a que la creación como proceso se haya condicionada por rutinas procedimentales tanto en un sentido teórico como metodológico que inciden en el propio trabajo del investigador desde la construcción del conocimiento hasta su evaluación.