Año 02 / No. 45 / Marzo 15, 2008. |
Originario de la ciudad de México,
infl uenciado desde temprana edad por
las fi guras equinas, Pedro Cervantes
Salvadores, comienza a hacer historia
desde su primer acercamiento con el
arte.
Entre 1951 y 1952 realizó estudios en
la Escuela Nacional de Artes Plásticas
de la Universidad Nacional Autónoma
de México.
Su amistad con David Alfaro Siqueiros
da origen al interés propio por la
técnica del muralismo, lo que le llevó
a familiarizarse con técnicas como la
piroxilina y el acrílico.
Posteriormente
realizó murales escultóricos dotados
de relieve con la aplicación de objetos
y materiales, logrando conjuntar
sus habilidades artísticas con los
conocimientos adquiridos en las aulas
universitarias, adjudicándose así, el
aprecio y el reconocimiento colectivo.
Para el año de 1966, su obra monumental
Máquina del espacio marca el inicio de
su trabajo con elementos industriales,
incorporando el hierro forjado y soldado,
chatarra, acero inoxidable y madera.
En reconocimiento a su labor artística,
Cervantes recibió en 1969 la
Mención Honorífi ca en la Feria
de la Plata, de Taxco,
Guerrero.
Su primera escultura pública la realizó
en el puerto de Alvarado, Veracruz.
Prometeo. El hombre y la pesca, fue el
nombre de esta escultura monumental
de bronce soldado.
Hoy, la UAEH se engalana al abrirle sus
puertas a la obra de Pedro Cervantes
en la sala de exposiciones temporales
del Cevide y en la galería J. Pilar Licona
Olvera, del edifi cio central.
La exposición intitulada: Pedro
Cervantes. Escultura, está enriquecida
con textos de Raquel Tibol, Vicente
Quirarte y Juan Carlos Hidalgo,
reconocidos críticos de arte.
La Escultura de Pedro Cervantes se
conforma de 26 fi guras, en su mayoría
caballos labrados en hierro y bronce, así
como pinturas en relieves.