
El lirio acuático y su uso en la producción sostenible de setas
Por Ximena Ríos
Fotografía: Especial, Freepik y Alejandra Zamora Canales

El agua, fuente de vida, también puede ser el escenario de serios desequilibrios ecológicos. Uno de ellos es la proliferación del lirio acuático (Eichhornia crassipes), una planta de flor color morado que podría resultar visualmente atractiva, pero que trae consigo grandes problemas para la vida que habita los cuerpos de agua, ya que acaba con el oxígeno e impide el paso de luz, lo que provoca el deterioro de estos entornos y, a su vez, afecta a la economía local. Sin embargo, en la frontera entre el problema y la solución, la ciencia encuentra nuevas rutas.
Pero donde algunos ven únicamente un problema, otros encuentran una oportunidad. Por esta razón, en esta edición de Revista Gaceta UAEH, conversamos con Jhoselin Villagrán Manilla, estudiante del Doctorado en Ciencias Ambientales de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), quien transforma al lirio acuático de la laguna de Tecocomulco en un recurso valioso para la producción sostenible de setas comestibles del género Pleurotus.
Su propuesta no solo ofrece una alternativa para el control de esta planta invasora, sino que impulsa una economía circular con beneficios ambientales, sociales y productivos. A lo largo de esta entrevista, la especialista nos explicó los detalles de su investigación, los beneficios de este enfoque y su potencial para transformar problemas ambientales en oportunidades de desarrollo.

Un enfoque sostenible
La doctorante Garza explicó que su proyecto surgió luego de observar las características biológicas de esta planta invasora, como su rápido crecimiento, su abundancia en cuerpos de agua dulce y su capacidad para resistir climas cálidos. Con esta idea inició la colaboración con la microempresa GeoAgro, que tiene experiencia con la producción de setas utilizando residuos agroindustriales. El desafío actual es integrar el lirio acuático como una nueva materia prima.
“Si esta planta tiene todo para poder desarrollarse en este espacio, yo creo que sería una buena idea aprovecharla e incorporarla para estos fines”, recalcó la investigadora.
El proceso para aprovecharlo inicia con su colecta, posterior a esto el lirio es sometido a un proceso de deshidratación y a un tratamiento térmico, cuyo objetivo es reducir la carga de microorganismos que podrían afectar el cultivo. Estas etapas son realizadas por la empresa GeoAgro, la cual se encarga de preparar el lirio para ser utilizado como base nutritiva.
Mientras que en los laboratorios de la UAEH, el equipo de investigación se encarga de analizar estas muestras para garantizar la ausencia de organismos que puedan causar daños en la salud. Aquí se realizan estudios microbiológicos con el fin de detectar bacterias, hongos y levaduras que puedan interferir en el desarrollo del hongo o representar un riesgo para la salud.
Finalmente, se determina la composición química tanto del sustrato como del producto final, identificando niveles de proteína, fibra, grasa, carbohidratos y minerales. Todo esto permite asegurar que las setas obtenidas no solo sean seguras, sino también nutritivas y aptas para el consumo humano.

Beneficios ambientales y sociales
Este proyecto es bastante innovador y beneficioso, ya que no solo ayuda a reducir la presencia en cuerpos de agua, como en la laguna de Tecocomulco, sino que su aprovechamiento también puede generar beneficios significativos para la biodiversidad y las comunidades locales.
Liberar de los tapetes vegetales de lirio permitirá el retorno de aves migratorias, así como de otras especies nativas. De igual forma, generará empleos para las personas que se dedican a recolectar y procesar, mencionó la investigadora Garza, quien se basó en la idea de una economía circular para el desarrollo del proyecto como una forma de aprovechar residuos naturales para generar productos útiles, reducir desechos y crear nuevos circuitos económicos.
Actualmente, existe un grupo de pobladores que cuida la laguna de Tecocomulco y cada semana retira grandes cantidades de la planta invasora. Sin embargo, esta planta suele dejarse a las orillas donde se pudre o se quema, generando más problemas ambientales. Por lo tanto, transformarlo en sustrato útil evitaría impactos negativos, sino que se convertiría en una solución innovadora que otorga un nuevo valor al trabajo de estas comunidades.

No obstante, el camino a la sostenibilidad también presenta algunos desafíos, entre ellos la capacidad del lirio para absorber metales pesados y otros contaminantes presentes en el agua. Por ello, parte importante del proyecto es la caracterización físico-química de la planta en la región, para después aplicar tratamientos que permitan su uso seguro.
Una apuesta por el futuro
La investigadora Garza y su equipo tienen claro que el siguiente paso es llevar los resultados del laboratorio a una escala piloto, donde puedan comprobar los beneficios ambientales, económicos y sociales. Al mismo tiempo, busca difundir sus hallazgos para sensibilizar sobre el problema y las oportunidades que representa.
Villagrán Manilla enfatizó la importancia de cuidar el agua, al ser un recurso fundamental para la vida humana, la agricultura, la industria, la salud y la conservación de los ecosistemas. Su presencia es indispensable no solo para el consumo directo, sino también para la producción de alimentos, la generación de energía y el mantenimiento del equilibrio climático.
Por lo tanto, proyectos como este no solo ofrecen soluciones sostenibles a problemas ambientales, sino que también contribuyen para preservar el agua, al evitar el uso de contaminantes químicos y limpiar cuerpos de agua invadidos por esta planta. Cuidar el agua requiere un enfoque integral que contemple la innovación científica, la educación ambiental y la gestión responsable de nuestros recursos naturales.